Canciones
de Fernando García Morcillo. Carolina Moncada, soprano. Ángel Huidobro, piano. Sala
Manuel de Falla, SGAE, Madrid, 13 de junio de 2017.
Aunque eso que llamamos
“música española” o “copla” tiene muchos y devotos seguidores, no son escasos
los detractores que suelen asociarla con ciertas ideas políticas, y que, casi
con seguridad, no la conocen y no la han escuchado con la atención que merece.
Felizmente, y aunque no estoy al corriente, creo que la “copla” está
revalorizándose gracias a su propio valor artístico, y a que existen entidades e
intérpretes embarcados en la tarea de llevarla al lugar que le corresponde.
Ángel Huidogro y Carolina Moncada |
Aunque en la SGAE se
conservan más de un millar de sus obras, el nombre de Fernando García Morcillo
debería ser mucho más conocido. Nacido en el pueblo madrileño de Valdemoro en
1916 y fallecido en Madrid en 2002, tuvo una amplia formación académica en el
Conservatorio y desarrolló una importante carrera como intérprete, orquestador
y compositor. Escribió más de 30 obras líricas de carácter ligero, la música de
una ochenta películas y varios centenares de canciones, que fueron éxitos
multitudinarios y que se interpretaron por toda la geografía española en bailes
y verbenas, en recitales y conciertos, en la radio y en la televisión… Es
posible que a alguno no le suenen títulos como Tuna compostelana, María Dolores
o Mi vaca lechera, pero en cuanto
escuchen la música…
La SGAE ha querido
rendir homenaje a este prolífico e interesante compositor con un magnífico
concierto en el que tuvimos ocasión de disfrutar de 17 de sus canciones.
Canciones en las que destacan dos cosas: el texto, escueto, claro, versificado
siempre con elegancia y exactitud métrica… y la música (bolero, pasodoble, pasacalle, merengue,
fox, samba…) tratada con una exquisitez modélica. Vistas con ojos críticos
estas canciones son un ejemplo de narración lírica; en poco más de dos minutos
se resume una historia (de amor, de celos, de olvidos) o un episodio simpático,
gracioso y hasta crítico (escuchen si tienen ocasión la samba-fox El dedo gordo). No necesitan más ni letrista ni compositor, que son capaces, incluso
de dignificar versos aparentemente ripiosos y simplones, para constituir con
ellos una canción tremendamente expresiva, como el caso de Vida mía.
La soprano pamplonica Carolina
Moncada nos deleitó con este amplio recital (algo más de una hora sin interrupción).
Su voz clara y acariciadora y, sobre todo, su interpretación elegante,
distinguida, alejada de aspavientos propios de “folclórica” dieron a este repertorio un nivel de recital lírico. La
dicción perfecta, el dominio técnico (aunque las canciones no sean muy difíciles)
más que suficiente, y la expresión pícara, más en lo cantable que en lo
expresivo, fue ejemplar, especialmente en la gradación de frases clave o simple
palabras en temas como El dedo gordo o
la popularísima Vaca lechera.
Ángel Huidobro, pianista
vallisoletano, acompañó a la cantante con solvencia indiscutible, dándola el
soporte necesario. Destacaría que este acompañamiento, aunque aparentemente
sencillo, contiene momentos en los que aflora la personalidad creadora del compositor,
su conocimiento de las músicas más populares de su tiempo (sirva como ejemplo
el fox Que guapo es mi vaquero) y su habilidad para mezclar formas y estilos sin
que se noten las “costuras”.
Un concierto excelente; un gran homenaje a un
compositor ligero de primer nivel, y una velada para no olvidar.
Vidal Hernando.
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