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sábado, 10 de mayo de 2025

Cómicas. Las grandes tonadilleras.

 

Tonadillas escénicas de José Castel, Pablo Esteve, Blas de Laserna y Antonio Rosales, con intermedios musicales de Johann Adolph Hasse, Pablo del Moral, José Castel, Pablo Esteve y Blas de Laserna y texto  narrado por Cristina Medina. Orquesta barroca Forma Antiqva. Director musical: Aarón Zapico. Teatro de la Za

 

En la velada que comentamos hemos tenido ocasión de escuchar músicas del siglo XVIII, tonadillas, más concretamente, y, al tiempo, conocer someramente a tres mujeres singulares, a tres cantantes y actrices de aquella época que no sólo alcanzaron la fama y el prestigio sino que fueron muestra de la reivindicación de sus problemas y de su situación social desde las tablas de un teatro. Fueron ellas: María Ladvenant, María Antonia Fernández, la Caramba, y María del Rosario Fernández, la Tirana. Tres figuras de primer orden de su tiempo, tres mujeres de gran carácter, que triunfaron y que desaparecieron en circunstancias dramáticas.

La tonadilla es un género teatral surgido nacido para entretener, para rellenar los intermedios de los grandes dramas que se daban en los teatros. Nacieron como simples canciones y fueron creciendo hasta convertirse en verdaderas obras teatrales independientes. La letra de estas obras era de carácter humorístico, pero en sus textos había no pocas reivindicaciones. El público, las aplaudía y las reía, aunque, luego, fuera del teatro siguiera sometido a las penurias de una vida social y personal muy dura según nuestros actuales criterios. Por la conjunción de letras y música, podían esparcirse denuncias e ideas que, de otro modo, hubieran acarreado grandes problemas a quienes las pronunciaran. La música sencilla y directa, en la que no faltan boleras, seguidillas y fandangos, ex exigente en lo vocal; está lleca de virtuosismo, de dificultades y de exigencias vocales.

El espectáculo reseñado nos pareció muy atractivo e interesante. Con dramatización de Antonio Álamo, nos da a conocer el entorno en que vivieron estas cantantes; sus ideas, sus criterios, sus opiniones, sus desvelos, gracias a unos textos de enlace atractivos, fueron muy bien dichos e nterpretados por Cristina Medina, que  lució desparpajo y gracia. Las tres sopranos, que dieron vida a las tonadilleras recordadas: Jone Martínez (María Ladvenant), María Hinojosa Montenegro (María Antonia Fernández, la Caramba y Pilar Alva-Martín (María del Rosario Fernández, la Tirana), cantaron con absoluta solvencia durante casi dos horas, sin que se notara cansancio, ni se bajara la potencia de la voz, ni se redujeran los constantes momento de virtuosismo que están presentes en estas pequeñas maravillas. Los gorgoritos, agudos, cambios de dinámica, largos “fiatos” y demás elementos fueron superados con creces. Quizá su movimiento escénico resultara algo estático. El sonido de la orquesta me pareció algo alto, creo que un volumen algo más controlado hubiera beneficiado. Muy correcta la dirección musical de Aarón Zapico.

El público aplaudió con entusiasmo y marchó satisfecho por haber pasado una velada muy agradable y simpática y por haber escuchado una música que puede llevar en los archivos varias décadas. Hay que agradecer al Teatro de la Zarzuela la puesta en escena de este espectáculo que devuelve la vida a la tonadilla escénica. ¡Qué bonitas son las boleras, las seguidillas y los fandangos”. José Prieto Marugán.

 

Las intérpretes del espectáculo (Foto: T. de la Zarzuela)


 

 

 

 

martes, 6 de mayo de 2025

Tonadillas en la Zarzuela.

Espectáculo dedicado a la recuperación de tonadillas escénicas de José Castel, Pablo Esteve, Blas de Laserna y Antonio Rosales.

El Teatro de la Plazuela de Teresa Berganza ofrece a sus incondicionales un espectáculo tan interesante como novedoso. Se titula “Cómicas” y es un recuerdo a tres de las más grandes tonadilleras del siglo XVIII: la valenciana María Ladvenant (1741-1767), la madrileña María Antonia Fernández, la Caramba (1751-1787) y la sevillana María del Rosario Fernández, la Tirana (1755-1803)

La tonadilla ha sido ampliamente estudiada por José Subirá, que data su nacimiento hacia el año 1751 y que se extiende hasta 1850. Actualmente se conservan en la Biblioteca Musical del Ayuntamiento de Madrid, más de 2000 ejemplares de este género (o subgénero) musical que nació como una simple canción para ser interpretada en los entreactos de las habituales sesiones teatrales del siglo XVIII. Quizá sea interesante recordar que, en aquellos años, en una representación teatral se incluía una obra hablada, en tres o más actos. En los entreactos, Una mujer, generalmente, interpretaba una canción cuyo texto (y su música) nada tenían que ver con la base del espectáculo. Con el paso del tiempo estas canciones, estas tonadillas, fueron ganando en interés e importancia, hasta llegar a constituirse, un par de décadas después, en creaciones de mayor duración y con carácter equivalente a una pequeña obra cantada.

Estas tonadillas constituyeron un espectáculo con una inmensa fuerza social gracias al tratamiento de sus canciones. En él sse incluían críticas de todas clases, comentarios de la actualidad, reivindicaciones del papel de la mujer en la vida hogareña y civil, etc. Todo ello contado (cantado) con melodías claras, pegadizas, con evidente capacidad de llegar al público que las hacía suyas inmediatamente. Las tonadilleras, además de unas revolucionarias sociales, fueron verdaderos ídolos de su tiempo. Recordemos que La Caramba llegó a poner de moda un lazo de gran tamaño que llevaba en la cabeza.

La primera parte del espectáculo está dedicada al “melólogo”. Esta palabra no está registrada en el Diccionario de la Rae, pero sí la encontramos en el de María Moliner. Es un subgénero teatral unipersonal que ofrece un monólogo en el que interviene un acompañamiento musical para subrayar los pasajes culminantes o emotivos del texto.  En esta primera parte escucharemos obras instrumentales de Johann Adolph Hasse, Pablo del Moral, José Castel, Pablo Esteve y Blas de Laserna..

La segunda y la tercera parte están dedicadas básicamente a la tonadilla, con partituras de José Castel,  Antonio Rosales, Pablo Esteve y Blas de Laserna. Entre ellas se incluirán  fragmentos sinfónicos de Haydn y Bernardo Álvarez Acero.

Todo el espectáculo está narrado por la actriz Cristina Medina, que irá introduciendo cada uno de los fragmentos escogidos. José Prieto Marugán.

 

CÓMICAS

Tonadilla escénica

Mujeres de teatro en loa España del siglo XVIII

 

(Nueva producción del Teatro de la Zarzuela)

4 funciones (8, 9, 10 y 11 de mayo de 2025)

 

Equipo artístico.

María Ladvenant (Jone Martínez)

María Antonia Fernández, la Caramba (María Hinojosa Montenegro)

María del Rosario Fernández, la Tirana (Pilar Alva-Martín)

Narradora (Cristina Medina)

 

Equipo técnico

Dirección de escena: Pepa Gamboa

Dramaturgia: Antonio Álamo

Espacio escénico y vestuario: Jesús Ruiz

Iluminación: Alfonso Malanda

 

Orquesta Barroca Forma Antiqva

Dirección musical: Aarón Zapico

 

 

viernes, 25 de abril de 2025

Un Madrid desconocido.

 

El bateo. Sainete lírico en un acto de Antonio Paso y Antonio Domínguez, con música de Federico Chueca. Intérpretes: Visita, María Rodríguez. Sra. Valeriana (Milagros Martín). Nieves (Lara Chaves). Wamba (Gerardo Bullón).  Virginio (José Miguel Zapata). Película (José Julián Frontal). Lolo (Alberto Frías). Pascual (Ángel Burgos). Pamplinas (Julen Alba).

La revoltosa. Sainete lírico en un acto y tres cuadros, de José Luis López Silva y Carlos Fernández Shaw, con música de Ruperto Chapi. Intérpretes: Mari-Pepa (Berna Perales). Soledad (Blanca Valido). Gorgonia (Milagros Martín). Encarna (María Rodríguez). Felipe (Gerardo Bullón). Cándido (Ricardo Muñiz). Sr. Candelas (José Manuel Zapata). Tiberio (José Julián Frontal). Atenedoro (Alberto Frías).

Equipo artístico. Director de escena: Juan Echanove. Escenografía y vestuario: Ana Garay. Iluminación: Juan Gómez-Cornejo. Coreografía: Manuela Barrero. Coro Titular del Teatro de la Zarzuela (Dtor: Antonio Fauró). Orquesta de la Comunidad de Madrid. Director musical: Óliver Díaz.

 

 

En esta nueva producción de la Zarzuela no hemos visto Madrid por parte alguna. La escenografía montada no retrata una calle madrileña para El bateo, ni una casa de vecindad, una corrala, para La revoltosa. Montada a base de estructuras metálicas de tres alturas, con escaleras a la vista, resulta, a mi juicio, poco apropiada, porque no sugieren ambientes. En La revoltosa, por ejemplo en lo que debería ser un patio aparece una especie de barra americana. No es imaginable que tres hombres maduros jueguen al tute en este entorno. Tampoco el vestuario es del tipo del esperado; no encaja con nuestra idea: ni la “cabaretera” Nieves, ni el estrambótico Wamba de El bateo, ni el elegante Felipe de La revoltosa, dan la imagen que se espera.

Algo parecido puede decirse de loa bailarines, con movimientos muy exagerados, casi “mecánicos” en algún momento, muy gimnásticos pero poco expresivos.

A pesar de esto, el espectáculo gustó al público, que aplaudió todos y cada uno de los números de ambos sainetes.

En la parte interpretativa destacó, como siempre, el coro: un coro cohesionado, poderoso, rico en matices y con una enorme capacidad interpretativa. El coro, que en el género chico, no es sino el mismísimo pueblo o vecindario, tiene un papel esencial en las historias que se cuentan. La preparación del de la Zarzuela es exquisita; se nota en todas sus intervenciones.

Escena de El bateo

 Entre los solistas debo destacar la intervención del barítono madrileño Gerardo Bullón. Voz poderosa, potente, con dominio de las dinámicas, bien proyectada y de adecuada dicción. Un barítono capaz de dar vida, de modo impecable, al revolucionario y revoltoso Wamba y, poco después, al enamorado Felipe. Sus oponentes femeninos, cumplieron su papel, especialmente María Rodríguez, mezzo vallisoletana como Virginia, en El bateo. Mari-Pepa, en La revoltosa, fue la soprano malagueña Berna Perales, correcta pero con menos intensidad que su enamorado oponente. El resto del conjunto cumplió con sus respectivos papeles. Entre todos debo destacar la formidable interpretación de la soprano Milagros Martín, que dio vida a dos personajes fundamentales en ambas obras: la Sra. Valeriana, de El bateo, y Gorgonia, de La revoltosa. ¡Que carácter! ¡Qué forma de meterse en la piel de sus personajes! Con elle el texto creado por los libretistas adquiere una fuerza imponente, una forma definitiva. Como es lógico fue muy aplaudida.

En la parte instrumental, Óliver Díaz supo conducir a la orquesta por los caminos adecuados, tanto en la variedad temática de las formas y danzas de la partitura de Chueca, como a los magníficos colores, acompañamientos y juegos tímbricos del trabajo de Chapí. No escuchamos ni prisas ni exageradas potencias en el conjunto. En resumen, un director orquestal atento a todo el entorno que le rodea: la escena, los cantantes y la orquesta. Se nota, en el trabajo de Óliver Díaz, su gran experiencia en el teatro lírico español. José Prieto Marugán.

Escena de La revoltosa

 



 

 

 

miércoles, 23 de abril de 2025

Brillante recital.


Concierto de Luis Cansino, Maribel Ortega, Svetla Krasteva y Enrique Ferrer, acompañados al piano por Manuel Navarro. Teatro de la Zarzuela, 22 de abril de 2025.

Espléndido concierto el de la fecha reseñada a cargo del barítono madrileño de origen gallego, Luis Cansino, la soprano Jerezana Maribel, acompañados al piano por el sevillano Manuel Navarro, con la colaboración de la soprano española, nacida en Bulgaria, Svetla Krasteva y el tenor madrileño Enrique Ferrer. En programa: una selección de romanzas, dúos y cuarteto de grandes títulos del repertorio.

Desde el primer momento se pudo comprobar la brillante calidad de los participantes. En todos ellos pudo apreciarse la potencia sonora, el poder de los brillantes agudos, sostenidos con energía y emitidos con claridad y afinación, la excelente dicción de los cuatro cantantes, y, una discreta “actuación” en sus interpretaciones.

Con un teatro lleno y especialmente caluroso, se escucharon romanzas de El barberillo de Lavapiés, Los claveles, La marchenera, Maruxa, Black el payaso y La canción del Olvido. En el terreno de los dúos, ejemplos de Su última canción (obra de Carmen Climent), Marina, Don Gil de Alcalá, La parranda, El gato montés, y La del Soto del Parral. Ambas partes del programa fueron cerradas con sendos cuartetos de Los gavilanes y Agua, azucarillos y aguardiente. Un programa atractivo, exigente, popular y de calidad indiscutible. Me gustó especialmente, la interpretación de la habanera de Don Gil de Alcalá, pues puede escuchar, con claridad, las dos voces de ambas sopranos. A este repertorio se unieron sendas intervenciones, a solo, del pianista sevillano: Manuel Navarro: Intermedio de La leyenda del beso y preludio de La alegría de la huerta, ejecutados muy brillantemente, con toda clase de matices.

Al final del recital, aplaudido con fervor en todos sus números, Luis Cansino se dirigió al público para recordarle que se cumplen los 25 primeros años de su presencia en el Teatro de la Zarzuela. El tenor, emocionado, tuvo un recuerdo para todas las personas que le han ayudado en su carrera, para todos los compañeros con los que ha compartido escena y, pidió un aplauso especial para el gran Plácido Domingo que se encontrada en la sala.

En resumen, un recital excelente, brillante y atractivo del que guardaremos grata memoria. José Prieto Marugán.

viernes, 4 de abril de 2025

Zarzuela. El bateo.

 

Sainete lírico en un acto y cuatro cuadros. Libreto de Antonio Paso y Antonio Domínguez. Música de Federico Chueca. Estreno: 7 de noviembre de 1901, en el Teatro de la Zarzuela de Madrid. Acción en Madrid, en época del estreno.

 

Personajes e intérpretes principales del estreno.Nieves, madre del niño, soprano (Elena Salvador). Visita, antigua novia de Lolo, soprano (Isabel López). Doña Valeriana, madre de Nieves, actriz (Nieves González).

Wamba, padrino del bautizo, tenor (José Riquelme). Lolo, padre del niño, actor (Valentín González). Pamplinas, antiguo novio de Nieves, actor (Pablo Arana). Virginio, enamorado de Visita, tenor (Antonio González "Gonzalito"). Película, el fotógrafo, tenor cómico (Sr. Mainer).

 

Argumento.

En un barrio popular se hacen los preparativos para el bautizo del hijo natural de Nieves y Lolo. Wamba, un caricaturesco revolucionario de salón, será el padrino. En escena aparece Nieves tan enfurecida como nerviosa. Doña Valeriana le pregunta la causa de su estado y Nieves le cuenta la aparición de Pamplinas -su antiguo novio- que está decidido a impedir el bautizo como sea. Son ahora Virginio y Visita quienes acceden a las tablas. Esta última aprovecha para decir a Virginio que Nieves recibe a un hombre en su casa y por la noche. Todas las sospechas recaen en Pamplinas y los vecinos dudan -entonces- de la paternidad de Lolo.

La situación -el enorme lío- alcanza su clímax cuando en la iglesia y superadas las impertinencias e inconvenientes de Wamba, el cura pregunta por el nombre del padre de la criatura. Pamplinas desmiente la respuesta que acaba de dar Lolo y, naturalmente el bautizo –el bateo- no se celebra.

En el cuadro siguiente, Wamba está en el merendero donde se iba a celebrar el aspecto pagano de la ceremonia. Busca a Lolo que ha desaparecido, lo mismo que Pamplinas. Valeriana y Nieves tampoco han encontrado a los hombres. Todos temen que estén por ahí peleando. Cuando aparecen, tranquilamente como dos buenos amigos, Lolo pide a Pamplinas que confiese ante todos lo que acaba de decirle en privado. El interfecto toma aire y hace pública la noticia de que un hombre entra todas las noches en casa de doña Valeriana, la madre de Nieves. Lolo pregunta a Nieves si es cierto, pero antes de que ésta conteste, Wamba confiesa ser él ese hombre del que se habla. Ante la sorpresa general, el revolucionario descubre su amor por Valeriana.

Tras este inesperado desenlace, todo se arregla. Lolo abraza a Nieves, de la que llegó a dudar y Valeriana hace lo propio con Wamba. Al final habrá bautizo … y boda.

Comentario.

De ambiente barriobajero, desenfadado y festivo, El bateo es, como otras obras, un retrato del pueblo. La  impresión que produjo su estreno quedó reflejada en las páginas de El Imparcial que, tras deshacerse en elogios sobre el sainete, concluye la reseña del acontecimiento con esta frase: "Del primer compás al último, la música, lleva el sello de fábrica. Es Chueca pura, legítima, infalsificable".

Dos años estuvo Antonio Domínguez con el libreto de El bateo bajo el brazo, de teatro en teatro, sin que nadie le prestara la mínima atención. Al fin fue a dar a la Zarzuela y, por casualidad, la obra le fue aceptada. La empresa del coliseo madrileño dio el libreto a Antonio Paso que hizo algún que otro arreglo y encargó la música a Chueca. De este modo El bateo fue la única zarzuela que don Federico estrenó en el teatro de la calle de Jovellanos.

Para El bateo escribió Chueca una música excelente; construyó un cuadro desenfadado y hasta cínico si se quiere. Todos los números poseen una popularidad envidiable, especialmente el célebre tango de Wamba, aquel que comienza diciendo: "El día que yo gobierne...", toda una declaración de intenciones por la que no parece haber pasado el tiempo. Merecen destacarse también, el coro inicial, a ritmo de sevillanas en que los madrileños se quejan de su Ayuntamiento (“En el Lavapiés…), el chispeante dúo de Virginio y Visita (“Yo me llamo Virginio Lechuga”), el conocidísimo popurrí de los organilleros (“Somos los organilleros”), que declaran nada menos que una huelga, y la simpática polca del fotógrafo (“¡Qué grupo más bonito!”), para inmortalizar el acontecimiento.

 

EL BATEO

(Nueva producción del Teatro de la Zarzuela, 2025 con LA REVOLTOSA

15 funciones (del 9 al 26 de abril)

 

 

Equipo artístico.

Nieves, madre del niño, soprano (Lara Chaves)

Visita, antigua novia de Lolo, soprano (María Rodríguez)

Doña Valeriana, madre de Nieves, actriz (Milagros Martín)

Wamba, padrino del bautizo, tenor (Gerardo Bullón */ Javier Franco **)

Lolo, padre del niño, actor (Alberto Frías)

Pamplinas, antiguo novio de Nieves, actor (Julen Alba)

Virginio, enamorado de Visita, tenor (José Manuel Zapata)

Película, el fotógrafo, tenor cómico (José Julián Frontal)

 

Equipo técnico

Dirección de escena: Juan Echanove

Escenografía y vestuario: Ana Garay

Iluminación: Juan Gómez-Cornejo

Coreografía: Manuela Barrero

Videoescena: Álvaro Luna y Elvira Ruiz Luna

 

Coro titular del Teatro de la Zarzuela

Orquesta de la Comunidad de Madrid

Dirección musical: Óliver Díaz y Lara Diloy (18 y 24 de abril)

 

·         * 9,11,13,17,19,22,25 y 27

·         ** 10,12,16,18,20,24 y 26