Buscar este blog

domingo, 15 de diciembre de 2024

¡Hay cantera!

 

II Gala Clásica de Jóvenes Talentos. Premiados del Concurso Intercentros-Melómano. María Itúrbide, Andrés Rubio, Javier Cabrera, David Martínez, Pablo Noda, Lior Gotlibovich, Carla Román. Orquesta Sinfónica de RTVE. Director: Edmon Levon. Teatro Monumental de Madrid, 13 de diciembre de 2024. 

Hemos tenido ocasión de asistir al concierto reseñado, consecuencia de los premios del Concurso Intercentros Melómano-Premio de Interpretación para Solistas, organizado por la revista musical Melómano a iniciativa de la Fundación Orfeo. La velada ha sido magnífica, para recordar y la primera conclusión que hemos de destacar es que  HAY CANTERA, es decir que ahora mismo. España tiene intérpretes jóvenes de primer nivel, que apuntan a una personalidad musical propia y que prestigian nuestra enseñanza musical.

Abrió la velada la flautista de origen navarro María Itúrbide Lerga, 21 años, con una brillantísima interpretación de la virtuosística Fantasía brillante sobre Carmen, de Bizet, del compositor y flautista francés François Borne. Página de carácter y exhibiciónr, plagada de dificultades técnicas, fue ejecutada con energía, decisión y seguridad.

Andrés Rubio Figuera, guitarrista gijonés de 18 años, eligió para su actuación una pieza de poco impacto, para una gala de este tipo, aunque sí muy interesante en lo musical: el andantino del Concierto para  guitarra y orquesta nº 1, de Castelnuovo-Tedesco. Andrés mostró una buena técnica, una pulsación limpia y un destacado sentido de la musicalidad.

Javier Cabrera, tinerfeño, 17 años, al saxofón, supero todas las dificultades de un partitura complicada, exigente y brillante como es Scaramouche, de Milhaud.  Mostró seguridad, dominio del instrumento, buen sonido y capacidad para la matización y el contraste dinámico.

El violinista valenciano David Martínez se atrevió con una de las páginas más difíciles del gran repertorio de su instrumento, al tiempo que de las más conocidas y apreciadas por el público. Nos referimos al tercer movimiento del Concierto para violín y orquesta, de Chaikovsky. Para salir de este compromiso con éxito hay que dominar toda la compleja técnica el violín, y presentarla con bravura y decisión, como hizo David que arrancó una ovación de gala del todo el teatro.

Pablo Noda, madrileño, 18 años ejecutó en la marimba, magnífico y complicado instrumento, el primer tiempo del Concierto para marimba y orquesta de cuerda, de Emmanuel Séjourné, percusionista y compositor francés que escribió esta obra en 2005. Estamos ante una página difícil,  de contrastes dinámicos poderosos, que cautivó a los asistentes. Ovación de gala, también para él.    

El piano estuvo representado por dos jóvenes intérpretes: el barcelonés Lior Gotlibovich, 16 años y la gaditana Carla Román18 años. El primero abordó el rondó del Concierto para piano y orquest nº 1, de Beethoven con autoridad, energía, velocidad y una buena gama de colores y dinámicas. Como sus compañeros fue muy aplaudido. Carla Román se atrevió, nada menos que con el atractivo, melodioso y romántico primer tiempo del Concierto para piano y orquesta nº 2, de Sergio Rachmaninov, una de las partituras pianísticas más complicadas del repertorio. Su ejecución fue brillante, poderosa y concluyente, y puso al público de pie.

Edmond Levon, al frente de la orquesta contribuyó al éxito de estos jóvenes artistas,

Esta Gala, transmitida por la 2 de TVE, prácticamente en directo, pone de manifiesto que ¡hay cantera! Ahora mismo tenemos intérpretes de un gran nivel, capaces de enfrentarse a páginas complicadas en lo técnico y en lo expresivo. De primera fila. Lo que hace falta ahora es que la industria musical nacional, los programadores y organizadores culturales les den oportunidades para que puedan ejercer su profesión. José Prieto Marugán.

 

Al fondo, los intérpretes y el directos (a la izquierda) saludan

 

 

 

 

martes, 26 de noviembre de 2024

Las rosas no se marchitan.

 


La rosa del azafrán.
Sainete lírico en dos actos, de Francisco Ramos de Castro y Anselmo Cuadrado Carreño, con música de Pablo Sorozábal.

Intérpretes principales: Vanessa Goikoetxea, Nuria García Arrés. Milagros Martín. Manuel Esteve. Gerardo López. Jesús Álvarez Carrión, Ángel Ruiz. Enrique Baquerizo.Dirección de escena: Emilio Sagi. Escenografía: Gerardo Trotti. Vestuario: Pepa Ojanguren. Iluminación: Eduardo Bravo: Coreografía: Goyo Montero. Coro Titular del Teatro de la Zarzuela (Dtor. Antonio Fauró). Orquesta de la Comunidad de Madrid. Dirección musical: Alondra de la Parra. Teatro de la Zarzuela, 24 de noviembre de 2024.

Veamos, antes que nada algunas cifras: 90 años del estreno del sainete (Teatro Fuencarral, 13 de noviembre de 1934); 34 años del estreno de esta versión de Emilio Sagi (noviembre de 1990) en la Zarzuela; Sexta reposición en este mismo teatro. Teatro completamente lleno para todas las representaciones. El montaje se ha conocido en Valencia, Málaga, Oviedo (seis temporadas), Bilbao, Santander, Barcelona, Sevilla (dos temporadas), Jerez de la Frontera, San Sebastián, Valladolid, Santiago de Compostela, Pamplona, Roma y  París. Estas rosas no se marchitan, siguen vistosas, fragantes y olorosas como el primer día.

¿Cuál es el secreto?: Un texto bien escrito, dramáticamente bien desarrollado, con un humor atractivo e impactante (gracias especialmente al personaje de Espasa), que escribieron dos grandes nombres de la lírica hispana: Francisco Ramos de Castro y Anselmo Cuadrado Carreño; una música atractiva, variada,  bien construíada, de impacto directo; una interpretación brillante y una puesta en escena sencilla, ajustada a la idea original (aunque no hay Plazadelquevenga, sino una calle abierta durante toda la representación) y un gran respeto a lo propuesto hace 90 años. Toda una lección de cómo deben hacerse las cosas. El público lo entendió, lo escuchó con una gran concentración y un silencio destacable, y lo aplaudió con entusiasmo casi en todos los números y, sobre todo, al final de la función.

Con estas ideas sería suficiente para expresar nuestra opinión sobre el espectáculo, pero hemos de destacar la interpretación de las principales figuras. Empecemos por ellas. Vanessa Goicoetxea, fue una Ascensión de voz plena, rica en matices, sin problemas en los agudos y en los graves y que creó un personaje atractivo. Nuria García Arrés, fue una Clarita pizpireta, vivaracha y desenvuelta, pero sabedora de lo que quiere, hizo una excelente interpretación. Milagros Martín, gran señora de la zarzuela, otrora protagonista principal de esa obra, fue la Madre de Joaquín, y aunque su papel es muy corto, estuvo, como siempre, a la altura y fue aplaudida.

 Manel Esteve, como Joaquín, mostró su poderío vocal en varias intervenciones (“Madrileña bonita”, “Qué tiempos aquellos”) y en sus dúos con Ascensión. Gerardo López, como el aviador Ricardo, cumplió con eficiencia en su papel, menos importante que el de Joaquín. Ángel Ruiz fue un Espasa, de libro (si se nos permite el juego de palabras): Brillante, simpático, convincente, expresivo, y, sobre todo, comunicador.

 La orquesta, a las órdenes de la mexicana Alondra de la Parra, actual directora titular de la Orquesta de la Comunidad de Madrid, funcionó muy bien. La maestra supo dosificar la dinámica, reduciéndola en las intervenciones de los cantantes, y dándole más presencia en los momentos puramente instrumentales. Me pareció muy correcto el equilibrio y los colores instrumentales, en una partitura excelente, firmada por uno de los grandes autores de la zarzuela.


El sainete, es por definición, algo vivo, dinámico y vitalista, representa la vida del pueblo y requiere movimiento. El problema lo resolvió Emilio Sagi con el deambular por la escena de personas del pueblo, con la presencia de elementos de la época (como las bicicletas y hasta un coche evocador). Otra gran idea del director de escena.

Las funciones son homenaje a la figura del gran maestro Miguel Ángel Gómez-Martínez, fallecido apenas hace tres meses. Miguel Ángel fue Director artístico del teatro desde 1985 a 1991 y le hemos tenido ocasión de ver en el podio en varias ocasiones. No hay que decir que nos añadimos al homenaje y al recuerdo de tan singular personalidad artística.

José Prieto Marugan. (Fotos: Teatro de la Zarzuela)

martes, 19 de noviembre de 2024

Exposición escenográfica.

 

En muchas producciones de teatro, ópera o zarzuela, el decorado es determinante para situarnos en el lugar y el ambiente de la obra representada. Lo que vemos lo hace la escenografía, arte que ha evolucionado mucho, desde aquellos telones pintados que representaban ciertos ambientes (telón de campo, de calle, de interior …) a lo que llamamos “escenografía corpórea”, que pone ante nuestros ojos recreaciones reales de paisajes y entornos reales o imaginados.

Estas realizaciones son el objeto de la exposición titulada Artificios Teatrales (La escena musical de los felices veinte), que se expone en el Muso ABC, de Madrid.

La exposición, comisariada por Alberto González Lapuente, presenta una serie de materiales (fotografías principalmente) procedentes de los fondos de la Fundación Jacinto e Inocencio Guerrero, Además de las que representan al propio compositor toledano, se muestran las escenografías de cuatro de sus obras más relevantes: El huésped del Sevillano, El sobre verde, La orgía dorada, y La rosa del azafrán.

Junto a ls fotografías, se ocluyen sendas maquetas, magníficamente realizadas, de estas cuatro obras representativas de cuatro estilos distintos tratados con excelentes resultados por Jacinto Guerrero.

La exposición se completa con dibujos procedentes de la Colección ABC, riquísimo fondo documental sobre el teatro y la actualidad de los primeros años del siglo pasado.

Merece la pena acercarse a disfrutar de estos Artificios Teatrales.

Lugar y horarios:

Museo ABC.

C/ Amaniel, 29-31 – Madrid

Horarios: martes a sábado, de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 20.00.

Lunes y domingos, cerrado.

Hasta el 8 de marzo de 2025.

 

J.P.M.

viernes, 15 de noviembre de 2024

Brillante exposición sobre la Zarzuela.

 

Bajo el nombre de La zarzuela patrimonio de la hispanidad. Crónica cantada de nuestra vida, se ha organizado en el Teatro Fernán Gómez, Centro Cultural de la Villa, de Madrid una magna exposición que reúne unas 500 piezas sobre la historia del  género lírico español por excelencia. La exposición, que ningún interesado debería perderse, está comisariada por el profesor Emilio Casares y montada por el museógrafo Enrique Bonet.

 Estará disponible hasta el 12 de enero de 2025.

 

Como resumen de lo que es y significa la zarzuela, copiamos unos párrafos del pequeño, pero magnífico folleto que está disponible en el Fernán Gómez y que merece la pena leer tranquilamente.

“Ninguna creación define nuestra historia musical mejor que la zarzuela. Este género nace como diversión cortesana en el siglo XVII y, a mediados del XIX, se transforma en espectáculo de masas que llega hasta nuestros días. La zarzuela fue testigo, púlpito, defensora de pobres y maltrechos y surgió de la misma entraña del pueblo. Ha hecho reír, llorar, añorar y soñar a la Hispanidad. Durante casi cuatro siglos, más de mil compositores y otros tantos libretistas nos han legado no menos de quince mil obras, entre España y América, muchas de ellas símbolo de la Hispanidad. La Zarzuela, patrimonio de la Hispanidad. Crónica cantada de nuestra vida, pretende mostrar, difundir, preservar y hacernos disfrutar e este inigualable legado”:

Estas acertadas palabras se traducen en la Exposición en más de 500 piezas entre retratos, partituras, portadas de ediciones musicales (una colección impresionante, de los mejores ilustradores de cada momento), maquetas, y un espectacular conjunto de vestidos y trajes con que se han representado muchas obras en el Teatro de la zarzuela.

De la magnitud de lo presentado dan fe los organismos y entidades colaboradoras, que merecen ser citadas: Archivo Histórico de Protocolos de Madrid - Archivo de Villa de Madrid - Banda Sinfónica Municipal de Madrid - Biblioteca Nacional de España - Biblioteca Regional de Madrid - Biblioteca de Andalucía - Emilio Casares - Familia Armenteros - Familia Corrales Kindelán - Fundación Juan March - Hemeroteca Municipal de Madrid - Institut del Teatre de Barcelona - Miguel Ángel Coso - Museo de Historia de Madrid - Museo Nacional del Prado - Museo Nacional del Teatro - Real Academia de la Historia - Real Conservatorio Superior de Música de Madrid - Ricardo Sánchez Cuerda - Teatro de la Zarzuela

Es recomendable darse un paseo por el Centro Cultural de la Villa, en la Plaza de Colón y contemplar una “crónica cantada de nuestra vida”.

Merecen verse:

Un pequeño vídeo en Youtube (https://www.youtube.com/watch?v=cL7gvuNcKTo) y un conjunto de fotografías en https://www.teatrofernangomez.es/prensa/la-zarzuela-patrimonio-de-la-hispanidad-cronica-cantada-de-nuestra-vida

 José Prieto Marugán

domingo, 20 de octubre de 2024

Marina:. Un éxito bien merecido..

Ópera en tres actos de Francisco Camprodon y Miguel Ramos Carrión con música de Emilio Arrieta.

Intérpretes principales: Marina Monzó, Celso Albelo, Pietro Spagnoli.  Javier Castañeda.

Dirección de escena: Bárbara Lluch.  Escenografía: Daniel Bianco. Vestuario: Clara Peluffo Valentini. Iluminación: Albert Faura. Movimiento escénico: Mercé Grané. Diseño de videoproyecciones: Pedro Chamizo. Coro Titular del Teatro de la Zarzuela (Dtor. Antonio Fauró). Orquesta de la Comunidad de Madrid. Dirección musical: Guillermo García Calvo. Teatro de la Zarzuela, 16 de octubre de 2024.

El Teatro de la Zarzuela ha abierto la temporada 2024-25, con una nueva producción de la ópera Marina, página señera entre toda la producción del gran compositor lírico Emilio Arrieta. Es, también, una de las obras más apreciadas por los aficionados como lo demuestra el hecho de que todas las funciones ofertadas alcanzarán un lleno prácticamente total. La razón se debe a que los dos repartos que la interpretan son de una calidad excepcional y ofrecen una lectura magnífica y modélica.

La sesión que comentamos estuvo interpretada por la soprano valenciana Marina Monzó, cantante de amplia tesitura, con unos graves llenos y claros y unos agudos brillantes, incisivos, poderosos, capaces de solventar las dificultades de una compleja escritura.  En esta ocasión se han rescatados números no habituales: un dúo de Roque y Marina, una sardana (ambos en el segundo acto) y un rondó en el que la Monzó dio una lección de virtuosismo vocal impresionante, con afinación y un derroche de coloraturas, premiadas con el aplauso unánime del teatro.

El tenor lírico tinerfeño Celso Albelo se  hizo cargo del papel de Jorge. Lo desenvolvió con solvencia, calidad y exhibición de sus recursos vocales;  aunque sean conocidos por el público de la Zarzuela, siempre es un lujo volver a escucharlos. El único protagonista no español del reparto,  fue el barítono italiano Pietro Spagnoli, que hizo el personaje de Roque. Cantó con categoría, sin problemas al tener que enfrentarse a una música, como todas las demás de la obra, de grandes influencias italianas. Nada de extraño tiene si recordamos que Arrieta estudió en Milán y su música tiene claras influencias del tratamiento vocal de los autores de aquel país. Javier Castañeda, palentino, dio vida al personaje  de Pascual. Su voz llena, con cuerpo y eficacia se hizo aplaudir como el resto de sus compañeros. Con un reparto de calidad como este, estaba claro que asistiríamos a una función memorable. Así fue

Ya hemos hablado en varias ocasiones de la excepcionalidad del Coro Titular de la Zarzuela, que siempre destaca en sus intervenciones, y no sólo por sus cualidades vocales, afinación, empaste y musicalidad. En esta ocasión le hemos escuchado una de sus mejores intervenciones, gracias a una escritura ejemplar y, a una preparación exquisita. Hay que señalarlo. 

La orquesta, también de riqueza instrumental destacable, estuvo a la altura, gracias al trabajo del madrileño José Miguel Pérez Sierra, actual titular del conjunto desde 2024. En algunos momentos me pareció´ algo excesivo el volumen del conjunto, pero en general, la actuación fue correcta.

El planteamiento de la barcelonesa Bárbara Lluch, como directora de escena, me pareció adecuado y, en general acorde con la historia que se representa. Lo único que no acabé de entender fue la presencia de figuras casi estáticas y con vestimenta diferente al resto. ¿Quizá era para dar movilidad a las escenas? Tampoco me pareció oportuno que la entrega de la carta, en el tercer acto, la hiciera un personaje montado en bicicleta.

La escenografía, responsabilidad de Daniel Bianco, diríamos que sobria, presentaba una pasarela en altura por la que deambulan algunos personajes, sin demasiada intervención en el desarrollo argumental de la ópera. En conjunto, una representación relevante, modélica en cuanto a los solitas principales, y con brillante intervención del coro. 

Una curiosidad: En el libro–programa de la función, Víctor Pagán publica una cronología de las funciones de Marina en el Teatro de la Zarzuela, desde 1860 hasta 2017. En total se han ofrecido 195 funciones, pero lo sorprendente es que en la temporada 1958-59 se dieron ¡74 funciones!, en dos pases diarios, algunos de los cuales fueron protagonizados por Alfredo Kraus y Conchita Domínguez.  José Prieto Marugán. (Fotos. Teatro de la Zarzuela).