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lunes, 6 de enero de 2014

BIEN CUIDADAS, LAS ROSAS FLORECEN SIEMPRE.


Escena de la obra (Foto. T. Zarzuela)


La del manojo de rosas (Sainete lírico en dos actos de Anselmo Cuadrado Carreño y Francisco Ramos de Castro. Música de Pablo Sorozábal). B. López. I. Ballesteros. D. Lagares. H. A. García. J.M. Padrón. L. Varela. Dirección de escena: Emilio Sagi. Coro del Teatro de la Zarzuela. Orquesta de la Comunidad de Madrid. Director musical: Miguel Ángel Gómez Martínez. Teatro de la Zarzuela 5-1-2014.



Dice el refranero castellano que “nunca segundas partes fueron buenas”. Está completamente equivocado si se intenta aplicar al segundo reparto de la reposición de La del manojo de rosas de Emilio Sagi, en el Teatro de la Zarzuela, de Madrid.

Ochenta años tiene ya este sainete (se estrenó en 1934) y sigue mostrando la lozanía y frescura de su inspiración musical, el sentimiento sencillo y emocionado de su letra seria y la gracia y desparpajo de sus diálogos cómicos. Estos elementos son la clave de su éxito y de su vigencia. La del manojo de rosas, es obra muy popular y conocida (un señor que tenía tras de mí se la sabía entera, y no perdió ocasión de hacérselo saber a su acompañante, ¡qué castigo!). No es momento, por lo tanto, de volver a recordar datos o detalles que son del dominio público y que están al alcance de cualquiera.

Lo que interesa es ofrecerles a ustedes nuestra opinión sobre la representación vista y oída hace unas pocas horas. Analizada en conjunto: formidable, modélica, de primer nivel. Una de las mejores funciones que hemos escuchado en el primer teatro de nuestro género lírico. La magia del teatro, la magia de la música, la magia de la zarzuela se adueñó de la sala y creó un ambiente especial. Hasta en el preludio del segundo acto, la orquesta consiguió que la mayoría del público se mantuviera en silencio, sosteniendo, incluso, su mudez durante unos segundos cuando la música ya había concluido, y eso que sigue habiendo espectadores que consideran que los preludios no merecen la atención de las romanzas o los dúo. Otro detalle: Todo el teatro se mantuvo en sus butacas al finalizar la representación, cuando es habitual ver que apenas ha caído el telón la primera vez, hay personas que parece que quisieran huir, de la precipitación con la que abandonan la sala.


¿A qué se debe este éxito? A la profesionalidad, seriedad, ilusión y cariño con que se ha desarrollado el trabajo. Hay que recordar que este “segundo reparto” tuvo la ocasión de ser preparado por la gran Teresa Berganza, cuya profesionalidad, seriedad, ilusión y cariño por la zarzuela están fuera de toda duda. Se nota su mano en pequeños detalles dinámicos, en el sostenimiento de esas notas finales de las romanzas, que detuvieron el tiempo en la sala. Las mismas cualidades adornan el trabajo escénico de Emilio Sagi, heredero por vía genética de una tradición interpretativa zarzuelera importantísima, capaz de plantear las obras que aborda con la normalidad que corresponde a sus libros y músicas originales. Emilio Sagi no necesita recurrir a planteamientos extraños y ajenos a la intencionalidad de los autores, que pretenden demostrar reivindicaciones políticas o sociales (siempre las mismas), nunca imaginadas.  A ellos hay que añadir la exquisita dirección musical de Miguel Ángel Gómez Martínez, una de nuestras primeras batutas. Gómez Martínez ha colocado a la orquesta en su justo nivel, sin prisas, sin dinámicas exageradas, haciendo que se escuchen todos los detalles de la elaborada partitura de Sorozábal y, lo que es fundamental en el teatro cantado, ha mimado a las voces, las ha acompañado con delicadeza y suavidad. ¡Qué magnífica habanera!

A estas grandes líneas creativas se incorporaron los protagonistas del sainete también con seriedad e ilusión. Belén  López, soprano madrileña, hizo una Ascensión magnífica, con una línea de canto de primer nivel, afinación, correcta dicción y dominio de fiato en unos finales inagotables. Inés Ballesteros, madrileña también, dio vida a una Clarita con salero y desparpajo, muy interesante en el trabajo actoral aunque su voz no llegara con la suficiente fuerza a los confines del teatro. David Lagares, barítono onubense, fue Joaquín, el mecánico enamorado de la florista. Cantó con firmeza, potencia y buen gusto, dando visos de sinceridad y apasionamiento a sus declaraciones amorosas. Héctor Ángel García, valenciano, fue Ricardo, el aviador hacia el que Ascensión se refugia cuando se cree burlada por Joaquín; dio vida a su personaje con soltura, planteándole con un adecuado toque de frivolidad porque, en realidad, le interesan más los aeroplanos que las rosas. Junto a Lagares pusieron en pié el simpático dúo-pelea entre sus personajes con más gracia que violencia.

Juan Manuel Padrón , canario, fue capaz de meterse en la piel de ese Capó enamorado de Clarita que tiene que luchar no sólo contra las “modernas” ideas de ella, sino con la feroz competencia de Espasa, que le apabulla y le aturde constantemente con expresiones pretendidamente cultas y exquisitas. Pero, claro, como el amor lo puede todo, Capó ganará la batalla al camarero cuando le plante cara en caló, dejándole boquiabierto y embobado, y demostrará a Clarita que por ella es capaz de todo.

Por último Luis Varela, madrileño y prácticamente especialista en el papel de Espasa, pues lo ha representado en varias ocasiones. Su vis cómica se adapta al personaje como un guante; a su texto hilarante e intelectualizado, une todo un catálogo de detalles mímicos que potencian la gracia y la eficacia de sus intervenciones.

La orquesta, ya lo hemos sugerido, estuvo magnífica. Tengo la impresión de que los propios músicos disfrutaron con su trabajo. Y cuando esto se consigue, el resultado trasciende el foso y la escena para instalarse en la sala.

En resumen, cuando la zarzuela no se hace “todo seguido”, como en tantas ocasiones, se demuestra que hay futuro. Sobre todo, si se cuenta con un plantel de intérpretes jóvenes entregados con entusiasmo a su interpretación.

Hemos empezado con un refrán y habremos de terminar con otro: como “en la casa del pobre dura poco la alegría”, lamentamos que en la página web del teatro no haya ninguna fotografía de este segundo reparto, y que los pocos colegas de la crítica que se han ocupado de esta reposición no hayan dedicado ni una palabra a estos excelentes intérpretes..

Y para que no quede un regusto amargo, dejamos  constancia de que la función del día 9 de enero de ste recién estrenado 2014, será retransmitida por Radio Clásica, de Radio Nacional de España. ¡Ah, casi lo olvido!: Estará interpretada por ¡el segundo reparto!



Vidal Hernando,



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