“Estando en Puerto
Rico [recuerda el barítono español Manuel Ausensi], me llamaron para dar un
recital en La Habana. No
me hacía mucha gracia, porque estaba Castro en el poder, y me podía crear
problemas al volver a Estados Unidos, pero finalmente accedí. En el programa
estaba incluida una romanza de El diablo
en el poder, de Barbieri. Y cuando llegué a Cuba –entramos sin visado mi
mujer y yo- los organizadores me pidieron que quitara esa romanza, porque lo
del diablo en el poder se podía entender mal, más siendo de Barbieri, que
alguno podía relacionarlo con la barba de Castro. Total, que la canté, pero
diciendo que era de otra zarzuela también desconocida. Pero había en el teatro
un catalán que la reconoció y vino después
a decírmelo”.
Bien se ve que los desconocidos organizadores sabían el
terreno que pisaban, Aunque parezca mentira, en algunos lugares hay que andar
con pies de plomo, por si las moscas. De todos modos, parece que relacionar a
Barbieri con las barbas de Castro es hacer una asociación... por los pelos.
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