Zarzuela cómica en tres actos,
divididos en ocho cuadros, en prosa y verso. Texto de Miguel Ramos Carrión y
Vital Aza. Música de Ruperto Chapí. Estreno: 20 de abril de 1891, en el Teatro
de la Zarzuela,
de Madrid. Acción en un país de opereta.
Personajes e intérpretes principales del estreno. Rosa, sobrina del
alcalde, prima y prometida de Jeremías (Encarnación Fabra, soprano).
El Rey, enamorado de Rosa (Almerinda Soler di Franco, soprano).
Jeremías, primo y prometido de Rosa (Eduardo Bergés, tenor cómico). El Alcalde
(Sr. Serrano). El General, consejero del Rey (Daniel Banquells). El Almirante,
consejero del Rey (Ramón Navarro). El Gobernador, consejero del Rey (Sr.
Suárez) El Intendente, consejero del Rey (Sr. Garro). El Capitán (Sr. Jimeno, barítono).
Escenografía: Amalio Fernández y Luis Muriel.
Sinopsis. Un joven rey decide realizar un viaje por sus dominios
para comprobar cómo vive su pueblo. Sus consejeros se oponen, pero el monarca
insiste y, disfrazado de pastor y en compañía del General, llegan a un pueblo
en el que no escuchará ninguna queja porque el Gobernador va
"allanando" el camino, comprando silencios y voluntades. En el pueblo
vive Jeremías, enamorado de su prima Rosa.
El monarca, al ver a la joven, se enamora de ella, pero un pelotón de
reclutamiento se lleva a Jeremías, al Rey y al General que se enrola como
ranchero.
Rosa averigua dónde está el Rey y
juntos se fugan del cuartel. Como también lo hace Jeremías, el General se ve
obligado a descubrir su identidad y así poder perseguir a los escapados.
Jeremías, declarado prófugo, es localizado en una casa labriega donde ha
llegado herido, pues le ha mordido un perro. La tropa, que ha confundido a
Jeremías con el Rey, se lo lleva a Jeremías a palacio y también al perro para
que lo examinen los doctores, por si tuviera la rabia. Rosa y el Rey disfrutan
de su cariño.
De regreso a Palacio, el Rey
aclara todo lo sucedido y al serle presentados los retratos de varias princesas
para que elija esposa, anuncia que su elección está hecha y ordena que entre
Rosa elegantemente ataviada, acompañada por Jeremías, convertido en oficial de
la milicia.
Principales números musicales.
Acto I.
- Introducción, coro y pasodoble (“Al monarca esperaremos”).
- Cuplés del Rey. Rey y Coro (“Bienvenido nuestro soberano”).
- Cuarteto polca de la dimisión. Gobernador, Intendente, Almirante, General (“¡La dimisión! ¡La dimisión!”).
- Idilio pastoril. Rey, Almirante, Intendente (“Soy un pastor sencillo”).
- Cuarteto de la risa. Almirante, Intendente, General, Rey (“¿Quién es? No sé”)
- Coro de aldeanos (“¡Señor alcalde! ¡Señor alcalde!”).
- Cuarteto. Rosa, Rey, General, Jeremías (“El chorro de la fuente”).
- Final I. Acto. Coro, Rey, Rosa, Jeremías, General (“Ahí llega ya la música”).
Acto II.
- Arieta de Rosa (“Mi tío se figura”)
- Duetino de Rosa y el Rey (“Mientras con los reclutas”).
- Coro de segadores (“Alegres segadores”). Mazurca del ris-ras. Canción de Rosa (“Por entre las mieses”)
- Nocturno. Orquestal.
- Raconto de Jeremías (“¡Por Dios! ¡Por la Virgen!”)
- Quinteto. General, Gobernador, Capitán, María, Rey (“Buenas noches”)-
Acto III
- Coro de pajes (“Compañeros venid”).
- Coro de doctores (“Juzgando por los síntomas”).
- Romanza del Rey (“Intranquilo estoy”).
- Terceto. Rey, Rosa, Jeremías(“Mi amor, mi bien, mi dueño”).
- Escena de las embajadas. Coro, Intendente, Rey, Embajadores (“Dios ilumine al soberano”).
- Final (“Viva el Rey”).
Comentario. Ambientada en un país de opereta es una sátira contra
los malos gobiernos, una crítica velada a España y sus mandatarios.
Si desde el punto de vista
literario el texto está plagado de felices momentos, no en balde los autores
son humoristas consumados y conocedores de su oficio, el aspecto musical es
indiscutiblemente fastuoso.
Los tres actos de que consta
se suceden con una admirable sencillez y
si un fragmento nos deja satisfechos y sorprendidos, no es sino para
prepararnos para el siguiente que, superará, si cabe, las virtudes del primero.
A propósito del estreno se publicó en Heraldo de Madrid: "19 números tiene la partitura y 19 ovaciones
obtuvo Chapí. El rey que rabió, está asegurado por mucho tiempo en su trono.
No hay peligro de que sea
destronado". El rey que rabió es
de sobra conocida, representada con
frecuencia y alabada en todos los sitios en que se ha presentado. Tiene
momentos de singular belleza como el "Cuarteto de la dimisión", en el
que los personajes han sido trazados tan admirablemente que podrían pertenecer
a cualquier época; la delicada Arieta de Rosa; la melódica mazurca de los
segadores; la fortaleza de las protestas del pueblo al "Señor
Alcalde" y, naturalmente, ese "Coro de doctores", pleno de
ingenio y garbo que fue escrito –y esto no deja de ser curioso– por un
profesional de la medicina, ya que Vital Aza era médico. Debía saber lo que escribía.
Los libretistas fueron acusados
de haber copiado el asunto de una obra titulada Un roi en vacances, pero se demostró que no era así
Fue llevada al cine en 1929 por
José Buchs.
Asociada a El rey que
rabió se cuenta una divertida anécdota. Al finalizar el Nocturno, el
libreto dice: “ladra el perro... o quien lo imite". No es fácil que un perro ladre en el teatro "a
tempo" con la música. Por ello, el ladrido
lo hacía un corista apellidado Prieto, que cobraba como componente del coro y como perro. El
correspondiente recibo decía: “Por
ladrar en El rey que rabió, dos
pesetas". El perro que deambulaba por la escena mientras tanto, era
auténtico. Se llamaba "Bolero" y era propiedad de Ricardo Ducazcal, el hijo del famoso empresario
teatral Felipe.
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