Arteta y Vargas. Espléndido recital.

 Romanzas y dúos de Chueca/Valverde, Sorozábal, Moreno-Torroba, Giménez, Carmena, Moreno Torroba, Guridi, Serrano y Penella.

Intérpretes:  Ainhoa Arteta, soprano. Ramón Vargas, tenor. Javier Carmena, piano. Teatro de la Zarzuela, de Madrid, 6-2-2023.

La soprano tolosana Ainhoa Arteta, muy querida en este teatro, como en todos los que se ha presentado al público, ha pasado muy malos momentos a causa de la grave enfermedad del virus del COVID. Felizmente, Ainhoa se ha recuperado y este recital ha sido, para ella y para esos agoreros que la daban vocalmente por perdida, la prueba evidente no sólo de su recuperación, sino de lo que nos parece más importante, de su tesón, de su constancia y de sus ganas de seguir ofreciendo su canto  a todos cuantos quieran disfrutar de él. Ella misma dijo, al terminar el concierto, que “Hay Arteta para rato”. Nos alegramos. Sinceramente.

 Aunque es verdad que, al comienzo del concierto la vimos nerviosa y en algún momento inquieta, poco a poco fue ganando en seguridad, afianzándose en las tablas y, aunque hubo algún pequeño percance en la zona más alta, la Arteta completó un recital brillante con una destacada romanza de Mirentxu (de la obra del mismo título de Guridi) y en la celebérrima y comprometida “Sierras de Granada”, de La tempranica. Además, se atrevió con dos perlas de La Gran Vía chico: El “Tqngo de la Menegilda” el “Chotis del Elíseo”. En estas piezas la encontramos algo nerviosa y es que son fragmentos extraordinariamente difíciles de interpretar, aunque llamemos a estas músicas ”género chico”.  

El tenor mexicano Ramón Vargas fue un triunfador absoluto, luciendo su voz poderosa en los registros extremos, una musicalidad exquisita, una pronunciación clarísima y un estilo muy adecuado.  Se lució en la interpretación de la no muy conocida “Romanza de Teháe”, de La isla de las perlas, de Sorozábal) y en la de José Miguel, de El caserío, de Guridi. Ofreció además, una imponente interpretación del dramático “Relato de Rafael”, de La Dolorosa, del maestro Serrano, dando todo el sentido trágico a un texto imponente de Juan José Lorente. A más de uno se le hizo un nudo en la garganta. Incluyó también el mejicano la interpretación de una romanza (la de Tadeo) perteneciente a la zarzuela El orgullo de quererte, compuesta por el pianista que les acompañaba: el toledano Javier Carmena. Esta zarzuela fue estrenada en el mes de julio del pasado año en los Teatros del Canal, y es una música muy agradable, en la que domina le melodía y el color y que gustó al público, a juzgar por los aplausos espontáneos con que la recibió.

 Además de su triunfo aislado, ambos artistas pusieron en pie cuatro dúos: El de Carolina y Javier, y el de Luisa Fernanda y Vidal, ambos de Luisa Fernanda¸ el de Ana Mari y José Miguel, de El caserío, y el de Soleá y Rafael, de El Gato Montés, piezas todas ellas conocidas. En las cuatro dieron muestra de calidades individuales y de una extraordinaria compenetración.

 Un recital excelente, con una Ainhoa Arteta poderosa, satisfecha y esforzada, que tuvo la valentía de ofrecer una propia impresionante: tirada en el escenario subyugó al público con una vibrante interpretación del aria de Soledad de La vida breve.

Vidal Hernando.

Foto: Teatro de la Zarzuela