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jueves, 6 de octubre de 2016

CUENCA Y LAS JORNADAS DE ZARZUELA 2016 - RESULTADOS.



Entre los pasados 30 de septiembre y 2 de octubre se han celebrado en Cuenca las IV Jornadas de Zarzuela, tituladas genéricamente “Jacinto Guerrero. Amores y amoríos” y dedicadas a glosar básicamente la figura del compositor toledano.  Durante estos días hemos asistido a 10 apretadas sesiones de conferencias, 3 conciertos, 3 exposiciones y una serie de actividades incluidas dentro de un apartado nominado como “Zarzuela para tod@s”.

Los encuentros.  
Además de la presentación del libro de las Jornadas de 2015, por Antonio Gallego y Alberto González Lapuente (director de las Jornadas), se han ofrecido una decena de conferencias que han tratado, con mejor o menor fortuna, muy diversos temas; algunos de ellos sólo tocaban ligeramente la figura de Guerrero que era el eje de estas sesiones. Destacaría las de Jon Zabala (“Algunos apuntes sobre la relación del maestro Guerrero con el cine”), interesante y entretenida; la de Miguel Verdú (“Del Apolo al Coliseum. Arquitectura teatral en la Gran Vía de Madrid”), aproximación a la historia de los teatros de esta calle madrileña; la de Fernando Delgado (“Don Nicanor en el Paralelo. Contexto y recepción en el estreno barcelonés de El sobre verde”); la de Enrique Mejías (“La fama de Guerrero, el autor de música frente al papel pautado”) y la de Javier Suárez-Pajares (“Detrás de las tijeras: censuras y censores en el teatro musical de la posguerra”). Menos interés tuvieron para mí las charlas de Pedro Villora (“Un dramaturgo musical del siglo XXI”), la de Rubén Gutiérrez del Castillo (“La industria musical en los felices veinte”), menos económica de lo que esperaba, y la de Jorge Lozano (“La “garçonne” y lo chic, un problema de traducción semiótica”), que trató de la influencia de las modas en las zarzuelas de la época de Guerrero. No pude asistir a dos charlas: la de Iván Iglesias (“El jazz en el imaginario del teatro musical español”) y la de Alberto Mira (“Cupletistas, “torch singers” y “soubrettes”: mujer y teatro musical en los años veinte”), por lo que no puedo emitir opinión alguna.


Conciertos y representaciones.
El programa de conciertos ofreció tres sesiones. La primera, bajo el título de “Guerrero Contemporáneo” ofreció una decena de obras para piano escritas por autores españoles con motivo del 25 aniversario de la Fundación Guerrero, que se cumplió en 2007. Se pudieron escuchar: partituras de Raquel Rodríguez Fernández (Improvisaciones sobre temas de Jacinto Guerrero), Tomás Marco (Quodlibet, sobre dos fragmentos de Jacinto Guerrero). Alicia Díaz de la Fuente (Homenaje), Miguel del Barco (Glosando al maestro Guerrero), Antón García Abril (Variaciones líricas sobre un tema de “La montería”), Daniel Roca Arencibia (Reflexiones sobre un motivo de Jacinto Guerrero), Francisco Novel Sámano (Variaciones libres), José María Sánchez Verdú (Estudio núm. 2), Luis de Pablo (Caricatura amistosa) y Pilar Jurado (De campanas y rosas). Hay que destacar la formidable actuación del pianista Jorge Robaina, que puso en pie sesenta minutos de música difícil, compleja tanto en lo técnico como en lo expresivo y, sobre todo, muy distinta entre cada una de las piezas. Robaina hizo una verdadera demostración de capacidad para exponer músicas de muy diferente origen, alguna de las cuales me sorprendió muy gratamente. La sesión fue grabada por RNE y será editada en soporte discográfico; entonces habrá ocasión de volver a escuchar un magnífico concierto.

La estrella de las Jornadas era la puesta en escena de El sobre verde, sainete con gotas de revista en dos actos, escrito por Enrique Parada y Joaquín Jiménez con música del maestro Guerrero, que se estrenó en el Teatro Victoria de Barcelona en 1927 y que se convirtió en un éxito multitudinario, uno de los grandes éxitos del compositor toledano. Se trata de una obra muy entretenida cuyo primer acto (el sainete) está lleno de gags de impacto directo en el público; el segundo acto (la revista) tiene, a mi juicio, menos entidad literaria, y el ambiente en que se desarrolla no inspiró tanto a los libretistas.

En la versión ofrecida se ha sustituido la orquesta pedida por Guerrero por una grupo de jazz; de la traslación de ha encargado Nacho de Paz. Aunque es difícil juzgar por una única audición, la verdad es que la sonoridad de este grupo instrumental no me pareció la adecuada para una obra como El sobre verde; demasiada potencia de los metales y en algunos momentos en la percusión y eché de menos la cuerda. Como la representación va a ser editada en DVD, quizá haya ocasión de escucharla con más detenimiento y descubrir las virtudes que pueda tener un cambio como este.

El sobre verde fue muy bien interpretado en el papel estelar (Nicanor) por Jacobo Dicenta, al que acompañaron José Luis Alcobendas (Simeón) y Lola Casariego, Gerardo Bullón, Carolina Moncada, Balbino Lacosta, Laura Plano, Ana Cristina Marco, Soledad Vidal y Sagrario Salamanca, dando vida a distintos personajes. Todos ellos se aplicaron con entusiasmo y nos consta que han trabajado mucho para conseguir una representación de verdadera calidad. Aunque la obra se interpretó sin interrupción (caso dos horas de función) interesó al público que aplaudió con intensidad.

La escenografía, responsabilidad de Anna Tusell, sencilla, pero funciona bien; el vestuario de Arantxa Ezquerra, la iluminación de Nicolás Fichtel, el vestuario de Arantxa Ezquerro y la coreografía de Cistina Guadaño, respondieron a las concepciones clásicas de estas obras. Alberto Castrillo-Ferrer, como director de escena, dio movilidad y agilidad a la zarzuela y Nacho de Paz, al frente del conjunto instrumental acompañó con sumo cuidado; estuvo atento a todos los detalles y, quizá, se excedió en intensidad en algún momento.

El tercer concierto, bajo el título de “Guerrero popular”, fue protagonizado por la Banda Municipal de Música de Cuenca, bajo la dirección de Juan Carlos Aguilar con la colaboración de los actores Rafa Núñez y Patricia González. El lugar elegido fue el exterior del auditorio en el que se pudo degustar un aperitivo. La banda interpretó una docena de fragmentos, la mayoría desconocidos, del maestro Guerrero que no pudieron ser disfrutados porque el ambiente no es el adecuado para escuchar música: gentes charlando, niños corriendo, movimiento de las personas de un lugar a otro … en fin. Aunque se que las bandas tocan al aire libre y en similares circunstancias, no me parece la situación más adecuada para disfrutar de la música.

Otras actividades.
Además de este apretado programa, las Jornadas ofrecieron otros espectáculos dedicados al público en general, a los que no pude asistir por celebrarse simultáneamente a las conferencia de los encuentros. No obstante debo dar cuenta de ellos: “Encantos de mujer”, un espectáculo que refleja la vida de tres mujeres inmersas en el papel de otras zarzuelas”; “Cervantes tiene un sueño”, viaje del escritor por las obras de Jacinto Guerrero, espectáculo para niños de Zarzuguiñol; proyección de El sapo enamorado y El corregidor y la molinera, las funciones ofrecidas en las Jornadas de 2015;.

Hubo, además, tres exposiciones: “La fortuna viaja en sobre verde”, relacionada con esta simpática obra; “El escenario del pudor”, alrededor de las actuaciones de la censura, y “ Un ritual, una procesión: Encontrando La rosa del azafrán”, expresión de la obra a base de dibujos. No faltó el concurso de dibujos entre los más pequeños y hubo también otras actividades en la Escuela Musical de Música y Artes Escénicas Ismael Martínez Marín, la Biblioteca Pública del Estado en Cuenca Fermín Caballero y el Museo de Cuenca.

En resumen, un festival zarzuelero denso, cargado de actividades para expertos, aficionados y público en general, que está colocando a Cuenca en el panorama nacional de la zarzuela en un lugar destacado.

Vidal Hernando

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