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martes, 10 de junio de 2025

Cruzando el Atlántico. Mar de cantes.

 

Mariola Cantarero, soprano. Marina Heredia, cantaora. José Quevedo, “El Bolita”, guitarra. Antonio José Henares, piano. Agustín Diassera, percusión. Anabel Rivera y Fita Heredia, coros y palmas. Teatro de la Zarzuela, 9 de junio de 2025.

Aunque el espectáculo “Mar de cantes” se ha ofrecido en otros teatros españoles, su presencia en el Teatro de la Plazuela de Teresa Berganza, era una novedad para muchos, debido a la naturaleza de su contenido: dos mujeres como protagonistas, grandes cantantes, pero de estéticas distintas, acompañadas por un conjunto flamenco. El teatro, prácticamente lleno, venía a demostrar no sólo el tirón mediático de las cantantes, sino el interés por escuchar el recital. 

El programa estaba formado por una docena de números musicales procedentes de la ópera (“Casta diva”, de Norma), zarzuela (“La tarántula…”, de La tempranica), números flamencos (una preciosa guajira, unas vibrantes alegrías, y varias coplas (“Torres de arena”, “Y sin embargo te quiero”, o “Se nos rompió el amor”), además de unos interesantes “Cantares” de Joaquín Turina .

Las dos protagonistas, granadinas ambas, dieron una lección de poderío vocal, potencia y saber estar en la escena. La Heredia interpretó los temas flamencos y la copla con gran intensidad, llenando el teatro de giros propios de este tipo de música y agudos vigorosos. Mariola Cantarero, por su parte, cantó con solvencia, dando ejemplos de su dominio de la técnica, de su increíble e inacabable “fiato” de su control de la dinámica (¡qué pianísimos!”) manteniendo el carácter resplandeciente del “bel canto”. 

Debemos destacar el acompañamiento pianístico de Antonio José Henares, por su eficacia y virtuosismo y, sobre todo, el del guitarrista “El Bolita”, brillante, rico, variado, poderoso, sacando de su instrumento verdaderas figuras y adornos que encendieron al público, además de marcar un ritmo riguroso y exacto en todo momento.

No me gustó que el sonido fuera amplificado. Considero que la potencia vocal de ambas solistas era más que suficiente para oírlas desde cualquier lugar del teatro. Además, creo que con la amplificación se perdían detalles de las gradaciones dinámicas y otros efectos vocales. Esto es, evidentemente, una impresión personal, pero el público se divirtió y disfrutó, aceptando la “fusión” de los variados estilos musicales y demostrando que las polarizaciones hacia un género u otro, pueden estar equivocadas. Lo que interesa a la gente es la música, la música bien escrita y bien interpretada. Cualquier estilo puede entusiasmarnos y hacernos vibrar.  José Prieto Marugán.


 Las dos cantantes granadinas.

 

 

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