Sergio Castillo y Alejandro
Martínez. Universidad de Zaragoza. Zaragoza, 2016. 200 págs.
Hace once años que nos dejó una
de nuestras más grandes cantantes española: Pilar Lorengar (Zaragoza, 1928 –
Berlín, 1996), soprano de voz potente capaz de llegar a todos los rincones de
los más grandes escenarios, pero manejada con suavidad y delicadeza cuando era
necesario. Una voz fresca, clara y transparente, y, al mismo tiempo,
acariciadora y tierna. Una voz que, prácticamente nació al mundo del canto con
la zarzuela. Una voz que cuando estrenó El
canastillo de fresas, en 1951, fue destacada por el crítico de ABC Antonio Fernández-Cid por “la
frescura de su timbre encantador, la dicción sencilla, la facilidad y el brillo
de sus agudos, el filado perfecto y la general finura”.
Al cumplirse el décimo
aniversario de su muerte en la capital alemana, Sergio Castillo y Alejandro
Martínez, miembros de la Asociación Aragonesa de la Ópera Miguel Fleta, han
redactado una interesante biografía muy documentada; casi un diario de su vida
profesional que se articula en seis capítulos: 1-De Zaragoza a Madrid. El
nacimiento de una voz. 1928-1951; 2-Madrid. De la zarzuela a la ópera.
1951-1955; 3-El primer salto a Europa. Madrid se queda pequeño. 1955-1958;
4-Camino hacia su futuro: Berlín. 1958-1961; 5-Treinta años en Berlín.
1961-1991, y 6-Los adioses. 1991-1996.
En estos dos centenares de
páginas, podemos conocer los comienzos de su carrera como cantante, que no
fueron sencillos, su encuentro con la soprano madrileña Ángeles Ottein
(1895–1981) que fue su primer y verdadera maestra y con el malogrado director
de orquesta Ataúlfo Argenta (1913-1958) que contó con ella para llevar a cabo
la grabación de muchas zarzuelas.
Después vendría el gran paso a la ópera, presentándose en los mejores
coliseos de Europa y de los Estados Unidos de América para recalar en la
Deutsche Oper de Berlín a la que estuvo ligada durante más de 30 años, muchos
de ellos bajo la guía de Jesús López Cobos, director musical de ese teatro
entre 1984 y 1988.
La biografía nos da a conocer
detalles de su persona; por ellos sabemos que era una mujer bella, siempre alegre
y de una gran fortaleza, pero sobre todo que además de sus excepcionalidades
cualidades vocales era un profesional serie y responsable.
Quienes tuvieran ocasión de
escucharla en vivo seguro que recordarán los matices de su línea de canto y
quienes la vieran en escena, su capacidad interpretando los grandes personajes
de su repertorio. Quienes no hayan tenido esa suerte pueden escucharla en
cualquiera de sus 40 grabaciones discográficas de zarzuela entre obras
completas y recitales, 24 de óperas y 5
videos también de ópera.
Al detallado trabajo de Sergio
Castillo y Alejandro Martínez une el libro un prólogo de Plácido Domingo y el
epílogo Jesús López Cobos, su amigo y compañero en la capital alemana. Se añade
una completa discografía, una detallada cronología y una amplia y atractiva
documentación gráfica (casi 70 fotos) procedente de diversas colecciones particulares.
Un trabajo muy interesante que hacía falta, pues no hay bibliografía de una de
nuestras más grandes cantantes. Un libro de referencia para futuros estudios
sobre la soprano aragonesa, que esperamos no tarden en aparecer. J.P.M.
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