Pensamientos
de un barbero.
El próximo día 11 de octubre de llega al
Teatro Real el montaje de la ópera Carmen que firma el controvertido
director teatral Calixto Bieito, un montaje que ha levantado polémica porque en
él se ultraja a la bandera española. Un montaje en el que un grupo de
legionarios friega el suelo con la bandera y después se limpia el culo con
ella, un montaje en el que una mujer la usa como trapo para limpiar un coche.
Al parecer, y según informan varios medios,
en lo que verán (yo no iré de ninguna manera) quienes asistan, se han retirado
las escenas relacionadas con este impresentable y agresivo comportamiento hacia
un símbolo nacional.
Para justificar esto se han dado varias
razones. G. Pajares (La razón) transcribe:
“Bajo ningún concepto habrá un uso vejatorio de la bandera en escena, nada que
pueda considerarse ofensivo”, aseguran desde el coliseo. Y añade: “Sí, se han
hecho ajustes, pero es algo habitual cuando una producción viaja a otro
teatro”. ¡Paños calientes! No es creíble que haya que retirar una bandera por
condicionantes de la escena de un teatro. El mismo teatro afirma que “no ha
tenido que ver” lo de Cataluña. ¿Nos creen tontos?; “lo de Cataluña” ha puesto
al país de uñas, la cosa está que arde y no está el horno para bollos… En fin …
El
español (https://www.elespanol.com/cultura/escena/20171003/251475599_0.html)
apunta: “Tal y como ha podido saber
este periódico, las escenas ofensivas contra la bandera española han sido
retiradas por mutuo acuerdo, entre la institución y el director. Ambas partes
decidieron eliminar los cuadros más beligerantes con los símbolos nacionales
españoles, para evitar un incendio entre el público del Real en días
complicados”. Esto parece mucho más cercano a la realidad, y el mutuo acuerdo,
alguno lo vemos como cobardía, o cuando menos simple oportunismo.
En “Las mañanas de RNE” (http://www.rtve.es/radio/20171004/teatro-real-estrena-carmen-destaca-carga-violenta-esta-opera-bizet/1625824.shtml)
se ha podido escuchar esto: “Esta Carmen polémica
"no lo es por las banderas", ha afirmado Matabosch (director del
teatro), haciendo alusión así a las noticias que han circulado sobre la
retirada de una escena ofensiva con la bandera española. "Este espectáculo
no ha tenido nunca un problema con la bandera de España, porque este
espectáculo no ha tenido nunca ultraje ni vejaciones a la bandera de España, se
ha hecho en Barcelona y en Perelada y nunca pasó nada, nunca ha tenido un
problema por esta razón. No hay ni una sola crítica que aluda a esto, por algo
será, todo es una polémica basada en una noticia falsa", ha asegurado.
Curioso lo de Barcelona y Peralada, pero en París sí hubo polémica. La
referencia a la falta de crítica no resulta extraña; muchas veces brilla por su
ausencia o inoperancia.
Una curiosa explicación encontramos en Radio
Madrid (http://cadenaser.com/emisora/2017/10/03/radio_madrid/1507050662_017530.html):
“El Teatro Real de Madrid asegura que estas escenas no estaban
previstas desde el mismo momento en el que el coliseo contrató la producción.
“No contiene ni una sola escena vejatoria hacia símbolos españoles”. Este mismo
medio añade una información muy interesante: “No ha sido posible conocer la
versión de Calixto Bieito sobre la retirada de esas dos escenas, noticia que
adelantaba OK Diario, ni tampoco la de los miembros de su equipo que, en
Madrid, remontan la obra”. Otro refrán: la callada por respuesta. Y una certeza:
si las escenas “no estaban previstas”, no habría necesidad de retirarlas.
En OK
Diario
(https://okdiario.com/investigacion/2017/10/03/real-retira-carmen-escena-limpian-culo-bandera-vista-ensayos-1382651),
ha desvelado un detalle muy importante: “Endesa reiró al Teatro Real el
patrocinio del estreno en España de la ópera Carmen tras conocer que la obra de Georges Bizet, versionada por el
polémico director de escena Calixto Bieito, uno de los actores se limpiaba el
trasero con la enseña nacional. La dirección del Teatro Real de Madrid logró
que el rechazo de la compañía eléctrica no trascendiera a la opinión pública”.
Bien por esta empresa, pero el Sr. Bieito seguirá cobrando de quienes sostienen
el teatro: empresas privadas españolas y entidades públicas. Dicho de otro
modo: pagamos a quien ofende a nuestra bandera.
No es cuestión de mostrar más
testimonios. Para un barbero como yo, al que también ha maltratado el Sr.
Bieito, la cosa está clara: él y los
responsables del Real han dado marcha atrás por si acaso. Algunos lo llamarán
miedo, otros precaución, recelo, cautela … Allá cada cual.
Yo quiero decir que España es un país de
libertades: hay muchas y todas se pueden
ejercer, pero sólo hay una condición: ninguna libertad de nadie puede ejercerse
si ofende a la libertad, a las creencias, a los símbolos, al honor o a la
integridad moral de otros. Ni libertad de prensa, ni libertad de opinión, ni de
la libertad del “arte”… ¡Ninguna!.
Bueno, no es del todo verdad, hay una
libertad que puede ejercerse sin límites: La libertad de pensamiento. En esa
nadie puede entrar y cada uno puede pensar lo que quiera. Yo también, como los
que siguen pensando que somos tontos.
Lamparilla
(Todo esto es consecuencia de que no sólo
de zarzuelerías vive el hombre).
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