Participación Sorteo Navidad 1865 |
El famoso tenor español Manuel Sanz fue protagonista de una historia
insólita. “En
1865 le proponen un contrato para La Habana. Siempre
tuvo respeto al mar, y no había querido hasta entonces arriesgarse a una
travesía. Pero la proposición era tentadora, y acepta, poniendo una cláusula
especial: si antes de embarcar le toca un premio de lotería superior a 12.000
duros, quedará anulado el compromiso. Y poco antes de lanzarse al piélago, la
fortuna le depara un premio de 26.000 duros. Por si era poco, un admirador, el
acaudalado sevillano don Manuel Ferrer, le deja una renta vitalicia de 40.000
reales. Así pudo [Manuel Sanz] retirarse a La Rioja, comprar buenas fincas y esperar tranquilamente
la llegada de la Pálida”.
Para que luego digan que los divos actuales imponen condiciones especiales
en sus contratos. Podrá haber cláusulas sofisticadas, exigentes,
incomprensibles, caprichosas e, incluso, estúpidas. Pero más rara que ésta...
¡Y además se cumplió!
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