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miércoles, 14 de noviembre de 2012

ZARZUELA - EL REY QUE RABIO



Zarzuela cómica en tres actos, divididos en ocho cuadros, en prosa y verso. Texto de Miguel Ramos Carrión y Vital Aza. Música de Ruperto Chapí. Estreno: 20 de abril de 1891, en el Teatro de la Zarzuela, de Madrid. Acción en un país de opereta.

Personajes e intérpretes principales del estreno. Rosa, sobrina del alcalde, prima y prometida de Jeremías (Encarnación Fabra, soprano).
El Rey, enamorado de Rosa  (Almerinda Soler di Franco, soprano). Jeremías, primo y prometido de Rosa (Eduardo Bergés, tenor cómico). El Alcalde (Sr. Serrano). El General, consejero del Rey (Daniel Banquells). El Almirante, consejero del Rey (Ramón Navarro). El Gobernador, consejero del Rey (Sr. Suárez) El Intendente, consejero del Rey (Sr. Garro).  El Capitán (Sr. Jimeno, barítono). Escenografía: Amalio Fernández y Luis Muriel.


Sinopsis. Un joven rey decide realizar un viaje por sus dominios para comprobar cómo vive su pueblo. Sus consejeros se oponen, pero el monarca insiste y, disfrazado de pastor y en compañía del General, llegan a un pueblo en el que no escuchará ninguna queja porque el Gobernador va "allanando" el camino, comprando silencios y voluntades. En el pueblo vive Jeremías, enamorado de su prima Rosa.  El monarca, al ver a la joven, se enamora de ella, pero un pelotón de reclutamiento se lleva a Jeremías, al Rey y al General que se enrola como ranchero.
Rosa averigua dónde está el Rey y juntos se fugan del cuartel. Como también lo hace Jeremías, el General se ve obligado a descubrir su identidad y así poder perseguir a los escapados. Jeremías, declarado prófugo, es localizado en una casa labriega donde ha llegado herido, pues le ha mordido un perro. La tropa, que ha confundido a Jeremías con el Rey, se lo lleva a Jeremías a palacio y también al perro para que lo examinen los doctores, por si tuviera la rabia. Rosa y el Rey disfrutan de su cariño.
De regreso a Palacio, el Rey aclara todo lo sucedido y al serle presentados los retratos de varias princesas para que elija esposa, anuncia que su elección está hecha y ordena que entre Rosa elegantemente ataviada, acompañada por Jeremías, convertido en oficial de la milicia.

Principales números musicales.
Acto I.
  • Introducción, coro y pasodoble  (“Al monarca esperaremos”).
  • Cuplés del Rey. Rey y Coro  (“Bienvenido nuestro soberano”).
  • Cuarteto polca de la dimisión. Gobernador, Intendente, Almirante, General (“¡La dimisión! ¡La dimisión!”).
  • Idilio pastoril. Rey, Almirante, Intendente (“Soy un pastor sencillo”).
  • Cuarteto de la risa. Almirante, Intendente, General, Rey (“¿Quién es? No sé”)
  • Coro de aldeanos (“¡Señor alcalde! ¡Señor alcalde!”).
  • Cuarteto. Rosa, Rey, General, Jeremías (“El chorro de la fuente”).
  • Final I. Acto. Coro, Rey, Rosa, Jeremías, General (“Ahí llega ya la música”).
Acto II.
  • Arieta de Rosa (“Mi tío se figura”)
  • Duetino de Rosa y el Rey (“Mientras con los reclutas”).
  • Coro de segadores (“Alegres segadores”). Mazurca del ris-ras. Canción de Rosa (“Por entre las mieses”)
  • Nocturno. Orquestal.
  • Raconto de Jeremías (“¡Por Dios! ¡Por la Virgen!”)
  • Quinteto. General, Gobernador, Capitán, María, Rey (“Buenas noches”)-
Acto III
  • Coro de pajes (“Compañeros venid”).
  • Coro de doctores (“Juzgando por los síntomas”).
  • Romanza del Rey (“Intranquilo estoy”).
  • Terceto. Rey, Rosa, Jeremías(“Mi amor, mi bien, mi dueño”).
  • Escena de las embajadas. Coro, Intendente, Rey, Embajadores (“Dios ilumine al soberano”).
  • Final (“Viva el Rey”).

Comentario. Ambientada en un país de opereta es una sátira contra los malos gobiernos, una crítica velada a España y sus mandatarios.
Si desde el punto de vista literario el texto está plagado de felices momentos, no en balde los autores son humoristas consumados y conocedores de su oficio, el aspecto musical es indiscutiblemente fastuoso.
Los tres actos de que consta se  suceden con una admirable sencillez y si un fragmento nos deja satisfechos y sorprendidos, no es sino para prepararnos para el siguiente que, superará, si cabe, las virtudes del primero.
A propósito del  estreno se publicó en Heraldo de Madrid: "19 números tiene la partitura y 19 ovaciones obtuvo Chapí. El rey que rabió,  está asegurado por mucho tiempo en su trono. No hay peligro de  que sea destronado". El rey que rabió es de sobra conocida,  representada con frecuencia y alabada en todos los sitios en que se ha presentado. Tiene momentos de singular belleza como el "Cuarteto de la dimisión", en el que los personajes han sido trazados tan admirablemente que podrían pertenecer a cualquier época; la delicada Arieta de Rosa; la melódica mazurca de los segadores; la fortaleza de las protestas del pueblo al "Señor Alcalde" y, naturalmente, ese "Coro de doctores", pleno de ingenio y garbo que fue escrito –y esto no deja de ser curioso– por un profesional de la medicina, ya que Vital Aza era médico. Debía  saber lo que escribía.
Los libretistas fueron acusados de haber copiado el asunto de una obra titulada Un roi en vacances, pero se demostró que no era así
Fue llevada al cine en 1929 por José Buchs.
Asociada a El rey que rabió se cuenta una divertida anécdota. Al finalizar el Nocturno, el libreto dice: “ladra el perro... o quien lo imite". No es fácil  que un perro ladre en el teatro "a tempo" con la música. Por ello, el ladrido  lo hacía un corista apellidado Prieto, que cobraba como  componente del coro y como perro. El correspondiente recibo  decía: “Por ladrar en El rey que rabió, dos pesetas". El perro que deambulaba por la escena mientras tanto, era auténtico. Se llamaba "Bolero" y era propiedad de Ricardo  Ducazcal, el hijo del famoso empresario teatral Felipe.

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