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lunes, 6 de noviembre de 2023

Ópera. Las golondrinas.

 

Drama lírico en tres actos. Texto de Gregorio Martínez Sierra y María Lejárraga, basado en la obra Saltimbanquis (Teatro de ensueño, 1905). Música de José María Usandizaga. Estreno como zarzuela: 5 de febrero de 1914, en Teatro del Circo, de Madrid. Arreglada como ópera por Ramón Usandizaga. Estreno como ópera: Gran Teatro del Liceo, de Barcelona, 14 de diciembre de 1929. Acción del primer acto en un pueblo de Castilla, el resto en un gran circo de una gran ciudad.

 

Personajes principales e intérpretes del estreno.

Lina, 18 años, hija del Sr. Roberto, enamorada de Puck (Luisa Vela, soprano). Cecilia, 24 años, comedianta de escultural belleza, mezzosoprano (Eva López, mezzosoprano). Leonor (Enriqueta Blanch).

El Señor Roberto, 45 años, director de la compañía (Francisco Meana, bajo). Puck, 25 años, payaso y cerebro de la compañía, enamorado de Cecilia (Emilio Sagi-Barba, barítono). Juanito, 20 años, tenor (Santos Asensio, tenor). Boby, 17 años (Luis Llaneza)

Director de escena: Emilio Sagi-Barba. Director de orquesta: José Antonio Martínez

 Números musicales. Al tratarse de una ópera no existen números musicales independientes, pero destacamos las intervenciones más destacadas, además de los preludios que abren cada acto.

Acto I. Dúo de Cecilia y Lina (“Aquí tiene usted la peluca”). Romanza de Puck (“Caminar, caminar”). Dúo de Cecilia y Puck (“Fuego de paja en el viento”). Coro de la feria (“Noche clara de San Juan”). Dúo de Cecilia y Lina (“No lo sé…voy en busca de algo”). Acto II. Canción de la primavera, romanza de Lina (“En viejas memorias pierdo”). Pantomima orquestal. Dúo de Lina y Puck (“Oh, Puck, por ti mi corazón”). Acto III. Aria de Puck y final (“Se reía, se reía”).

Argumento. Acto I. Los comediantes han llegado a un pueblo y preparan su función. Cecilia lamenta amargamente la mísera vida que llevan. Lina, por su parte, ve la situación con más optimismo y alaba la belleza de los caminos y la sana humildad de las gentes que asisten a sus representaciones. Puck y el resto de la escasa compañía regresan de hacer su pregón por el pueblo. El hombre aprueba la actitud de Lina ante la indiferencia de Cecilia, a la que, por otra parte, ama profundamente. El grupo comienza a ensayar y se produce una discusión entre Puck y Cecilia. Esta anhela la vida regalada y placentera, lejos de la dureza de la que ahora sufre; aquél no comprende esos deseos y sufre profundamente por la actitud de la mujer. Tras una violenta pelea Puck recapacita y pide perdón a Cecilia quien, no obstante, le muestra su desprecio. Interviene Lina para lograr la reconciliación. Sale Cecilia y Puck queda solo y triste. Viéndole así, Lina se da cuenta de que le ama.

Acto II. Los comediantes van a representar la pantomima de Colombina, esposa de Polichinela, enamorada de Pierrot. En el carromato Lina y Puck evocan otros tiempos. El hombre los recuerda tristes, pero Lina le invita a ver lo que de positivo tuvieron y a recordar sólo lo grato, lo amable, lo único que merece ser recordado. La representación comienza y tras el improvisado escenario también empieza el drama. Cecilia llega, vibrando de alegría: ahora se hace llamar la Bella Nelly, la acompaña un caballero, el conde Stein. Por fin se ha cumplido su deseo y es una estrella famosa y rica. Ha sido contratada por el circo de sus antiguos camaradas que, casualmente, también está en el pueblo. La función concluye y los actores recogen los aplausos del público. Puck agradece a Lina su comportamiento anterior y es entonces cuando ésta le confiesa su amor. La inicial sorpresa del hombre queda truncada por la aparición de Cecilia que, sin reparar en ellos, se va con el caballero. Puck intenta seguirles; Lina trata de impedirlo y es violentamente arrojada al suelo por el ofuscado amante.

Acto III. Cecilia, elegantemente vestida y con expresión falsamente cariñosa se acerca a Lina esperando encontrar la muchacha ingenua que dejó, pero no es así. Lina es ahora una verdadera mujer y la recibe con una cierta frialdad. Cecilia comprende que Puck es la causa. Entra éste y obliga a salir a Lina. Cecilia ha de soportar los duros reproches del hombre pero es capaz de sobreponerse a tan delicada situación consiguiendo hacerle creer que ha sufrido mucho y con fingida ternura pretende llevárselo. Puck vacila, pero al final, termina abrazando a Cecilia. Lina lo ha visto todo.  Tras un breve paréntesis aparece Puck desencajado y pálido. Lina, indignada, le pregunta que por qué ha vuelto. Puck en silencio se acerca a ella y la mujer empieza a llorar. El hombre se entera, al fin, de que Lina le ama pero con contra de lo previsible, anuncia su marcha. Lina inquiere las razones de tal decisión y Puck confiesa la última burla de Cecilia: le ha dicho que pertenece a otro hombre y él, ciego de rabia y desesperación la ha matado. Los del circo han descubierto el cadáver y van en busca de Puck que se entrega sin resistencia, ante la patética imagen de Lina que queda, rodilla en tierra, con los brazos dirigidos hacia él pero vacíos

Comentario.  Las golondrinas es una de las grandes páginas de nuestro repertorio lírico, tanto en su formato de zarzuela como en su presentación como ópera, pues es sabido que nació con diálogos hablados que luego fueron convertidos en recitativos, además de otros cambios y algunas supresiones, por Ramón Usandizaga (1889-1964), hermano de José María. Está basada en la comedia Saltimbanquis, de los Martínez Sierra y es una trágica historia con el final más previsible en este tipo de historias.

La música, escrita por un tímido joven que aún no ha cumplido los 27 años llamó la atención por su riqueza instrumental y por el dominio de la expresión dramática capaz de transmitir la situación del libro.

Desde el primer momento, esta obra tuvo un éxito indiscutible, causando un gran impacto en el público madrileño. Al día siguiente del estreno se pudo leer en La Correspondencia de España: “Cuando se publiquen hoy los periódicos, sabrá España que tiene desde anoche un gran músico más, digno de continuar la gloria de Barbieri, de Chapí y de Vives”. Lo que ni el periodista ni nadie sabía es que a Usandizaga le quedaba poco más de un año de vida.

 José Prieto Marugán

 

LAS GOLONDRINAS

Producción del Teatro de la Zarzuela, 2016.

9 funciones. Del 9 al 19 de noviembre de 2023.

 

Personajes e intérpretes:

Lina (Raquel Lojendio* / Sofía Esparza**)

Cecilia (Ketevan Kemoklidze* / María Antúnez**)

Puck (Gerardo Bullón* / César San Martín**)

Juanito (Jorge Ruiz-Norton)

Roberto (Javier Castañeda)

 

Equipo técnico

Dirección de escena: Giancarlo del Monaco.

Escenografía: William Orlandi. Iluminación: Vinicio Cheli.

Vestuario: Jesús Ruiz.  Movimiento coreográfico: Barbara Staffolani.

Orquesta de la Comunidad de Madrid.

Coro Titular del Teatro de la Zarzuela (Dtor. Antonio Fauró)

Dirección musical: Juanjo Mena

 

Duración del espectáculo.

Descanso: 15 minutos.

Segundo y tercer acto: 70 minutos

 

*- 9, 11, 15, 17 y 19 de noviembre

**-- 10, 12, 16 y 18 de noviembre

La función del día 18 se inscribe dentro del proyecto “Teatro accesible”

del Teatro de la Zarzuela.

 

lunes, 23 de octubre de 2023

Los principios del Teatro Español cantado.

 

Obras de Mateo Flecha “El Viejo” y Juan del Encina. 

Mariví Blasco, Ingartze Astuy, Mario Villoria, Francisco Sánchez, Ángel Rodríguez de Torres, cantantes. Juan Carlos de Mulder, vihuelista. Directora artística: Ana Contreras,

51 Ciclo de Grandes Autores e Intérpretes de la Música, de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). Auditorio Nacional de Música. Sala de Cámara. 21- octubre-2023.

Los aficionados a la música conocen los nombres de los grandes autores españoles Mateo Flecha “El Viejo”, (1481– 1553) y de  Juan del Encina (2468–1529): muchos de ellos han (o hemos) tenido ocasión de escuchar en discos o conciertos, alguna de sus obras. El programa que comentamos nos ha dado la oportunidad de escuchar estas músicas, no sólo en vivo, sino en un formato que bien pudiera haber sido el de las funciones teatrales que se hacían en la España de los siglos XVI y XVII. Ambos autores, de quienes nos quedan ejemplo de su música religiosa y profana, llevaron al teatro creaciones muy interesantes y atractivas, en las que tenían cabida los temas amorosos, y las críticas, más o menos veladas, pero siempre ingeniosas, a los vicios sociales, a las costumbres y hasta a los gobernantes. Porque el teatro siempre fue y sigue siendo un medio de denuncia y de reflexión.

Para la sesión de ayer. primera del ciclo número 51 de la UAM, se citaron cinco cantantes, entregados, de calidad y conocedores de su oficio, acompañados por un vihuelista. Todos ellos pusieron en pie el espectáculo, sencillo y con escasos medios, cuya organización escénica corrió a cargo  de la actriz y directora teatral Ana Contreras.

Mariví Blanco, soprano valenciana lució una voz potente y rica; Ingartze Astuy, mezzosoprano bilbaína, cantó con voz rica potente y con inflexiones intencionadas para dar fuerza a su texto; Mario Villoria, barítono vigoroso y enérgico encarnó al personaje de Juan del Enzina (cuya vida era el hilo argumental del espectáculo);  Francisco Sánchez, tenor de timbre metálico en los agudos y de expresividad  graciosa hizo reír con sus exageraciones de “gracioso” al auditorio en varias ocasiones; el bajo, creo que salmantino, Ángel Rodríguez de Torres dio muestra de la redondez de su registro, en todo momento. Todos ellos fueron acompañados por el vihuelista peruano Juan Carlos de Mulder, cuyo papel no era muy relevante ni exigía grandes cualidades virtuosísticas.

El público asistente, en el que no se veía a demasiados estudiantes, a pesar de ser un concierto organizado por un centro universitario, disfrutó de los 80 minutos de su duración, aplaudió con ganas y arrancó de los artistas una simpática propina.

Buen arranque del Ciclo que, como viene siendo  norma en él, ofrecerá otros conciertos de carácter temáticos, originales, con repertorio infrecuente en el que tendremos ocasión de escuchar la zarzuela barroca Veneno es de amor la envidia, con texto de Antonio Zamora y música de Sebastián Durón, estrenada en 1711.  José Prieto Marugán.

martes, 17 de octubre de 2023

¡Feliz centenario, Doña Francisquita!

 Hoy es 17 de octubre de 2023, martes. Y es tu aniversario, Doña Francisquita, aunque aquel año de 1923 fuera miércoles. ¡100 años! Un siglo. ¡Ya ha llovido!, que diría un castizo. Pues sí, señora. Hace hoy, precisamente, un siglo viniste al mundo, no en una moderna y aséptica clínica maternal, sino en el ambiente expectante de un teatro. Pero no de un teatro cualquiera, nada de eso. Nada menos que dl Teatro Apolo de Madrid, el de la calle de Alcalá, al lado de la iglesia de San José, que, mira tú por dónde, no ha llegado a cumplir los cien años.

Aquella noche, serían las diez, comenzaste a vislumbrar las candilejas del escenario de Apolo. Acabaste de nacer sobre las dos y media de la madrugada del día 18. Un parto largo. Los niños humanos suelen venir a este mundo totalmente desvalidos, algunos guapos, los menos; otros, feos como demonios. Y casi todos llorando. Tú no. Tu naciste de una pieza, podríamos decir que ya crecida. Alegre, vibrante, rica, guapa, distinguida y elegante. ¡Toda una mujer! Desde el primer momento, a pesar de que algunos “teatreros” no estaban muy convencidos, fuiste un éxito sin paliativos. Tus gracias de recién nacida, cautivaron a los más de dos mil espectadores del teatro y, desde aquella noche memorable, fuiste popular en los grandes escenarios líricos de España, los grandes de Europa y de América, la de abajo, la del centro y la de arriba.

Los padres de la criatura, don Amadeo, don Guillermo y don Federico, tuvieron que esperar fuera del escenario. Guillermo y Federico, entre bambalinas, Amadeo en su casa, accidentado. Impacientes los tres, inquietos, nerviosos, intranquilos y preocupados. Pero, en el fondo, orgullosos de su trabajo y seguros de su triunfo.

Quizá todo esto ya lo sepas. A buen seguro que te lo habrán contado más de cuatro, porque al carro del éxito se suben hasta los no intervinientes.

Dicen que todos los niños vienen con un pan bajo el brazo. Tú también trajiste panes, muchos y buenos. Pero, además, contigo nacieron otros muchos, centenares, miles, quizá cientos de miles. Esos Fernandos tímidos, apocados e indecisos que, a pesar de todo conocen aquello de, “Por el humo se sabe dónde está en fuego”. Todos esos Cardonas, hombres de mundo, triunfadores, capaces de leer en las mujeres como en un libro abierto, sabedores de que “cuando un hombre se encalabrina, debe buscar el olvido, que es la mejor medicina”. Todos los ya maduros Don Matías, que todavía conservan las fuerzas, el pundonor y la dignidad de su juventud, cuando hay que enfrentarse a los perdonavidas que acechan.

Aquella noche memorable, nacieron también Aurora la Beltrana, la cómica famosa e idolatrada, la mujer de carácter capaz de ponerse el mundo por montera, la de hacerse valer diciendo a los cuatro vientos aquello de: “el que mis bailes quiera, que vaya a verme sobre el tablado”, o esto otro más directo y decidido: “El que quiera bailar con mi cuerpo, que se acerque a beber en mi vaso”. Porque la Beltrana es “madrileña”, y no por casualidad, sino “porque Dios ha querido que así lo sea”.  También vio la luz Doña Francisca, tu madre, que todavía se cree capaz de encandilar a los hombres, sin darse cuenta de que lo que de verdad le atrae son los sermones del Padre Lucas.

También vieron la luz de este Madrid singular, vitalista, leal y noble, las gentes corrientes, los de madrugones diarios que no desdeñan, de vez en cuando, las celebraciones y jaranas, porque “el pueblo de Madrid encuentra siempre diversión, lo mismo en Carnaval que en viernes de Pasión”.

Pero sobre todo, y aquí termino, naciste tú, Francisquita, sencilla pero decida, constante y hábil, capaz de arrancar al zascandil de Fernando de sus ilusiones infundadas, probarle, “con un mimo, que serás la miel de su hogar”.

¡Muchas, muchísimas felicidades, Francisquita!

José Prieto Marugán

viernes, 13 de octubre de 2023

El caballero de Olmedo. Estreno mndial.

 

Ópera de Lluís Pasqual, con música de Arturo Díez Boscovich.

Intérpretes: Joel Prieto, Rocío Pérez, Germán Olvera, Nicola Beller Carbone, Berna Perles, Gerardo Bullón, Rubén Amoretti, Graciela Moncloa, Francisco Pardo. Coro Titular del Teatro de la Zarzuela. Orquesta de la Comunidad de Madrid. Director musical: Arturo Díez Boscovich.

Dirección de escena y adaptación del texto: Lluís Pasqual. Escenografía: Daniel Bianco. Vestuario: Franca Squarciapino. Iluminación: Pascal Mérat. Coreografía: Nuria Castejón. Videoescena: Fran Aleu. Teatro de la Zarzuela, 11 de octubre de 2023.

Una vez más, el Teatro de la Zarzuela vuelve a ser escenario del estreno absoluto de una ópera española de nueva creación, género al que ha venido prestando atención, con distinta intensidad, a lo largo de historia.  En esta ocasión se trata de la adaptación realizada por el director de escena catalán Lluís Pasqual, de la “comedia burlesca” Elcaballero de Olmedo, de Lope de Vega. La música ha sido realizada por el compositor malagueño Arturo Díez Boscovich.

Con el teatro prácticamente lleno hemos asistido una sesión novedosa e interesante, más por la forma de exponer la historia que por los significados morales que de ella quieran extraerse. La transformación realizada, mantiene el texto en verso, con un lenguaje antiguo que, a buen seguro, dificulta la comprensión de la historia que se narra. Si a ello sumamos que, al tratarse de una ópera, todo el libro es cantado, además en tesituras extremas y en un lenguaje musical moderno, sin melodías que arrastren, en un estilo entre recitado y “parlato”, quizá se justifique la “frialdad” del público que, a mi parecer, sólo fue entrando en la obra mediada la misma.


El canto de este Caballero se mueve en tesituras elevadas, difíciles para los intérpretes y, en muchas ocasiones muy arriesgadas por sus exigencias técnicas. Las intervenciones se mueven en terrenos dinámicos medios y altos y el acompañamiento instrumental se presenta con personalidad propia, a veces con demasiada presencia. La obra comienza con una interesante obertura, en la que los metales brillan con derroche de potencia, y termina con una impresionante escena en la que el coro, en formación compacta, estático y vestido de negro, entona el texto latino de un Requiem. No obstante, esta es una primera impresión. Si se tiene ocasión de volver a escuchar el trabajo del compositor, quizá encontremos más puntos de interés en una partitura que se extiende, sin interrupción, hasta los 110 minutos.

Joel Prieto, tenor lírico, hizo el papel de Don Alonso, el enamorado de Doña Inés, venciendo las grandes dificultades de una tesitura muy exigente. Rocío Pérez, como Doña Inés, también se movió con eficacia por las alturas. Ambos expusieron un dúo con intensidad y solvencia. El personaje de Don Rodrigo fue defendido por el poderoso barítono mejicano German Olvera. La hermana de Doña Inés, con un papel de menos relevancia que los anteriores, fue defendida por la soprano malagueña Berna Perles. Otro rol femenino, el de la alcahueta Fabia, esencial para la historia, estuvo a cargo de la versátil soprano alemana Nicola Beller Carbone, a la que ya hemos aplaudido en estas mismas tablas en otras ocasiones. Gerardo Bullón, barítono madrileño, fue Don Fernando, prometido de Doña Leonor, cuyas cualidades son conocidas por sus muchas intervenciones en zarzuelas en este mismo teatro. Nos gustó el trabajo serio, convincente y rico en lo musical, de Rubén Amoreti, que dio vida a Tello, el criado de Don Alonso.

El coro del teatro, que casi siempre cantaba fuera de escena, sonó afinado y compacto, como ya es habitual. Y especialmente intenso en el Réquiem, en el que arrancó uno de los pocos aplausos espontáneos de la velada. La orquesta, brillante, poderosa y colorista, sonó con fuerza. Dio la medida el compositor, habituado a escribir para la escena cinematográfica.

La escenografía, minimalista y sencilla, a base de paneles móviles, sobre los que se proyectaban paisajes y cielos castellanos, y sobre los que se derramaba la sangre del asesinado Don Alonso, funcionó con eficacia, acompañando la escena, pero sin robarle protagonismo. El vestuario, diseñado por Franca Squarciapino, respondía a los cánones de los personajes y la época en que los diseñó Lope. A pesar de la diferencia de época, no desentonaban con lo que se escuchaba. 

En conjunto fue una velada interesante de la que podremos extraer más detalles atractivos si tenemos ocasión de volver a contemplarla. Un estreno absoluto más para la historia de la Zarzuela, y para el patrimonio musical hispano.


Vidal Hernando.