Seb.
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Buenos
días, Don Hilarión.
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Hil.
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Buenos
los tenga usted, Don Sebastián. ¿Cómo estamos?
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Seb.
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Yo
bien, aguantando estoicamente estos calores, pero bien …
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Hil.
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¡Calores,
calores! Siempre exagerando. Para calor, calor, lo que se dice calor de
verdad, el que pasamos el 17 de febrero de 1894, en el Teatro Apolo. ¿Se
acuerda?
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Seb.
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¡No
me voy a acordar! Ese día, usted y yo, nacimos para el teatro; en ese día,
mejor dicho en esa noche, se asentó nuestra amistad para los restos…
Pero
creo que no me ha llamado usted para esto. Sospecho que hay algo muy
importante.
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Hil.
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Tiene
razón, Don Sebastián, tiene muchísima razón. No le hecho venir para hablar
del calor, para eso ya están los del tiempo. Le he mandado llamar para darle
una noticia, una noticia de alcance, una de las más importantes que puedan
darse. La noticia de un nacimiento.
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Seb.
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¡No
me diga que ha sido usted abuelo!
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Escena del primer cuadro |
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Hil.
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¿Abuelo?
¡Yo? ¡No, ni hablar! ya sabe usted que en mi familia todos los hombres hemos
sido solteros. Es tradición.
Pero
sí, en cierto modo tiene usted razón. En cierto modo, usted y yo hemos sido
“abuelos”, por lo menos, porque ha nacido una nueva zarzuela.
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Seb.
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¿Una
zarzuela nueva?
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Hil.
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Sí,
amigo mío. Una zarzuela recién nacida, que me atrevo a considerar heredera de
nuestra tradición del género chico.
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Seb.
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No
puedo creerlo. Perdóneme, Don Hilarión, ¿no le habrá dado a usted un golpe de
calor?
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Hil.
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¡Déjese
de bromas! ¡Un golpe de calor!... ¡Si casi me quedo helado cuando me enteré!
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Seb.
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¡Estoy
en ascuas! ¡Y no es por el calor! ¡Deme usted los datos! ¿Cómo se titula la
obra? ¿Quién la ha escrito? ¿De qué trata? ¿Dónde se ha estrenado?
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Hil.
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Tome
nota Don Hilarión. La obra se llama Salamanca
o La singular verbena del Paseo de la Estación, comedia lírica en dos
actos y seis cuadros
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Seb.
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¿Dos
actos? ¿No dijo usted antes “género chico”?
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Hil.
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No
me sea tiquismiquis, Don Sebastián. Un acto o dos, ¿qué más da? Lo importante
es el espíritu. Y le aseguro que el alma del género chico respira por los
poros de Salamanca.
Autor
de la letra y de la música: Francisco José Álvarez, compositor, musicólogo y
profesor de música, madrileño de nacimiento y salmantino de adopción.
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Seb.
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Y
enamorado de la zarzuela, supongo.
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Hil.
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Seguro;
no podría ser de otra manera.
La
zarzuela ha sido estrenada en Salamanca, el 9 de junio de 2017, en el Teatro
Liceo de la ciudad charra.
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Seb.
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¿En
Salamanca…? No es un lugar muy zarzuelero …
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Hil.
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Hoy
no, pero lo fue. Hace tiempo Salamanca era destino obligado de las giras de
las compañías madrileñas que llevaban lo más aplaudido del repertorio,
contando con la colaboración de músicos locales.
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Seb.
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¿Y
los intérpretes…?
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Hil.
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No
creo que los conozca usted, son en su mayoría artistas locales, pero voy a
darle sus nombres, aunque sólo sea para que quede constancia, y para que
pasen a la historia con esta Salamanca,
si es que pasa, como ya lo está la ciudad que le da nombre, la Ciudad de
Cultura y Saberes.
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Escena de la zarzuela |
Tome
nota:
Amparo
Marcos, soprano, joven artesana aficionada al baile, fue Clara Martín; Inés
Redondo, soprano, en el rol de Irene Sánchez, amiga de Clara; Alejandro Gago,
tenor, dio vida a Alfredo, enamorado de Clara; Adolfo Muñoz, tenor, hizo el
papel de Mario Bretón, hijo de Tomás Bretón. Junto a ellos una serie de
actores (José Ignacio Cotobal, Matías Cañizal, Txema Solana, Alejandro
Céspedes, Antonio Santos, Rubén González …, dieron vida a distintos
personajes.
El
resto de intérpretes fueron el Coro Ciudad de Salamanca, el Grupo de Coros y
Danzas “Montaraces y Charros”, de Salamanca y la Banda Municipal de
Salamanca. Director musical: Mario Vercher y director de escena: Francisco
José Álvarez.
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Seb.
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¿Y
el argumento?¿De qué va?
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Hil.
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Pues
verá usted, entre costumbrista e histórico; entre humorístico y
reivindicativo; con sus toques amorosos y sentimentales, con sus chistes, y
con su moraleja.
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Seb.
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¡Por
Dios, Don Hilarión! Esa descripción vale para cientos de zarzuelas. Esto es
como la vida misma.
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Hil.
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¡Pues
claro! ¿No se ha dado usted cuenta de que muchas, muchísimas zarzuelas, son
un retrato de la vida cotidiana. un retrato algo desdibujado, pero real; un
retrato quizá difuminado, pero certero. Con sus luces y sus sombras, con su
primer plano y su paisaje de acompañamiento.
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Seb.
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Lo
sé, lo sé. Lo sabe todo el mundo.
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Hil.
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No
lo crea. En esta España nuestra el teatro lírico tiene casi 500 a las
espaldas y todavía hay gente que desconoce los fundamentos básicos de la
zarzuela.
En
fin, ahí va el resumen argumental de Salamanca:
El
ayuntamiento ha convocado un concurso de verbenas al que Alfredo se
presentará para, con esta excusa, enamorar a Clara, gran aficionada al baile.
Durante varios días, Alfredo y sus amigos solventarán la variedad de
problemas que se presentan para organizar la verbena. A pesar de sus escasas
posibilidades económicas, consigue la participación de la Banda “El 1º de
Mayo”, cuyo director es Pablo Marcial, aunque el día del baile no podrá
dirigir por tener función en el Liceo. En su lugar, estará en el podio, Mario
Bretón, músico pretencioso y arrogante, que nada sabe del repertorio, aunque
sea hijo del famoso compositor.
Durante
los preparativos de la verbena, Alfredo se encuentra con Clara y se da cuenta
del interés de la joven por el hijo de Bretón. Se va desilusionado. Será
Irene quien abra los ojos a Clara y le haga ver que Alfredo bebe los vientos
por ella.
Paseo
de la Estación, el día de verbena. Alfredo lamenta su mala suerte. Todos
esperan que comience la música, pero Mario no aparece. Alfredo tiene que
ponerse al frente de la banda, ayudado por Antonio el Portugués que sabe
música. Alfredo sale bien del paso, lo
que impresiona a Clara. Los amigos de Alfredo se presentan con Bernardo García-Bernalt,
discípulo del organista de la Catedral Dámaso Ledesma, que dirigirá la banda
durante toda la noche y gratis. Clara se acerca a Alfredo y confiesa que ha
ido a la verbena buscándole a él y no a Mario. Los dos se abrazan. Un
funcionario anuncia que la verbena del Paseo de la Estación ha ganado las 500
pesetas del premio.
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Seb.
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Oiga,
Don Hilarión, no tiene mala pinta. Clásico, tradicional, previsible … como en
otra muchas zarzuelas. Pero lo importante no es el tema; enamorados que no lo
parecen pero que terminan unidos … los hay a centenares en el teatro. Lo que interesa es cómo se desarrolla.
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Hil.
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A
mí me ha parecido bien, bastante bien. un diálogo ágil, un lenguaje popular,
chistes y guiños humorísticos frecuentes y graciosos, referencias a detalles
locales, el café Novelty, los baños de Ledesma, don Tomás Bretón o don Dámaso
Ledesma… Y lo más destacable, el bien trazado retrato de los personajes.
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Algunos de los intérpretes el día de la presentación. |
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Seb.
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¿Y
la música? ¿Qué me dice usted de la música?
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Hil.
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Pues
… música de corte popular, como corresponde a una obra de este tipo.
Pasodobles, jotas, ritmos bailables… No muy difíciles para los solistas, pero
con algún momento comprometido. En total diez números musicales entre
romanzas de los protagonistas, dúos, un terceto e, incluso, una jota popular
que bailó el Grupo de Coros y Danzas. El público ha aplaudido con entusiasmo.
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Seb.
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Muy
bien, Don Hilarión. Por lo que me cuenta, Salamanca,
la zarzuela, le ha gustado.
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Hil.
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Pues
sí, la verdad es que sí. Es una obra tradicional, como le digo, pero bien
hecha, que entretiene y gusta. A muchos les parecerá antigua, desfasada y
fuera de lugar. A esos traidores al género, a los que se consideran a sí
mismos representantes de las necesidades culturales de los demás, a los que
se lucran con arreglos y modernizaciones …
los creadores de Salamanca o La
singular verbena del Paseo de la Estación, les dan demostrado que a 123
años del estreno de aquella otra verbena, la
de la Paloma, es posible crear una nueva zarzuela interesante y
entretenida.
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Seb.
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¿Y
cuándo podremos verla en los madriles?
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Hil.
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Ay,
amigo mío! No lo sé, y mucho me temo …
Pero
escúcheme bien: me consta que se va a montar en alguna otra ciudad
salmantina. En cuanto me entere de dónde y cuándo, si a usted le parece bien,
nos montamos una excursión a tierras charras y nos damos un homenaje
zarzuelero.
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Seb.
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¡Voy
preparando el equipaje!
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