Obras de Severino García Fortea, Práxedes
Gil-Orozco Bastidas y José Martínez Toboso.
Jorge Orozco, guitarra. Asociación Requenense de Musicología, II. Valencia,
2017.
La Asociación Requenense de Musicología
(ARM), fundada en julio de 2015,
presenta su segundo CD, y lo
dedica a la guitarra a través de tres guitarristas valencianos a los que unió
su amistad, en distinto grado con Francisco Tárrega.
Práxedes Gil-Orozco Bastidas (1857-1916),
guitarrista y compositor ocasional, no dio el paso a la actividad profesional
hasta 1888, viajando con José Martínez Toboso y actuando en diversas ciudades
españolas y en algunos países de Sudamérica, especialmente en Brasil. Gil
Orozco volvió a Requena en 1907. Fue también colaborador de varios periódicos,
e incluso funcionario temporal del Ayuntamiento requenense. El
CD contiene tres de sus composiciones, entre ellas Recuerdo de Pernambuco, un vals distinguido con un punto de nostalgia.
Severino García Fortea (1854–1931),
guitarrista, compositor y médico militar, amigo y médico personal de Francisco
Tárrega, el gran guitarrista valenciano, gozó de prestigio como intérprete, e
incluso como compositor. De él se valoraban, especialmente, sus transcripciones
de obras de otros autores, entre los cuales cabe destacar a Isaac Albéniz. Las obras aquí
grabadas, nada menos que 17, corresponden al tipo de música que conocemos como
“música de salón”, concepto que en ocasiones pretende calificar a este tipo de
obras con cierta condescendencia. De todas ellas destacaría el sabor criollo de
las Guajiras cubanas, la imagen
paisajística de El pastor alegre, capricho
vasco a ritmo de zorcico, el sabor infantil de Los herreros y la entidad de las Escenas valencianas, auténtica suite en cinco movimientos.
José Martínez Toboso (1857–1913),
reconocido como guitarrista y no tanto como autor, fue profesor de guitarra. Desarrolló también una interesante labor como investigador de la
figura de Estanislao Marco, compositor y guitarrista levantino. Su gran jota
aragonesa Viva la Pilarica, es la
única obra que de él se conoce, música vibrante en el estribillo y elegante en
las coplas.
En total 21 pequeñas piezas de inspiración popular,
incluidas jotas, pasodobles, aires flamencos,
un zorcico y música de baile “ciudadana”: mazurcas, valses y hasta un
chotis.
La ejecución de Jorge Orozco, guitarrista
valenciano, investigador de la figura de Esanislao Marco (1873-1954), es
excelente: pulsación exacta, sonido limpio, dominio de la técnica (sirva de
ejemplo el trémolo de la contemplativa y melancólica Noche de luna, de García Fortea”,
y, sobre todo, un planteamiento interpretativo muy adecuado para este tipo de
música, que según el criterio generalizado es “fácil”, pero que tiene su
dificultad para hacerla con el estilo adecuado para no resultar cursi ni
insulsa.
Interesantes las notas explicativas de
Marcial García Ballesteros, uno de los creadores de la ARM, ilustradas, además
con atractiva documentación gráfica.
Un CD atractivo, de escucha muy agradecida,
cuyo valor más destacado es el dar vida a la música de tres autores valencianos
que encontraron en la guitarra en vehículo idóneo para expresar sus inquietudes
musicales.
José
Prieto Marugán
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