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domingo, 6 de octubre de 2024

Un recuerdo al Maestro Alonso.

 

Fragmentos de La Calesera, Curro el de Lora, La zapaterita, Doña Mariquita de mi corazón, Aquella noche azul, Luna de miel en El Cairo, Me llaman la presumida y Maitechu mía. Carmen Mateo, soprano. Marcelo Solís, barítono. Atlantida Chamber Orchesta & Choir. Director: Manuel Tevar. Sala de Cámara del Auditorio Nacional de Música, Madrid, 5 de octubre de 2024.

Como adelanto al hecho de que en el año próximo se cumplirá el primer centenario de los estrenos de dos grandes zarzuelas del compositor granadino Francisco Alonso, hemos tenido ocasión de escuchar fragmentos muy representativos de La Calesera y Curro el de Lora, que ocuparon la primera parte este recital. La conocida “Romanza de Rafael” y otros números de la primera de las obras citadas, dio paso a sendos números de su gran zarzuela Curro el de Lora: ese Curro el de Lora que quiso convertir en ópera, ese Curro que consideraba su mejor trabajo y ese Curro que es un desconocido si hablamos de representaciones teatrales. Es cierto que hay una grabación, realizada en 2007, bajo la dirección de Juan de Udaeta, con la Orquesta y Coro de RTVE, además de un magnífico plantel de solistas, pero Curro el de Lora espera una recuperación escénica, porque es una gran página de nuestra literatura lírica que no merece estar fuera del repertorio.

La segunda parte nos ofreció números musicales de un Alonso más moderno, de otras producciones de su pluma más cercanas a lo que se ha llamado “modernidad” que se traduce en el empleo de formas americanas: el foxtrot, el swing … Hay que ver la habilidad del granadino para pasar de un chotis castizo a un pasodoble garboso, en la misma pieza. Sorprende la versatilidad de sus composiciones más ligeras, frente a la seriedad y la grandeza de un Curro.

El recital terminó con la impresionante y apasionada canción Maitechu mía, escrita en San Sebastián de un tirón, algunos quizá dirían hoy que “en directo”; página que ha sido cantada por las más grandes voces, y por conjuntos musicales que practican géneros diferente al lírico.

Fueron protagonistas la soprano alicantina Carmen Mateo, de voz no muy grande pero con técnica suficiente para el repertorio que abordaba. Marcelo Solís, fue el solista masculino. Su voz baritonal llenó la sala y cantó con soltura y acierto. Fueron acompañados por una pequeña orquesta de cámara, a las órdenes del director madrileño Manuel Tevar que, a nuestro juicio, ofreció un volumen a veces excesivo para la sala, corriendo el riesgo, en algún momento, de tapar a los cantantes.

El público aplaudió con entusiasmo, y participó en el pasacalle “Por la calle de Alcalá”; de Las Leandras que fue ofrecido como propina. José Prieto Marugán.

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