Filosofías de barbero.
El Diccionario de la Real Academia de la Lengua define plafón como:
“Adorno en la parte central del techo de una habitación, en el cual está el
soporte para suspender la lámpara” y, también “Lámpara plana traslúcida, que se
coloca pegada al techo para disimular las bombillas”.
Parece que el responsable de
escribir los mensajes del metro se ha despistado o ha cometido un error. Quizá
no tenga mucha importancia, ni suavice el enfado de los usuarios por la subida,
ni tampoco aclare cuánto debemos pagar ahora por un billete. (Por cierto, el
Metro antes nos llamaba “viajeros”; ahora nos llaman “clientes”, pero esto es
otra cosa).
Es probable que el despiste sea
disculpable, pero si hubiera caído en las manos de Arniches, quizá hubiera
escrito un diálogo como éste:
Uno
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¡Oye! ¡Cómo se ha puesto el
Metro de Madrid! ¡Está por las nubes!
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Otro
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¡Qué me vas a decir! ¡Como que
para ver las tarifas hay que ir mirando al techo!
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O este otro:
Uno
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¿Qué ha subido el Metro? ¿Y
qué? ¡De Madrid al cielo!.
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Otro
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Sí, ¡pero no con el cogote
estirado, mirando p’arriba!.
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Lamparilla
(Todo esto es
consecuencia de que no sólo de zarzuelerías vive el hombre).
Ahora entiendo lo despistada que andaba la gente estos días en el metro... ¡Estaba buscando los plafones informativos! Muy buena tu observación ¡no se te escapa una!
ResponderEliminarHa pasado una semana y todavía sigue lo de los PLAFONES ¿Es que no van a corregirlo?
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