Música
para la Paz. Homenaje al profesor Tomás y Valiente.
Obras
de A. Pärt, A. Bruckner, J. Brahms, S. Rachmaninov, L. Ondarra, F. Madina, G.
Fauré y C. Orff.
Eugenia
Boix, soprano. Alain Damas, tenor. Neopercusión (Director: J. Guillem). Daniel
Oyarzábal, órgano y piano. C. Constantini, L. Hamadi y M. Huertas, pianos.
Director musical: Igor Ijurra. Organiza:
Centro Superior de Investigación y Promoción de la Música, de la Universidad
Autónoma de Madrid. Auditorio Nacional, 28-2-2019.
El ya tradicional concierto
que el CSIPM de la UAM dedica a la figura de quien fue su profesor Francisco
Tomás y Valiente, ha estado dedicado este año a músicas relacionadas con el
amor divino y el amor humano, tema más que atractivo que nos ha dado ocasión de
escuchar ocho pequeñas obras “religiosas” en la primera parte y la infrecuente cantata Catulli Carmina, que junto con El
triunfo de Afrodita y la muy célebre Carmina
Burana, forman la trilogía de Carl Orff titulada Trionfi.
Abrió el programa una
impresionante y atractiva obra para órgano del compositor estonio Arvo Pärt,
que me pareció contemplativa y sugerente, enmarcada por un impresionante
crescendo que pone a prueba las capacidades del instrumento. Cerró esta primera
parte otra obra de Pärt, Frates, para
un grupo de percusión, llena de juegos tímbricos a base de distintas
secuencias, Entre ellas me llamaron la atención dos padrenuestros: Pater Noster, del autor navarro Lorenzo
Ondarra (1931-2012) con el tradicional texto latino y Aita Gurea, del guipuzcoano Francisco Madina (1907-1972), con la
letra en eusquera.
Estas y las otras páginas
fueron interpretada por el Orfeón con autoridad, delicadeza, fuerza y un
colorido vocal destacable.
Un momento del espectacular concierto (Foto: Rafael Martín) |
La soprano Eugenia Boix y el
tenor Alain Damas cumplieron su papel, papel ciertamente menos importante que
el de la masa coral. Con similar nivel de calidad hicieron su trabajo los ocho
percusionistas del grupo Neopercusión y los cuatro pianistas.
El público aplaudió con
entusiasmo y disfrutó de dos obras fuera de concurso ofrecidas por el Orfeón.
Sin duda, una buena manera de recordar al profesor Tomás y Valiente.
José Prieto Marugán
No hay comentarios:
Publicar un comentario