Páginas

viernes, 20 de abril de 2018

Escuela de Canto: Fin de curso.


Don Gil de Alcalá.  Ópera de cámara en tres actos. Texto y música de Manuel Penella.
Intérpretes: Soledad Vidal (Niña Estrella), Nancy Catalina (Maya), Giselle Fundora (Abadesa). Juan Carlos Coronel (Don Gil), Alejandro Sánchez (Don Diego), Arnold Bonilla (Chamaco) y Vicente Martínez (Sargento Carrasquilla).
Equipo técnico y artístico: Director de escena: Diego Carvajal. Escenografía: Alejandro Contreras. Cuerpo de baile del Conservatorio Superior de Danza María de Ávila. Orquesta Filarmónica de España. Director musical: Dirección musical: Antonio Moya. 
Escuela Superior de Canto, de Madrid, 19-04-2018.

La Escuela Superior de Canto, de Madrid, ha ofrecido, entre funciones y ensayos generales abiertos al público, seis representaciones de la excelente ópera de Manuel Penella Don Gil de Alcalá, estrenada en el Novedades de Barcelona en 1932. Se ha interpretado la versión inicial, para orquesta de cuerda y dos arpas.

Don Gil de Alcala es obra cómica, de gran inventiva y excelente música, una verdadera joya que debería ser más conocida. Muy esquemáticamente, desarrolla la historia de Niña Estrella, una huérfana mestiza adoptada por el Gobernador que piensa casarla con Don Diego, ignorando que ella está enamorada del apuesto capitán Don Gin de Alcalá.

Los alumnos y profesores de la Escuela Superior de Canto han puesto en pie una excelente representación de esta obra simpática, entretenida, con momentos magníficos: la popular habanera de Niña Estrella y Maya, el jarabe, la pavana y el canto al vino de Jerez, interpretado con brío por Carrasquilla y el coro.

La interpretación a la que asistí fue excelente, redonda y verdaderamente profesional. Podría decir que al comienzo se notaba cierta tensión, pero fue pasando y después del descanso, el dominio de la escena y de los recursos vocales fue completo, especialmente en el caso del protagonista.

Aunque la obra requiere un amplio reparto, debo destacar la voz cálida y sonora en el agudo de Soledad Vidal, que, además interpretó con gracias los varios guiños humorísticos de su papel. Nancy Catalina, criada y confidente de Niña Estrella, dio vida a su papel con autoridad e hizo una excelente interpretación, junto a Arnold Bonilla (Chamaco) que son la inexcusable pareja cómica del relato.

Los papeles principales masculinos son más numerosos. Están presididos por Don Gil, cantado con voz lírica y bello timbre por Juan Carlos Coronel, al que vimos más suelto en la segunda parte. Alejandro Sánchez, como Don Diego, le dio la réplica como barítono de voz redonda, emitida sin problemas e interpretando muy correctamente su papel. Anold Bonilla, como Chamaco, cumplió con su papel cómico, aunque me hubiera gustado algo más de energía vocal. Vicente Martínez, como el Sargento Carrasquilla, ayudante de Don Gil, prestó al su papel una verosimilitud convincente; voz de bajo redonda, grave, clara y potente y actuación más que solvente.

El coro funcionó muy bien. Lo escuché empastado y redondo, a pesar de no ser muy numeroso. La orquesta rica y aterciopelada, planteando bien su intervención a pesar de que el autor prescindió, deliberadamente, de las posibilidades de color que ofrece el resto de la plantilla orquestal. Buen trabajo de la dirección de Antonio Moya. Aplaudida, también, la intervención del cuerpo de baile.

En resumen, una velada entretenida, en la que se disfrutó de una interpretación de muy buen nivel. Habría que tratar de que este montaje, en el que se ha invertido esfuerzo, trabajo y demás recursos, sea visto por muchas más personas. Tiene nivel más que suficiente y la música es magnífica.

El intermedio fe amenizado por la cantante Miriam Montero; acompañada al piano por Carmen Fernández-Cabrera y Ricardo Francia, cantó un par de números de Las Leandras y una pícara canción dedicada al fruto de la higuera.

Vidal Hernando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario