Ópera infantil en dos actos.
Texto de Adolf Hoffmeister. Música de Hans Krása. Estreno: Un asilo judío de
Praga, 1942.
BRUNDIBÁR
Teatro
Real, de Madrid.
4, 6 y 21 de abril de 2016 (funciones
escolares)
9, 10
y 24 de abril de 2016 (Función familiar)
Intérpretes:
Jorge
Marín Rodríguez (Brundibár). Teresa Rodríguez / Lucía Seriñán (Aninka). María
Guzmán / Martha García (Pepicek). Mariam González / Patricia Rodríguez
(Lechero). Alba Hernan / Lorena
Fernández (Policía). Catalina Peláes / Leyre García (Gato). Celia Martos /
Laura Claro (Gorrión). Patricia Ginés / Laura Palop (Perro).
Escenografía:
Ricardo Sánchez Cuerda. Iluminación: Alfonso
Malanda. Figurines: Gabriela
Salaverri. Dirección de escena: Susana Gómez.
Coro y
solistas de los Pequeños Cantores de la ORCAM (Dtora: Ana González).
Joven
Orquesta de la Comunidad de Madrid.
Dirección
musical: Jordi Francés.
Edad recomendada: Desde 7 años.
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Personajes
principales. Brundibár,
organillero del pueblo. Aninka y Pepicek, hermanos. Lechero, Policía, Gato, Gorrión y Perro,
amigos de Aninka y Pepicek.
Números musicales (Tomados del Cuaderno Pedagógico publicado por el
Teatro Real).
Coro de las ventanas
(muestra actividad diaria de los niños y sus amigos). Canción del mercado. (Los
hermanos van a comprar la leche). Vals del organillo. Coro final. Marcha.
Escena de la óperq (T. Real) |
Argumento. Los
hermanos Aninka y Pepicek tiene que comprar leche para su madre enferma pero no
tienen dinero. Para conseguirlo se les ocurre hacer música en la plaza del
pueblo, como hace Brundibár, el organillero, que les echa de la plaza de malas
maneras. Por suerte, un gorrión, un gato
y un perro, y otros niños, ofrecen su ayuda a los hermanos. Entre todos cantan
una delicada canción de cuna y logran recaudar el dinero que necesitan. Pero el
terrible Brundibár se lo quita y escapa. Los hermanos y sus amigos consiguen
alcanzarle, recuperar el dinero y echar al músico. Alegres y contentos cantan
victoria y los hermanos podrán comprar la leche para su madre.
Comentario.
Escrita en
1938, Brundibár, se ha convertido en una alegoría de la
persecución que sufrieron los judíos en la Segunda Guerra Mundial. Hans Krasá
(Praga, 1899 – Auschwitz, 1944) no pudo
asistir al estreno clandestino de Praga (en un orfanato en 1942), por haber sido deportado al campo de
concentración de Terezín, donde volvió a escribir –de memoria– la ópera, que se
representó en aquel lugar en 55 ocasiones, entre 1942 y 1944. Brundibár
desapareció y hasta los años 70 del pasado siglo en que fue descubierta por
casualidad.
El campo de concentración de Terezin (Theresienstad) fue creado por el
régimen nazi para mostrarlo al mundo como un ejemplo del excelente trato que
recibían los prisioneros. Gracias a esta idea, los internados en este lugar, a
unos 60 kilómetros de la capital checa, tuvieron posibilidades de realizar actividades
absolutamente prohibidas e inimaginables en otros campos (hacer música,
lectura, actividades culturales…).
Brundibár es una obra con
varios mensajes. Además de poner en evidencia la nefasta figura de Hitler y sus
métodos, hay en ella esperanza y alegría dentro de las precarias condiciones de
vida de un lugar como Terezín; los niños cantan; la unión de los hermanos y sus
amigos, consiguen vencer a Brundibár, es decir, la unión hace la fuerza; el
cariño de Aninka y Pepicek hacia su madre que les hace enfrentarse al malvado
organillero.
La versión ofrecida por el Teatro Real rodea al argumento original de una
presentación que muestra la preparación de la puesta en escena de esta ópera:
ensayos, últimos detalles, ajustes de la partitura…Todo ha de estar preparado
para la visita de los representantes de la Cruz Roja que deberán llevarse una
buena impresión del campo de concentración. Pero, entre estas actividades, se
podrá conocer la vida diaria del campo y las dificultades que han de superar
los internados.
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