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lunes, 3 de febrero de 2020

Conciertos de Brandenburgo. Integral.


J.S Bach. Conciertos de Brandenburgo, BWV 1046-1051. Dunedin Consort. Director: John Butt. Auditorio Nacional, Madrid, 01-02-2020.


El ya tradicional concierto del Ciclo de Grandes Autores e Intérpretes de la Música (CSIPM-UAM) dedicado a la memoria del profesor Tomás y Valiente, ofreció la integral de los Conciertos de Brandenburgo, páginas escritas hacia 1718 y 1720, y dedicadas al Margrave de la antigua provincia alemana del mismo nombre. Frente a otras colecciones similares, estos conciertos no son “parecidos”; todo lo contrario, cada uno de ellos presenta una formación instrumental distinta y carácter también diferente. Lo que les une es su enorme originalidad, su virtuosismo y sus posibilidades expresivas. Con esta colección Bach, toma el modelo italiano de Vivaldi, lo modifica, lo amplía, lo desarrolla, lo hace crecer y lo lleva a límites insospechados, dando, de esta manera la medida de su genio, de su trabajo de artesano y orfebre. 

No es frecuente escuchar estas seis piezas en una misma sesión, entre otras razones porque su ejecución es muy exigente, en esta ocasión quizá más, porque al esfuerzo propio de la interpretación, habría que añadir que casi todos los conciertos fueron tocados de pie. Como oyente, escuchar todos los Conciertos de Brandenburgo de un tirón, es una experiencia muy atractiva. 

La versión que escuchamos fue ofrecida por el Dunedin Consort, agrupación nacida en Edimburgo (Escocia) en 1995 y que hoy goza de un prestigio internacional. Es un conjunto de una veintena de músicos, todos ellos solistas de primer nivel, que hacen música con ganas, disfrutando, sin por ello perder el rigor que requiere la música. John Butt, organista, clavecinista y director, está considerado uno de los grandes especialistas de la música barroca en general y de Bach en particular. Dirigió desde el clave, de pie, y fue solista brillantísimo en el quinto de los conciertos. Imprimió al conjunto fuerza y vitalidad y supo destacar dinámicas, fraseos, potencia y delicadeza y el complejo juego contrapuntístico que contienen estas partituras. Fue una interpretación enérgica, brillante y vitalista.

El director John Butt.
No estoy muy seguro de que la sala sinfónica sea el mejor escenario para estas músicas, pero la demanda de localidades superaba con creces la capacidad de la sala de cámara. Digo esto porque, la simple colocación de los instrumentistas, mirando hacia el público o hacia sus compañeros, provocó ligeras variaciones en el sonido que llegaba. Pensé que las personas que ocupaban las tribunas laterales y, sobre todo, la del fondo de la sala, no pudieron escuchar bien, especialmente el clave en el quinto concierto, con la tapa levantada. Quizá sean sólo detalles menores.

En resumen, la sesión fue excelente. Pudimos escuchar virtuosismo, bravura, sonoridades y colores instrumentales, juegos de armonías entrecruzadas… en definitiva, buena música y muy bien interpretada. El público lo agradeció con calurosos aplausos.
Vidal Hernando

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