Nos llegan noticias de la celebración, el pasado día 14 y en la Sala Argenta del Palacio de Festivales de Santander, de una representación singular protagonizada por el Coro Joven de Santander a la que se ha dado el título de Vientos del Norte.
El espectáculo puso sobre el escenario una historia que se ambienta en sucesos de finales del siglo XIX (el desastre de Cuba y la pérdida de Filipinas, entre otros), pero que, a través de historias de amores felices o contrariados, injusticias, abusos y también arrepentimientos, pone ante el espectador situaciones de nuestro propio tiempo.
Vientos del Norte ha sido interpretado por el Coro Joven de Santander, un conjunto vocal de jóvenes cántabros, entre 16 y 26 años de edad, de distintas profesiones que nació en 2017 y que tienen en común su interés por la música. Bajo la dirección de César Marañón, y con un trabajo serio detrás, ya han sido premiados en varios certámenes y han dado vida a este espectáculo que aúna fragmentos de zarzuela, teatro y folclore con un libreto de Borja Molla e Inazio López. Del vestuario, tradicional, se ha ocupado Beatriz Bermúez y María José Mínguez, en el que no han faltado elementos de atrezo de los propios cantantes y sus familiares. Entre otras músicas, se han escuchado fragmentos como el “Pasodoble de los sargentos”, o el “Coro de románticos”, y otros números de La verbena de la Paloma o de Agua, azucarillos y aguardiente.
Es espectáculo estuvo acompañado por la Orquesta Behotsik, de Bilbao, bajo la dirección de Igor Jiménez. La orquesta es una formación de jóvenes que inició su andadura en 2012 y que ya ha dado conciertos hasta en algunas ciudades de Francia y Alemania. La participación de este conjunto vasco ha tenido como consecuencia que Viento del Norte también se haya ofrecido, también, en el Teatro de los Campos Elíseos, de Bilbao.
Nos confirman que ambos conjuntos han desarrollado un trabajo serio y entusiasta y han disfrutado de él. Para algunos de estos jóvenes, la función ha supuesto su acercamiento a la zarzuela y lo que es más importante, su descubrimiento. Ese género del que les decían que era “antiguo, pasado y carca”, les ha entusiasmado; quizá porque se han dado cuenta de que esta música, especialmente el género chico, ha nacido en el pueblo, ese mismo pueblo del que ellos proceden.
En la ficción, Vientos del Norte es el nombre de un barco que se construye en los astilleros santanderinos. Ojalá este coro y esta orquesta tengan ocasión de hacer en él una larga y próspera travesía. José Prieto Marugán.
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