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sábado, 29 de septiembre de 2012

ZARZUELA - MÚSICA CLÁSICA



Disparate cómico-lírico en un acto, en prosa. Texto de José Estremera. Música de Ruperto Chapí. Estreno: 20 de septiembre de 1880, en el Teatro de la Comedia, de Madrid.

Personajes e intérpretes principales del estreno.
Paca, hija de Tadeo, aficionada al flamenco (Antonia García, soprano).
Cucufate, antiguo novio de Paca y aficionado a la lírica (Ramón Rusell, tenor cómico). Tadeo, bajo cantante de capilla, padre de Paca (Salvador Videgain, bajo).

Sinopsis. Un padre, bajo cantante de capilla, aspira a casar a su hija con algún músico importante para lo cual intenta que ella aprenda las bases del arte musical. Sin embargo, a la joven lo que de verdad le gusta es el flamenco y los ritmos de su tiempo. El novio, que es un pobre diablo, cesante y hambriento, se hace pasar
por compositor de relieve y para demostrárselo a su futuro suegro "compone" una obra a base de fragmentos muy conocidos de Beethoven, Mendelsshonn, Meyerbeer e incluso de una de las lecciones del Método de Solfeo de Hilarión Eslava.

Números musicales.
  • Preludio.
  • Lección de solfeo. Tadeo y Paca (“Eso no es así”).
  • Cuplés de Cucufae (“Soy un pobre cesante”).
  • Dúo de Paca y Tadeo (“Yo soy la pitillera”).
  • Terceto de Paca, Tadeo y Cucufate (“Yo soy un joven músico”).
  • Zapateado. Paca (“Yo no quiero que me lleven”).
  • Sinfonía descriptiva y final (“Ya somos felices”).
 Comentario.  Poco puede hacerse con un argumento tan simple y sin demasiadas ambiciones teatrales en el que intervienen tan sólo por tres personajes y cuyo acto único tiene lugar en "una sala medio decente". Aunque el texto contiene momentos de inspiración popular y no le falta chispa, no hay lugar para amplios concertantes, vehementes romanzas del tenor, delicadas y etéreas arias de la soprano, ni compases marciales o coros grandiosos.

Música clásica es una de las páginas características de Chapí que muestra su inspiración y su hondo sentido del teatro musical, que le permite pasar sin dificultad aparente, de la sencilla canción popular al fragmento de corte clásico tratado con fino sentido del humor. Puede considerarse como el punto de partida de su carrera profesional, pues fue escrita al regresar de su período formativo en Roma y París.

El preludio de esta pequeña joya, a la que no faltan intenciones paródicas, sorprende por la inclusión de dos citas, claramente identificables, del gran repertorio sinfónico: la Sinfonía pastoral de Beethoven y El sueño de una noche de verano, de Mendelssohnn. A partir de aquí, cualquiera de los números resulta muy atractivo. La simpática “Lección de solfeo” en la que hay referencia al Método de Solfeo de Hilarión Eslava, los “Cuplés” del hambriento Cucufate y el dúo entre los dos jóvenes protagonistas a ritmo de seguidillas. En el terceto vuelve Chapí a introducir una referencia a un obra clásica entonces conocida: una “canzonetta” de Mendelssohnn. Le sigue, como contraste y afirmación de los gustos musicales de Paca, un zapateado (“Yo no quiero que me lleven”) que da paso a la breve y conclusiva “sinfonía descriptiva y final”.

1 comentario:

  1. Hermosa zarzuela. Desde la Obertura en la que se mezclan temas clásicos con la música hispánica, encontramos una obrita llena de música hermosa.

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