Protesta cantada |
Nuestro Diccionario define fusión como “unión de
intereses, ideas o partidos”, y fisión, como “escisión, rotura”. No sé si el
título de este apunte es exacto y correcto, pero la idea la creo clara: lo que
nació, al parecer, por razones interesadas (no expuestas con claridad, por
cierto), ha derivado en ruptura, por la decisión de José Guirao, el nuevo
Ministro de Cultura, de derogar el Decreto Ley que posibilitaba la unión del
Teatro Real con el de la Zarzuela.
Son muchos lo que se
han felicitado por la decisión, incluso algunos de aquellos que defendían que
la “idea” no es mala. No voy a entrar en este aspecto, aunque quizá convenga
recordar que una idea, aún siendo “buena” en sí misma, tiene que ser
desarrollada y si esto se hace mal, el resultado puede ser nefasto.
Lo importante de hoy es
que se detiene un proceso que se había concretado sin información, sin
proyecto, sin presupuesto, y con visos
de ser una decisión inapelable, dictatorial. Las buenas palabras e ideas de que
se buscaba la internacionalización de la zarzuela y su mejor promoción, desde
una entidad que prácticamente nunca se ha interesado por la zarzuela, era
difícil de comprender. Pero bueno.
El asunto continúa.
Quizá hayamos vuelto a la casilla de salida, pero la carrera volverá a empezar,
casi con seguridad. Puede que sea necesario, pero no conviene olvidar que son
bastantes los temas que habría que abordar y aclarar al público, a ese público
que todos los gestores culturales, sin excepción, consideran destinatario de su
actividad profesional. Ese público de que algunos prescinden cuando les
interesa, sin el menor pudor.
Como suele decirse,
habrá que estar atento a la pantalla. Pero, claro, si nos ponen anuncios ….
José Prieto
Marugán
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