Por José Prieto Marugán.
Entre los
músicos profesionales y aún los meros aficionados, existe general coincidencia sobre
que la presencia de los términos musicales en el Diccionario de la Real Academia Española (que muchos llaman
equivocadamente Academia de la Lengua), es pobre, y no siempre los términos que
en ella encontramos están adecuadamente explicados[1]. En
ocasiones esta situación se achaca a la ausencia de músicos entre los académicos;
recordemos que, en la amplia historia de la institución, sólo ha habido un
académico músico: Francisco Asenjo Barbieri. No rechazamos la hipótesis de que la ausencia
de un académico músico sea la responsable de la situación de la terminología musical
en el Diccionario, pero hay que dejar
claro que esta justificación no es admisible. Se ha podido, y se podría, sin
duda, encargar la tarea a una persona o a un grupo, expertos sin necesidad de
que ocupara ninguno de los asientos de la Real Academia Española.
Portada del Diccionario de Autoridades |
Con ser
interesante este tema, no es el objeto de estas líneas. En ellas sólo nos
interesa rastrear la palabra “zarzuela” para saber cuándo aparece y cómo se
define a lo largo de la historia. Para elaborarlas, hemos recurrido a una
interesante colección de Diccionarios disponibles
online a través de esta dirección: http://buscon.rae.es/ntlle/SrvltGUISalirNtlle (Nuevo Tesoro
Lexicográfico de la Lengua Española). Este conjunto lo componen 65 publicaciones
desde el Nebrija, de 1495 hasta la edición oficial de la Academia de 1992. En
este conjunto y gracias a las posibilidades de las nuevas tecnologías, hemos
buscado la palabra “zarzuela”. Estos son los resultados.
La primera vez que aparece la voz “zarzuela” en el conjunto es en el Diccionario de Autoridades (1726-1739), y es definida como “Representación dramática, a modo de comedia española, con sólo dos jornadas”. En la entrada correspondiente se indica el origen del término: “Llámase así, por haberse hecho la primera en el Real Sitio, que llaman de la Zarzuela[2]”. No tenemos la certeza absoluta, pero esta explicación podría suponer que se trata de una palabra “nueva”, cuya etimología provendría, como es creencia muy generalizada, de “zarza”, el arbusto rosáceo espinoso que produce moras, que crece espontáneamente y muy abundante en el lugar señalado.
Es
curioso que la definición de “zarzuela” tardara más de 80 años[3]
en aparecer en el Diccionario, pues
una de las primeras obras músico-teatrales denominadas zarzuela, fue El laurel de Apolo, “fiesta de zarzuela en dos actos”, de Calderón de la
Barca, con música de Juan Hidalgo, ofrecida el 4 de marzo de 1658, en el Teatro
de los Jardines del Buen Retiro. En ella uno de los personajes es la propia Zarzuela
que se define así:
No es comedia,
sino solo
una fábula
pequeña,
en que, a
imitación de Italia,
se canta y se
representa.
En 1803, el
diccionario que en la página web anotada se define como “Academia Usual[4]”,
apunta una nueva definición en la que, por primera vez aparece la música:
“Composición dramática en dos actos, parte de ella cantada”. No figura el
detalle de la alternancia entre declamación y canto, que es la cualidad
esencial de la zarzuela, aunque la definición del término en este diccionario,
de principios del siglo XIX, incluye el término “melodrama”, palabra no
incluida en este volumen, aunque ya aparece en Autoridades (“Diálogo en música, Es voz griega y
nuevamente introducida”).
Los
diccionarios de Núñez de Taboada (1825) y Salvá (1846) mantienen la definición
oficial de 1803, pero en 1853, Domínguez la amplía, añadiendo esta frase:
“Especie de parodia melodramática. Con personajes ridículos”. Merece la pena pensar
en esta expresión, que asigna al género un carácter paródico y humorístico,
cuando ya se han estrenado Gloria y
peluca (1850) y Jugar con fuego,
ambas de Barbieri, por citar sólo dos títulos. Este diccionario añade a la
definición una relación de lugares geográficos españoles identificados como
“zarzuela”. Son éstos:
1 –
Villa en la provincia, obispado y partido a 2 leguas de Cuenca con 298
habitantes.
2 –
Lugar en la provincia, partido a 8 leguas de Guadalajara, con 250 habitantes.
3 –
Alquería en la provincia de Guadalajara, partido y obispado y a 6 leguas de
Sigüenza, con 318 habitantes.
4 - Sitio
o casa real en la provincia, partido y a 2 leguas al N.O. de Madrid; y a 3/4
S.O. del Pardo. Este sitio lo fundó el infante D. Fernando, gobernador que fue
de Flandes, hermano de Felipe IV.
Zarzuela del Monte. Desp.
en la provincia obispado y partido de Guadalajara con 53 habitantes,
Lugar,
provincia, obispado y partido y a 3 y ½ leguas de Segovia, con 612 habitantes,
Zarzuela del Pinar. Lugar
en la provincia, obispado y a 7 leguas de Segovia, con 896 habitantes.
En 1855, Gaspar
y Roig, mantiene la definición anterior e incluye algunos lugares y villas. Su
relación es ligeramente diferente de la anterior:
Geografía
España. Villa de 60 vecinos, situada en la provincia de Cuenca a 3 leguas de la
capital.
Zarzuela de Galve, aldea
de 20 vecinos situada en la provincia de Guadalajara, a 9 leguas de la capital
y 5 de Atienza.
Zarzuela del Monte. Lugar
de 240 vecinos, situada en la provincia de Segovia, a 5 leguas de la capital.
Zarzuela del Pinar.
Lugar de 110 vecinos, situado en la provincia de Segovia a 7 leguas de la
capital y 4 de Cuéllar.
En esta
relación de lugares geográficos encontramos diferencias con los datos
correspondientes proporcionaos por Domínguez; Zarzuela del Monte está en otra provincia
y Zarzuela del Pinar, tiene un censo muchísimo menor. No sabemos si estas
diferencias se deben a falta de rigor o a que la calificación administrativa de
estos lugares pudiera ser diferente.
La edición de
Academia Usual de 1884, continúa ofreciendo tanto el origen de la palabra como
la definición que indica que es obra declamada y cantada. Pero añade dos
acepciones: “1 – Letra de la obra de esta clase”, y “2 – Música de la misma
obra”. Además, en este Diccionario aparece
una nueva entrada: “f.d. de zarza”. Adviértase que
Zerolo, en
1895, expone las mismas definiciones de nuestra referencia anterior, y añade,
por primera vez un refrán: Abad de
zarzuela, comisteis la olla, pedís la cazuela, para cuya explicación remite
a la voz “abad”, en la que se dice: “Refrán que reprende a los que, no
contentos con lo necesario, piden lo superfluo”.
En
1899, Academia Usual ofrece, por vez primera, un derivado: “Zarzuelista: “com. Poeta que escribe
zarzuela. Maestro que compone música de zarzuela”. Obsérvese, en esta última
definición; poner “música de zarzuela”, parece señalar la existencia de un tipo
de música propio de este género teatral, como si dijéramos “música de circo” o
“música de salón”; quizá hubiera sido más propio escribir “maestro que compone
(o escribe) música para zarzuela”.
Además, utiliza la misma palabra para definir al músico y al escritor, aunque
más adelante estas profesiones serán separadas en dos palabras.
Los
diccionarios de Toro y Gómez (1901),
Academia Usual (1914), y Alemany y Bolufer (1917), mantienen las definiciones
para los términos “zarzuela” y “zarzuelista”. Pero en 1918, en el volumen de
Rodríguez Navas, encontramos alguna pequeña diferencia: Zarzuela: “Teatro. Obra representable que
tiene parte hablada y cantada”. Este diccionario recuerda el origen del
espectáculo (“El Pardo, prov. Madrid) donde se representaban composiciones de
esta clase”, al tiempo que indica que el vocablo a que venimos refiriéndonos es
“dim. De zarza”). Rodríguez Navas incluye la referencia a los lugares
geográficos ya conocidos: provincia de Cuenca, Zarzuela de Galve, (aldea de
Guadalajara); Zarzuela del Monte (Segovia); y Zarzuela del Pinar (también al
Segovia), y Zarzuela de Jadraque (también en Guadalajara), lugar que aparece
citado por primera vez. Pero, lo que más nos interesa: las nuevas entradas zarzuelero, ra y zarzuelista. En la primera, indica que “se aplica a la
representación teatral parecida a la zarzuela o lo relativo y perteneciente a
la misma”. En la segunda, “Libretista, compositor de música que escribe
zarzuelas. Zarzuelero”.
En 1925,
Academia Usual mantiene sus definiciones para el término “zarzuela”. Y ya
separa los términos zarzuelero,ra, y
zarzuelista, asignando a cada parte
del espectáculo una palabra: zarzuelero es “poeta
que escribe zarzuelas” y zarzuelista, “maestro
que pone música de zarzuela”.
El Diccionario de Pagés, de 1931, ofrece un
amplio abanico de términos relacionados con la zarzuela; un conjunto de siete
palabras, entre las cuales aparece por primera vez la voz zarzuelesco, que no registra ningún otro de los diccionarios
consultados. Otra novedad, muy curiosa, es que a cada una de las definiciones
ofrecidas, añade un texto literario, a la manera del Diccionario de Autoridades, que muestra frases de literatos en las
que figura el término en cuestión. Veamos, a continuación, este conjunto de
palabras:
Zarzuela. “f.d. de zarza”.
“Raíces verdes
de grama, brezo y zarzuela eran para nosotros manjares opíparos; etc.” (R. José
de Crespo).
Zarzuela. (Del real sitio de la Zarzuela, donde por primera vez se representaron). F. Obra
dramática y musical que alternativamente se declama y se canta.
“A mí me gusta lo bueno, / y he
asistido a las zarzuelas, / los bailes y los conciertos puntual” (Ramón de la
Cruz).
“Las zarzuelas no han desaparecido
todavía, ni han engendrado la ópera española (P.A. de Alarcón)”.
“Por otra parte, yo me atrevo a
sostener que en la más desvergonzada zarzuela bufa no hay la quinta parte de
los chistes primaverales o verdosos que en muchas comedias de Tirso, etc.”.
“La madre que anhele conservar el tesoro de
candor que hay en el alma de su hija, y hasta acrecentarle, llévela a
cualquiera de las muchas iglesias que contiene Madrid, y no la lleve a oír las
zarzuelas” (Juan Valera).
“Una mañana (Cristeta), mientras se
peinaba, comenzó a cantar coplas de cierta zarzuela, que a la sazón estaba de
moda” (I Octavio Picón).
Zarzuela. Letra de la obra de esta clase.
“Ahora mismo acaba de llegar un
estudiante gallego con unas alforjas llenas de piezas manuscritas: comedias,
folías, zarzuelas, dramas, melodramas, loas, sainetes…” (L.F. de Moratín).
Zarzuela. Música de la misma obra,
“… pasaba un mozalbete silbando un
aire de zarzuela, etc.” (E. Pardo Bazán).
Zarzuelero, ra. Adj. Perteneciente o relativo a la zarzuela. 2º art.
U.t.c.s.
“Él (D. Ramón de la Cruz) abrió
brillante camino a los zarzueleros y sainetistas del día, que le deben respetuosa
gratitud, como a su patriarca” (Juan Valera).
Zarzuelesco, ca. Adj. Propio de la zarzuela o parecido a ella.
“Era ninfa de apoteosis zarzuelesca,
profanada por el carmín barato” (J. Octavio Picón).
“Aquiles, de muy buen humor, empezó
a pasearse canturreando una jota zarzuelesca, popularizada por todos los
organillos de España” (R. del Valle Inclán).
Zarzuelista. Com. Poeta que escribe zarzuelas, y también: “Maestro
que compone música de zarzuela”.
Los
diccionarios oficiales de la Academia de 1989 y ediciones siguientes (Academia
manual) mantienen sus definiciones anteriores. Además, incluye para zarzuela “Plato consistente en varias
clases de pescado y marisco, condimentado con una salsa”. También aparece, por
primera vez en este conjunto de diccionarios esta acepción para zarzuelero: “Aplícase a la persona
aficionada a la zarzuela”.
Vamos a dar por
terminado este trabajo, que sólo pretende ser curioso, con la situación del Diccionario oficial en 2020, a través de
su versión electrónica (https://dle.rae.es/) y del célebre
Diccionario de uso del español de
María Moliner.
El volumen
oficial de la RAE, expone:
Zarzuela. De Zarzuela,
nombre del real sitio donde por primera vez se representaron.
1. f. Obra dramática y musical de origen español en que alternativamente se
habla y se canta.
2. f. Libreto, texto de una zarzuela.
3. f. Música de una zarzuela.
4. f. Género al que pertenecen las zarzuelas.
5. f. Plato consistente en varias clases de pescados y marisco condimentado
con una salsa.
Zarzuelero, ra 1. adj. Perteneciente o relativo a la zarzuela.
Zarzuelista. 1. m. y f. Autor de textos de zarzuelas. 2. m. y f. Maestro que compone música de zarzuela.
El trabajo de María Moliner ofrece este conjunto:
Zarzuela. Diminutivo de zarza.
Zarzuela2 (del real sitio de la Zarzuela,
donde se supone que pudo ser representada por primera vez). 1- f.
Obra *teatral, generalmente de asunto ligero, en que se declama y se canta
alternativamente. Música de ella. Letra de ella. 2 - Guiso hecho con pescado o marisco variado.
Zarzuelero, -a. adj. De [la, las] zarzuela[s]. Aficionado a la zarzuela.
Zarzuelista. n. Compositor o escritor de zarzuelas.
Zarzuelístico, -a. adj. De [la] zarzuela (obra
teatral, etc.).
Diccionarios
utilizados.
·
Diccionario de la lengua castellana, en que se explica
el verdadero sentido de las voces, su naturaleza y calidad, con las phrases o
modos de hablar, los proverbios o refranes, y otras cosas convenientes al uso
de la lengua […]. (Autoridades). Compuesto por la Real
Academia Española. (Audoridades). Tomo sexto. Que contiene las letras
S.T.V.X.Y.Z. – Madrid. Imprenta de la Real Academia Española, por los herederos
de Francisco del Hierro. 1739.
·
Diccionario de la lengua castellana compuesto por la Real Academia Española, reducido a
un tomo para su más fácil uso. – Madrid, Joachin Ibarra, 1780.
·
Núñez de
Taboada. M. Diccionario de la lengua
castellana, para cuya composición se han consultado los mejores vocabularios de esta
lengua y el de la Real Academia Española, últimamente publicado en 1822;
aumentado con más de 5000 voces o artículos que no se hallan en ninguno de
ellos, 2 vols. – París,
Seguin, 1825.
·
Salvá, Vicente. Nuevo diccionario de la lengua castellana,
que comprende la última edición íntegra, muy rectificada y mejorada del
publicado por la Academia Española, y unas veinte y seis mil voces, acepciones,
frases y locuciones, entre ellas muchas americanas […]. – París, Vicente
Salvá, 1846.
·
Domínguez, Ramón
Joaquín. Diccionario Nacional o Gran Diccionario
Clásico de la Lengua Española (1846-47). – Madrid-París. Establecimiento de
Mellado, 1853. 5ª edición. 2 vols.
·
[Gaspar y Roig].
Biblioteca Ilustrada de Gaspar y Roig. Diccionario
enciclopédico de la lengua española, con todas las voces, frases, refranes y
locuciones usadas en España y en las Américas españolas […] Tomo II. –
Madrid. Imprenta y Librería de Gaspar y Roig, editores. 1855.
·
Real Academia
Española. Diccionario de la lengua
castellana por la Real Academia Española. Duodécima edición. Madrid.
Imprenta de D. Gregorio Hernando. 1884.
·
Zerolo, Elías. Diccionario enciclopédico de la lengua
castellana. - París. Garnier hermanos, 1895. 2 vols.
·
Real Academia
Española. Diccionario de la lengua
castellana por la Real Academia Española. -Décimatercia edición. Madrid.
Imprente de los Sres. Hernando y compañía. 1899.
·
Toro y Gómez,
Miguel de. Nuevo diccionario
enciclopédico ilustrado de la lengua castellana. París-Madrid.- Librería
Armand Colin – Hernando y Cía. 1901.
·
Real Academia
Española. Diccionario de la lengua
castellana por la Real Academia Española. Décimocuarta edición. Madrid.
Imprenta de los sucesores de Hernando. 1914.
·
Alemay y Bolufer,
José. Diccionario de la Lengua Española.
- Barcelona. Ramón Sopena. 1917
·
Rodríguez Navas y
Carrasco, Manuel. Diccionario general y
técnico hispano-americano. - Madrid. Cultura Hispanoamericana. 1918.
·
Real Academia
Española. Diccionario de la lengua
española. Décima quinta edición. Madrid. Calpe. 1925.
·
Pagés, Aniceto
de. Gran diccionario de la lengua castellana,
autorizado con ejemplo de buenos escritores antiguos y modernos […].
Continuado y completado por José Pérez Hervás. Tomo quinto. -Barcelona. Fomento
comercial del libro. Sin año [pero 1931].
·
Real Academia
Española. Diccionario Manuel e ilustrado
de la lengua española. Cuarta edición revisada.- Madrid. Espasa-Calpe.
1989.
·
Moliner, María. Diccionario de uso del español. Gredos.
Madrid, 2016.
·
Real Academia
Española. Diccionario de la lengua
española. - Edición electrónica de 2019.
[1] En marzo de 2004
publicamos en la revista Música y
Educación, un artículo titulado “Los instrumentos de la orquesta en el
diccionario”, que trataba este tema. En aquello ocasión se utilizó la edición
electrónica del Diccionario, de
Espasa Calpe que reproducía la de la Academia de 1992, además de la incluida en
la Enciclopedia Encarta, de 2001 y el Diccionario
de uso del español, de María Moliner, edición electrónica de 1995. Hemos de
añadir que, con posterioridad a ese trabajo la Academia Española revisó muchas
de las definiciones de los términos tratados en el artículo, armonizándolas,
simplificándolas y aclarándolas en muchos casos. Algo se hizo, pero nuestro Diccionario oficial, sigue careciendo de
un corpus de términos musicales completo y bien definido.
[2] Esta aclaración apareceré
en otras ediciones, aunque no en todas, llegando, incluso hasta la versión
electrónica disponible en 2020 (https://dle.rae.es/?w=zarzuela.
Consulta: 11-03-2020). El palacio data
de 1627, año en que Felipe IV ordenó construir un pabellón de caza, que fue
concluido en 1635.
[3] El último volumen fue
publicado en 1739.
[4] Entendemos que es el
diccionario oficial de la Academia.
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