Pensares de Rocinante. Ópera de
cámara en 1 acto. Libreto: Justo Merino. Música: José Buenagu.
Intérpretes: Marina
Pardo, mezzosoprano (Obdulia). Alfredo García, barítono (Rocinante). Miguel
Mediano, tenor (Sancho). Jerónimo Marín, barítono (Alonso). Colaboración
especial de Pilar Jurado, soprano (Dulcinea). Orquesta Koan 2. Dirección
musical: José Ramón Encinar. Dirección de Escena. Auditorio Nacional de
Música. Sala de Cámara, 24-4-2015.
|
Durante los 22 a
24 de abril, de 2015, se ha celebrado en la Universidad Autónoma de Madrid, el
IV Congreso Internacional: Escrituras Musicales del Quijote, 1605-2015, dirigido
por Begoña Lolo, alma y vida de estas actividades músico-quijotescas desde hace
unos quince años..
En apretadas
sesiones de mañana y tarde, expertos de distintas universidades españolas y
extranjeras han presentado 26 ponencias de temática diversa, aunque, con el
denominador común de la música y el Quijote.
Entre todas ellas y por ser este un blog zarzuelero, destacamos las
siguientes:
· “Un largo camino
del hidalgo de la Mancha: de las parodias quijotescas en la zarzuela catalana
hasta la preceptística de la ópera a principios del s. XX”. Frances Cortés
(Universitàt Autònoma de Barcelona). El ponente hizo hincapié en la “gatada” Lo boig de las campanillas, de Francesc
Soler (Pitarra) con música de Francisco Vidal.
· “La obra cervantina
como referencia en el melólogo”. Virginia Gutiérrez Marañón (Real Escuela
Superior de Arte Dramático), destacó las características de un género poco
conocido a través del estudio de El poeta
escribiendo un monólogo o El poeta de
guardilla, de Blas de Laserna, que tiene relaciones con la novela
cervantina.
· “Pensares de Rocinante de José Buenagu y
Justo Merino: una HispaÓpera desde el espíritu cervantino”. Carmen Cecilia
Piñero Gil (ComuArte). Comentarios sobre la ópera encargo de la Universidad
Autónoma de Madrid, a la que nos referimos más adelante.
· “Los
Fernández-Shaw y el Quijote”. José
Prieto Marugán (Crítico musical). Resumen de las producciones quijotescas de
esta saga de libretistas.
· “Dos rescates
del centenario de 2005: Los Quijotes de García
y Mercadante”. Caterina Ruta (Università di Catania). Con referencia a la
música hispana, expuso interesantes puntos de vista y noticias sobre la ópera
de Manuel García.
A estas charlas,
que serán publicadas en su momento en las correspondientes Actas, hemos de
añadir otros trabajos que, aun no tenido referencia que ver con el teatro
lírico español, resultaron interesantes y atractivas. No faltaron comentarios
críticos sobre el equivocado planteamiento de las celebraciones oficiales del
año 2005 y el abandono clamoroso de proyectos culturales´para este año de 2015,
año del 400 Aniversario de la publicación de la Segunda Parte de la novela
cervantina.
Como actividades
“directamente musicales”, figuraron un Concierto comentado por la pianista
valenciana Marta Espinós que interpretó tres interesantes obras quijotescas de
los siglos XX y XXI: Nocturnos de
Barataria, de José Zárate; un selección de Partita “Al lugar”, de Manuel Angulo, y Tres Quijotadas de un Hidalgo, de Marvin Camacho.
PENSARES DE ROCINANTE.
Sin duda, el
plato fuerte de estas jornadas fue el estreno mundial de la ópera escrita por
Justo Merino, con música de José Buenagu, Pensares
de Rocinante, encargo, como se ha dicho, de la Universidad Autónoma de
Madrid, a través de su Centro Superior de Investigación y Promoción de la
Música.
Se trata de una
ópera de cámara, aunque contiene partes habladas, de unos 80 minutos de
duración, en la que intervienen cuatro personajes cervantinos, trasplantados a
la actualidad, a los que se une Obdulia, antiguo maestro de escuela en El
Toboso, hoy travestido. Quizá lo más sorprendente sobre el papel sea no sólo
que Rocinante es protagonista de una obra quijotesca, sino que además habla.
Por último, Dulcinea, que interviene sólo al final se presenta como una roquera
moderna y pasota. La presencia de la inmaterial amada, y otros detalles, dan
comicidad a la historia de manera que bien podríamos decir que estamos ante un
“juguete” e incluso una “ópera bufa”, términos que aproximan más a la
naturaleza de la partitura que el de “ópera de cámara”, que tiene que ver más
con el tamaño y los recursos.
Con estos
ingredientes y una orquesta formada por cuerdas, maderas, metales, percusión,
tres guitarras eléctricas, una clásica amplificada y una gaita o dulzaina, se
forma una partitura de una decena de números de variados estilos estructurada
en tres escenas y que ofrece, según los autores escriben en el programa de
mano, “novedosas aportaciones que son de indiscutible atractivo intelectual y,
por ende, de alcance tanto social como artístico. Piénsese en lo insólito de
que los cuatro personajes rescatados de la universal novela se vean
compartiendo escenario hoy bajo la esencia de humanos reencarnados y situados
en nuestro siglo XXI”.
La
interpretación puso de manifiesto la excelencia del reparto elegido. Destacaría
el magnífico trabajo de Alfredo García y el de Miguel Mediano, algo más corto
en duración. Marina Pardo, Obdulia, y Jerónimo Marín, como Alonso, dieron
personalidad a sus personajes. Por último, Pilar Jurado sorprendió al auditorio
desde el momento mismo de su aparición, y, sobre todo por el diseño de su
personaje, su lenguaje, sus formas externas, totalmente opuestas a las
idealizadas por Don Quijote.
La orquesta sonó
quizá algo fuerte, quedando, en algún momento, por encima del grupo vocal al
que no siempre pudimos entender, quizá a causa del sonido de la sala en el
sitio que ocupábamos.
Salvo estos
detalles, lo cierto es que el repertorio quijotesco se ha enriquecido con una
nueva obra, muestra de que el personaje y su entorno siguen interesando
cuatrocientos años después de su
nacimiento. Que la traslación de sus aventuras y cualidades pueda resultarnos
sorprendente, nada importa porque lo relevante es que sigue vivo, gracias al
interés de quienes le admiran, le aman y, me atrevería a decirlo, le
comprenden.
Vidal
Hernando
No hay comentarios:
Publicar un comentario