Ópera cómica en tres actos. Texto de Patricio de la Escosura
(adaptación de Raúl Asenjo). Música de Joaquín Gaztambide. Estreno: 21 de febrero
de 1852, en el Teatro del Circo, de Madrid. Acción en Londres, siglo XVI.
EL SUEÑO DE UNA NOCHE DE
VERANO
Nueva
producción del Teatro de la Zarzuela
Adaptación
libre de Raúl Asenjo
(Dedicada a la memoria de Gustavo Tambascio)
Intérpretes:
Raquel
Lojendio* y María Rey-Joly** (Reina Isabel).
Beatriz
Díaz* y Sandra Ferrández** (Olivia)
Luis
Cansino* y Valeriano Lanchas** (Fálstaf)
Santiago
Ballerini*** y Antoni Literes**** (Shakespeare)
Javier
Franco* y Toni Marsol** (Arturo Látimer).
Pablo
López (Tobías)
Equipo
técnico:
Dirección
de escena: Marco Carniti.
Escenografía: Nicolás Boni.
Vestuario:
Jesús Ruiz. Iluminación: Albert Faura.
Coro
Titular del Teatro de la Zarzuela. Orquesta de la Comunidad de Madrid.
Dirección
musical: Miguel Ángel Gómez Martínez
13
funciones:
25
de enero a 10 de febrero de 2019.
Duración: 65 + 65 minutos
*
25,27,31,2,6,8 y 10
**
26,30,1,3,7 y 9
***
25,27,30,31,2,3,6,8 y 10
****
26,1,7 y 9
Función del 10 de febrero, ofrecida en directo por Facebook Live.
|
Personajes e intérpretes del
estreno: Isabel, Reina de
Inglaterra (Adelaida Latorre, tiple). Olivia,
dama de honor de la Reina (Ramona García). Margarita,
criada de la taberna.
Sir John Fálstaf (Francisco Salas, barítono). Guillermo Shakespeare (José González,
tenor). Lord Arturo Látimer (Enrique
López). Tobías, el tabernero
(Vicente Pombo). Un ujier (Francisco
Arderíus)
Números musicales. Acto I. Introducción,
coro de mozos y criadas. Canción de Fálstaf. Coro de cocineros. Dúo de la Reina
y Olivia. Terceto de la Reina, Olivia y Fálstaf. Coro de actrices y actores y
Shakespeare. Dúo de la Reina y Shakespeare. Coro de convidados y guardias y
concertante final. Acto II. Introducción y coro de guardabosques. Fálstaf
y coro. Aria de Shakespeare, escena y dúo con la Reina. Dúo de Shakespeare y
Látimer. Acto III. Recitado y aria
de la Reina. Terceto de la Reina, Olivia y Fálstaf. Cuarteto de la Reina,
Olivia, Shakespeare y Fálstaf. Dúo de la Reina y Shakespeare. Escena, marcha y
coro final.
Sinopsis
argumental. Original. En una de sus
escapadas y huyendo de unos marineros, la Reina se refugia en una taberna donde
va a celebrarse un banquete en honor del gran poeta William Shakespeare, que,
en plena embriaguez, persigue a una de las muchachas de la taberna. La Reina,
que no le conocía, al verle, decide ayudarle a salir de ese mal ambiente y,
cuando queda dormido por el alcohol, ordena que lo lleven al palacio de
Richmond. Cuando el escritor despierta, ve a la Reina, que cubierta con un
velo, le sugiere que cambie de vida y piense sólo en la gloria. Shakespeare se
enamora al instante de la mujer y trata de quitarle el velo, pero la
interposición de Olivia lo impide. Mientras la Reina escapa, Lord Látimer,
amante de Olivia y que lo ha visto todo, acusa a Olivia y provoca a
Shakespeare. Los dos hombres se retan a un duelo y aunque es interrumpido por
las gentes de palacio, un grito de Lord Látimer hace creer a todos que
Shakespeare le ha dado muerte.
En el palacio real de Londres, la Reina quiere
olvidar lo sucedido y, con ayuda de Olivia, Fálstaff, alcaide del castillo, y
el propio Látimer, intentan hacer creer a Shakespeare que lo ocurrido ha sido
un sueño “de verano”. El poeta lo cree y decide escribir una obra teatral
inspirándose en la historia de su propio
“sueño”:
Comentario.
El libreto procede de la ópera cómica, en tres actos, Le songe d’une nuit de été, de José Bernard Rosier y Adolfo Leuve, con
música de Ambroise Thomas, que se estrenó el 20 de abril de 1850 y que pretende explicar la gestación de la célebre
comedia de Shakespeare.
La versión española iba a haberse estrenado el 19
de febrero de 1852, a beneficio del compositor, pero ese día cayó una gran
nevada en Madrid que obligó a suspender el acontecimiento por la imposibilidad
del público de acercarse al teatro. Dos días después, se ofrecieron en el Prado
unos grandes fuegos artificiales por el nacimiento de la entonces Princesa de
Asturias, con lo que tampoco fue mucha gente al teatro. No obstante, en días
subsiguientes, la obra fue ganando en asistencia y en popularidad.
La música de Gaztambide fue mucho más elogiada que
el libreto. De la partitura destaca Emilio Cotarelo, la introducción y el coro
inicial, una canción báquica interpretada por Salas, una marcha de cocineros y
una canción de la Reina. También llamó la atención un jocoso terceto entre la
Reina, Olivia y Fálstaf, y las intervenciones de Shakespeare. El acto segundo
ofrece un coro de guardabosques, y un dúo entre la Reina y Shakespeare. En el
último acto destacan un terceto entre la Reina, Olivia y Fálstaff, un cuarteto
y un gran himno, vigoroso y marcial, que pone fin a la obra.
Versión que
se ofrece. El espectáculo que veremos, en el Teatro de la Zarzuela, en lo
que al argumento y al texto se refiere, no se corresponde con el original de
Patricio de la Escosura. Se ha cambiado la base temática (ahora es el proyecto
de rodar por primera vez una zarzuela para el cine) y el lugar de la acción pasa
del Londres del siglo XVI a la Roma de La
dolce vita. Los personajes también han sido cambiados: La original Isabel,
reina de Inglaterra es ahora la Princesa Isabella Tortellini, aristócrata
italiana, ex cantante lírica y productora cinematográfica; Lord John Fálstaff,
cantante español también conocido como Giovanni Sabatini y dueño de una trattoria; Guillermo Shakespeare (así
figura en el libro original) es Guillermo del Moro, guionista español; Lord
Arturo Látimer, es galán de cine. A
ellos se añaden nuevos personajes: Luis
María Escudero García, Director General de Cinematografía y Teatro de España;
Don Liborio, barón de Brisa, un noble español;
Mighelo/Mr. Random, hermano de Maruxa y directivo de Universal Pictures;
Maruxa, antigua amante de Juan Sabadete, y Orson Welles, hermano de Maruxa y
directivo de Universal Picture.
Con estos mimbres se ha construido un nuevo enredo
en el que aparecerán referencias a las drogas (Shakespeare no está borracho,
sino drogado), a engaños amorosos frustrados, a testaferros y corruptos.
Es posible que el espectáculo resulte entretenido
y bien realizado, pero, en rigor, no parece que p podamos hablar de
“recuperación”; El sueño de una noche de
verano sigue siendo eso, un sueño.
J.P.M.
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