Los diamantes de la corona.
Zarzuela en
tres actos y en verso, de Francisco Camprodón. Música de Francisco Asenjo
Barbieri. Estreno: 15 de septiembre de 1854, en el Teatro del Circo, de Madrid.
Acción en Portugal, 1777, tras el
reinado de José I, durante la minoría de edad de la princesa María Francisca.
LOS
DIAMANTES DE LA CORONA
Teatro de la Zarzuela – 26 de noviembre al 14
de diciembre de 2014
Intérpretes:
María José Moreno / Sonia de Munck (Catalina).
Cristina Faus / Anna Moroz (Diana)
Darío Schmunck / Carlos Cossías (El Marqués
de Sandoval). Ricardo Muñiz (El Conde de Campomayor). Fernando Latorre
(Rebolledo). Gerardo Bullón (Don Sebastián).
Escenografía e iluminación: Francisco Leal. Vestuario:
Pedro Moreno. Coro del Teatro de la Zarzuela. Orquesta de la Comunidad de
Madrid. Directora de escena: José Carlos Plaza.
Dirección musical: Oliver Díaz.
Producción del Teatro de la Zarzuela, de
Madrid, de 2010.
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Personajes principales e
intérpretes del estreno.
Catalina, jefa de los bandidos y futura
reina (Clarice di Franco, tiple). Diana, hija del Conde de Campomayor (Carolina
di Franco, tiple). Conde de Campomayor, regente de Portugal (Vicente
Caltañazor, tenor cómico). Marqués de Sandoval, sobrino del Conde de Campomayor
(Manuel Sanz, tenor). Rebolledo, jefe de los bandidos (Joaquín López Becerra,
bajo). Don Sebastián, joven oficial (Ramón Cubero, barítono)
Números musicales.
Acto I.
· Introducción y coro de monederos (“Poco nos falta para acabar”).
· Aria del Marqués de Sandoval (“¡Ah! Que estalle el rayo”).
· Balada de Catalina (“n noche callada”).
· Terceto de Catalina, Marqués de Sandoval y Rebolledo (“Si viviendo
entre estos viles”)-
· Final Acto I (“Kyrie”).
Acto II.
· Preludio orquestal.
· Coro de damas y caballeros (“Vuestra sien de ángel, niña gentil”).
· Concertante (“No paséis por la sierra de la Alpujarra”)-
· Bolero (“Niñas que a vender flores”).
· Dúo de Catalina y Enrico (“Por qué me martirizas, linda morena”).
· Dúo de Diana y Enrico (“Que de amarme desistiera”).
· Final Acto II (Mil parabienes al orador”).
Acto III.
· Coro de introducción (“Por noticias muy seguras”).
· Quinteto (Piensa prima que mi amado”).
· Romanza (“Sus tiernas quejas dice el pastor”).
· Coro y marcha de la coronación (“No se traslució”).
Argumento. Acto I. El Marqués de Sandoval, sorprendido por una
furiosa tormenta, se refugia en una cueva y es detenido por los bandidos que la
ocupan. Rebolledo ordena que no se toquen las pertenencias del Marqués hasta
que no llegue Catalina, jefa de la partida.
Entra Catalina y los
bandidos le muestran el resultado de su último “trabajo”: un cofre lleno de
diamantes. A continuación, interroga a Sandoval, descubre su linaje y el motivo
de su viaje: va camino de Coimbra, donde habrá de casarse con su prima Diana,
hija del Conde de Campomayor con fama de ser muy bella. Catalina le deja ir con
dos condiciones: que no cuente nada de lo que ha visto y que nunca la reconozca
en público. Sandoval sale de la cueva prendado de Catalina.
Catalina entrega a los bandidos
un salvoconducto que ha requisado a Sandoval, recomendándoles que se repartan
el botín y que huyan al extranjero donde podrán vivir en paz. También les
proporciona unos hábitos de monjes. Cuando unos soldados entran en la cueva,
encuentran a unos frailes que portan un cofre que los soldados creen reliquias
de algún santo, pero que, en realidad es el producto de los robos.
Acto II. Palacio del Conde de Campomayor. Diana y su enamorado, un oficial llamado
Sebastián, se lamentan de la mala suerte de la joven, que ha de matrimoniar
contra su voluntad.
Un día antes de la boda,
aparece un criado en casa de Campomayor pidiendo hospitalidad para su señora,
que no es otra que Catalina, convenientemente disfrazada y acompañada por
Rebolledo. Sandoval no demuestra conocerla, pero cuando quedan solos, ruega a
la mujer que huya en cuanto le sea posible. Catalina está triste por la
inminente boda de Sandoval, pero éste le advierte de su intención de no
realizarla. Catalina admite la explicación de Sandoval y, en señal de
felicidad, le entrega un anillo.
Diana sospecha que
Catalina es la jefa de los bandidos y así lo confiesa a Sandoval quien,
aterrado, hace un trato con su prima: no firmará el contrato de boda a cambio
de su silencio.
Sin embargo, el peligro
no ha pasado. Campomayor descubre el anillo en manos de Sandoval y lo reconoce:
pertenece a las joyas de la
Corona de Portugal que han sido robadas. Para salir del paso,
Sandoval dice haberlo comprado a un mercader judío en Coimbra.
El día de la boda y ante
la sorpresa de todos, Sandoval se niega a firmar el acta de matrimonio.
Acto III. Palacio Real de Lisboa. De un momento a otro se espera la llegada de la
joven reina que acaba de cumplir la mayoría de edad.
El enredo se aclara al
aparecer Catalina, que en realidad es la futura reina de Portugal María
Francisca. Todos lo ignoraban, incluso el propio Rebolledo, que se muestra
avergonzado por haber falsificado –a petición de la propia Catalina– los
diamantes de la corona. Catalina, no obstante, le está agradecida pues así ha
podido salvar las joyas auténticas para hacer grandes donativos para el pueblo
empobrecido. Rebolledo será perdonado y declarado libre.
Como era de esperar, el Marqués de
Sandoval es llamado para convertirse en esposo de la nueva reina.
Comentario. Basada
en una comedia de Eugène Scribe y Jules-Henry Vernoy de Saint Georges (Les
diamants de la courone) a la que también había puesto música el compositor
francés Daniel Auber, los Diamantes de
Barbieri, son el Barbieri de Jugar con
fuego, el Barbieri de la zarzuela grande, por extensión y por calidad, el
Barbieri que supo dejar indelebles pinceladas de nuestra música en un entorno
en el que lo italiano era considerado no ya como lo bueno, sino como lo único
posible.
De esta obra se hizo muy popular, desde
el primer momento, un bolero cantado por Catalina y Diana en el acto II, pero
no es el único fragmento destacable. Merecen escucharse con atención, el
inicial “Coro de monederos”; la aparición del Marqués de Sandoval en una
romanza brillante, varonil, de gran impacto y muy agradecida si se solventan
sus dificultades; la “Balada“ con que Catalina enamora al Marqués. Hay que
añadir la escena en que Catalina conoce la identidad de Sandoval y el motivo de
su viaje, teniendo como testigo a Rebolledo, resuelta por Barbieri en un
excelente terceto. Magnífico el cierre
del primer acto, un número protagonizado por el jefe de los bandidos y
falsificadores en el que el compositor madrileño contrapone dos coros: el de
los falsos monjes y el de los engañados soldados.
En el segundo acto, además del ya citado
bolero, destaca un número a cargo del
coro y Campomayor en el que se comentan detalles de la boda de Diana, y un
elegante Dúo a cargo de Sandoval y Catalina.
Para el último acto, reservaron los
autores la “Romanza de Catalina”, , uno de los momentos cumbre de la zarzuela
que termina con el feliz y brillante “Coro y marcha de la coronación”.
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