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martes, 16 de noviembre de 2021

La tabernera: tercera entrega.

Romance marinero en tres actos. Libreto de Federico Romero y Guillermo Fernández-Shaw. Música de Pablo Sorozábal. Estreno: 6 de mayo de 1936, en el Teatro Tívoli, de Barcelona. Acción en Cantabreda, ciudad imaginaria del Norte de España. Época del estreno.

 La conocida y popular zarzuela La tabernera del puerto, en nueva producción del Teatro de la Zarzuela se programó para el mes de mayo de 2018. Sus doce funciones no pudieron ser representadas a consecuencia del decreto gubernamental que pretendía fusionar el Teatro de la Zarzuela con el Teatro Real, hecho que provocó una huelga que impidió el normal desarrollo de este espectáculo.

En junio de 2020 y con la doble intención de recuperar la inversión realizada y satisfacer al público que no pudo disfrutar el montaje, se dieron 8 funciones.

Ahora se anuncian otras 8 representaciones, alguna de las cuales puede verse afectada por otra huelga que, a día de hoy, no sabemos cómo puede influir en esta programación.

La oferta de esta temporada 2020/21 tendrá como protagonistas y responsables a las siguientes personas.

 

LA TABERNERA DEL PUERTO

Producción del Teatro de la Zarzuela, de Madrid.

 (Información conocida en el momento de redactar esta entrada).

 

Intérpretes:

María José Moreno (Marola) - (19, 21, 25 y 27, de noviembre)

Sofía Esparza (Marola) - (20, 24, 26 y 28, de noviembre)

Ruth González (Abel )

Vicky Peña (Antigua).

Damián del Castillo (Juan de Eguía) - (19, 21, 25 y 27, de noviembre)

Rodrigo Esteves (Juan de Eguía) - (20, 24, 26 y 28, de noviembre)

Antonio Gandía (Leandro) - (19, 21, 25 y 27, de noviembre)

Antoni Literes (Leandro) - (20, 24, 26 y 28, de noviembre)

Rubén Amoretti (Simpson) – (19, 20, 21, 24, 25, 26 y 27, de noviembre)

Ihor Voievodin (Simpson) – (28 de noviembre)

Pep Molina (Chinchorro). Ángel Ruiz (Ripalda).

Abel García (Verdier). Agus Ruiz (Fulgen). Didier Otaola (Senén).

 

Equipo artístico y técnico.

Escenografía: Ezio Frigerio (con Riccardo Massironi). Iluminación: Vinicio Cheli.

Vestuario: Franca Squarciapino.

Movimiento escénico: Aixa Guerra. Proyecciones: Álvaro Luna.

Dirección de escena: Mario Gas.

Coro Titular del Teatro de la Zarzuela. Orquesta de la Comunidad de Madrid.

Dirección musical: Óliver Díaz. 

 

El argumento de La tabernera es conocido de todos los aficionados, por lo que obviamos repetirlo de nuevo. Sí recordamos, a continuación, el pequeño comentario publicado en este blog el 4 de mayo de 2018.

Comentario. La tabernera del puerto llegó a manos de Sorozábal por casualidad. Inicialmente, los autores del libro la habían ofrecido a Guridi pero éste estaba trabajando en su zarzuela Mari–Eli (texto de Carlos Arniches y Eloy Garay, estrenada en el teatro Fontalba, de Madrid, el 11 de abril de 1936) de ambiente similar. En consecuencia, el texto de La tabernera fue entregado a Pablo Sorozábal que vio en él “buenas situaciones musicales”, aunque el músico donostiarra hizo algún retoque, como sustituir un inicial número de vicetiples bailando claqué, por la magnífica romanza de Simpson “Despierta negro”.

La crítica, una vez producido el estreno realizó su trabajo. Un cronista, que firma  “Lara” escribió en El Diluvio, de Barcelona:

Una partitura que no tiene desperdicio, altamente agradable, que se escucha con atención y penetra, adecuada y siempre, el ambiente de la obra. Toda ella perfectamente instrumentada, viéndose siempre el sello característico de un gran maestro como lo es Pablo Sorozábal.

Tras el triunfo en Barcelona, y pasado el paréntesis de la guerra, La tabernera llegó a Madrid y subió al escenario del teatro de la Zarzuela el 23 de marzo de 1940, interpretada por Marcos Redondo (Juan de Eguía), Conchita Palacios (Marola), Manuel Gas (Simpson), Esteban Guijarro, (Leandro), Martelo (Chinchorro), Valeriano Ruiz París (Verdier), María Zaldívar (Antigua) y Natividad Piñero (Abel).

Los autores, especialmente Sorozábal, esperaran alguna reacción negativa hacia la obra, pues hubo momentos de tensión durante el estreno. Algunos críticos mostraron más interés en desacreditar al compositor por sus ideas políticas que en comentar los valores musicales de la zarzuela. Lástima, porque la obra gustó tanto y era tan atractiva que, según escribe Sorozábal en sus memorias, llegaron a pedirle que cediera los derechos de autor de La tabernera a la Falange.

La tabernera del puerto es una de las mejores obras del género grande. De los dieciséis números musicales de que consta hay varios realmente atractivos: la escena introductoria del primer acto que arranca con un coro de marineros (“Eres blanca y hermosa”) y en el que destaca la intervención de Abel;  el dúo cómico de Antigua y Chinchorro “(¡Ven aquí, camastrón!”), página –como casi siempre ocurre– alejada de la línea argumental básica de la obra, pero simpática y chispeante y, el dúo de Leandro y Marola (“Todos lo saben”).

El segundo acto es un derroche de temas musicales pues contiene nada menos que cuatro importantes romanzas protagonizadas por Marola, Juan de Eguía, Simpson y Leandro, respectivamente. La primera, es la célebre “En un país de fábula”, en la que la protagonista está acompañada por un coro a boca cerrada; la de Juan de Eguia (“Con el chíbiri, chíbiri”),  escrita después del estreno para el lucimiento de Marcos Redondo; la de Simpson (“Despierta negro”), uno de los más grandes momentos de la zarzuela escritos para la cuerda de bajo, y la de Leandro (“No puede ser”), página que figura en el repertorio de todos los grandes tenores españoles.

 

En el tercer acto merece la pena escuchar con atención el impresionante cuadro musical de la galerna, muestra de las habilidades creadoras de Sorozábal.

La tabernera del puerto es un verdadero drama lírico en el que están retratados una amable y enamorada tabernera, un padre autoritario y violento, las envidias de las mujeres del pueblo que desconocen el pasado de Carola y ven en su juventud y belleza un peligro para su tranquilidad, el amor apasionado de un muchacho capaz de todo por su enamorada, y el paisaje sonoro de un pequeño puerto marinero al que llega el drama. 

Otra zarzuela perjudicada por estas interrupciones fue Policías y ladrones, escrita por Álvaro del Amo y puesta en música por Tomás Marco. De ella iban a darse cinco funciones en la temporada 18/19. Fueron suspendidas. Volvió a programarse para la temporada 19/20. Tampoco subió a las tablas. ¿Tendremos ocasión de ver en escena este trabajo, que puede ser la demostración práctica de si la zarzuela tiene futuro en nuestros días? El tiempo lo dirá,  J.P.M.

 

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