Farinelli. Ópera en un prólogo y tres actos de Juan
Antonio Cavestany. Música de Tomás Bretón.
Intérpretes:
Maite Beaumont. Nancy Fabiola Herrera. Rodrigo Esteve. David Menéndez. Leonardo
Sánchez. Manuel Fuentes. Emilio Gutiérrez Caba. Coro Titular del Teatro de la
Zarzuela. Orquesta de la Comunidad de Madrid. Director musical: Guillermo
García Calvo. Teatro de la Zarzuela: 17-02-2020.
Creo que este
comentario debe comenzar por las felicitaciones y agradecimientos, para todos
cuantos han intervenido en la recuperación de una obra tan importante para
nuestro patrimonio como Farinelli, del
gran compositor Tomás Bretón, que no sólo es el de La verbena de la Paloma y la Jota de La Dolores. Agradecimientos que personalizamos en los nombres de
Emilio Casares, insistente recuperador de la memoria operística española, y
Daniel Bianco, que ha puesto el Teatro de la zarzuela y todo su equipo a
disposición de este proyecto, del que sólo podemos lamentar que no haya sido
posible contemplar una versión escénica.
Después de 118
años de olvido, hoy se conocen los detalles de una ópera tan singular y de
indudable calidad como Farinelli. Su
estreno en el Teatro Lírico, coliseo construido para albergar la ópera española
que el Teatro Real tenía olvidada y arrinconada; la calidad de su música,
demostrativa de la de su creador. El diseño vocal de sus personajes
principales, especialmente el de la protagonista; la riqueza de su orquestación
y el empleo de recursos compositivos que podríamos llamar “originales”; pues no
“copian” ni los modelos italianos con un canto únicamente virtuoso, ni
germánicos, aunque hay momentos de evidente densidad orquestal.
En cuanto a la interpretación hay que
destacar, en principio, la valides del conjunto, tanto de los solistas como del
coro y la orquesta. Maite Baumont, mezzosoprano navarra, que debutaba en una
producción de la Zarzuela, fue la triunfadora del conjunto, gracias a su amplio
registro, con unos graves llenos y redondos, y un agudo definido y claro. Nancy
Fabiola Herrera, con un papel menos desarrollado, dio muestras de potencia
sonora, con sobrados recursos técnicos. Rodrigo Esteves, barítono
hispano-brasileño, es un cantante al que nos gustaría ver más en el teatro; su
voz tiene en el repertorio numerosos papeles en los que lucirse y dar buenas
tardes al teatro. El también barítono David Menéndez, cumplió con su papel,
aunque de menos protagonismo que el de Esteves.Un joven tenor mexicano,
Leonardo Sánchez y un también joven bajo, Manuel Fuentes, podría decirse que
fueron una revelación para el coliseo; el primero por el color metálico de su
voz, el segundo por la redondez y consistencia de su registro a una edad tan
temprana.
El gran actor Emilio Gutiérrez Caba, fue
el narrador de unos textos introductorios a cada parte, redactados por María
Velasco.
La intervención del Coro fue excelente y
muy intensa, pues interviene en 20 de los 26 números de la obra. Mereció un
gran aplauso del público por su trabajo, aunque su situación al fondo de la
escena, quizá nos privó de pequeños detalles de su interpretación. La orquesta
también funcionó muy bien. García Calvo, el reciente Director Musical del
Teatro, estuvo atento a todos los detalles, de solistas, músicos y coristas.
Consiguió equilibrio de planos, destacó los juegos armónicos del acompañamiento
y mantuvo siempre en primer plano a los cantantes, impidiendo que el poderío
sonoro de la orquesta ocultara sus intervenciones.
En resumen, Farinelli ha sido uno de los grandes acontecimientos de la historia
reciente del Teatro de la Zarzuela. Para unos, podrá ser un ejemplo del lo que
hay que hacer por nuestra música; otros mirarán hacia otro lado, y espero que
no aparezcan quienes siguen olvidándose de lo que nuestro patrimonio puede
ofrecer a un mundo global. Porque, como dice un conocido anuncio, lo vale.
Vidal
Hernando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario