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domingo, 20 de octubre de 2024

Marina:. Un éxito bien merecido..

Ópera en tres actos de Francisco Camprodon y Miguel Ramos Carrión con música de Emilio Arrieta.

Intérpretes principales: Marina Monzó, Celso Albelo, Pietro Spagnoli.  Javier Castañeda.

Dirección de escena: Bárbara Lluch.  Escenografía: Daniel Bianco. Vestuario: Clara Peluffo Valentini. Iluminación: Albert Faura. Movimiento escénico: Mercé Grané. Diseño de videoproyecciones: Pedro Chamizo. Coro Titular del Teatro de la Zarzuela (Dtor. Antonio Fauró). Orquesta de la Comunidad de Madrid. Dirección musical: Guillermo García Calvo. Teatro de la Zarzuela, 16 de octubre de 2024.

El Teatro de la Zarzuela ha abierto la temporada 2024-25, con una nueva producción de la ópera Marina, página señera entre toda la producción del gran compositor lírico Emilio Arrieta. Es, también, una de las obras más apreciadas por los aficionados como lo demuestra el hecho de que todas las funciones ofertadas alcanzarán un lleno prácticamente total. La razón se debe a que los dos repartos que la interpretan son de una calidad excepcional y ofrecen una lectura magnífica y modélica.

La sesión que comentamos estuvo interpretada por la soprano valenciana Marina Monzó, cantante de amplia tesitura, con unos graves llenos y claros y unos agudos brillantes, incisivos, poderosos, capaces de solventar las dificultades de una compleja escritura.  En esta ocasión se han rescatados números no habituales: un dúo de Roque y Marina, una sardana (ambos en el segundo acto) y un rondó en el que la Monzó dio una lección de virtuosismo vocal impresionante, con afinación y un derroche de coloraturas, premiadas con el aplauso unánime del teatro.

El tenor lírico tinerfeño Celso Albelo se  hizo cargo del papel de Jorge. Lo desenvolvió con solvencia, calidad y exhibición de sus recursos vocales;  aunque sean conocidos por el público de la Zarzuela, siempre es un lujo volver a escucharlos. El único protagonista no español del reparto,  fue el barítono italiano Pietro Spagnoli, que hizo el personaje de Roque. Cantó con categoría, sin problemas al tener que enfrentarse a una música, como todas las demás de la obra, de grandes influencias italianas. Nada de extraño tiene si recordamos que Arrieta estudió en Milán y su música tiene claras influencias del tratamiento vocal de los autores de aquel país. Javier Castañeda, palentino, dio vida al personaje  de Pascual. Su voz llena, con cuerpo y eficacia se hizo aplaudir como el resto de sus compañeros. Con un reparto de calidad como este, estaba claro que asistiríamos a una función memorable. Así fue

Ya hemos hablado en varias ocasiones de la excepcionalidad del Coro Titular de la Zarzuela, que siempre destaca en sus intervenciones, y no sólo por sus cualidades vocales, afinación, empaste y musicalidad. En esta ocasión le hemos escuchado una de sus mejores intervenciones, gracias a una escritura ejemplar y, a una preparación exquisita. Hay que señalarlo. 

La orquesta, también de riqueza instrumental destacable, estuvo a la altura, gracias al trabajo del madrileño José Miguel Pérez Sierra, actual titular del conjunto desde 2024. En algunos momentos me pareció´ algo excesivo el volumen del conjunto, pero en general, la actuación fue correcta.

El planteamiento de la barcelonesa Bárbara Lluch, como directora de escena, me pareció adecuado y, en general acorde con la historia que se representa. Lo único que no acabé de entender fue la presencia de figuras casi estáticas y con vestimenta diferente al resto. ¿Quizá era para dar movilidad a las escenas? Tampoco me pareció oportuno que la entrega de la carta, en el tercer acto, la hiciera un personaje montado en bicicleta.

La escenografía, responsabilidad de Daniel Bianco, diríamos que sobria, presentaba una pasarela en altura por la que deambulan algunos personajes, sin demasiada intervención en el desarrollo argumental de la ópera. En conjunto, una representación relevante, modélica en cuanto a los solitas principales, y con brillante intervención del coro. 

Una curiosidad: En el libro–programa de la función, Víctor Pagán publica una cronología de las funciones de Marina en el Teatro de la Zarzuela, desde 1860 hasta 2017. En total se han ofrecido 195 funciones, pero lo sorprendente es que en la temporada 1958-59 se dieron ¡74 funciones!, en dos pases diarios, algunos de los cuales fueron protagonizados por Alfredo Kraus y Conchita Domínguez.  José Prieto Marugán. (Fotos. Teatro de la Zarzuela).

domingo, 6 de octubre de 2024

Un recuerdo al Maestro Alonso.

 

Fragmentos de La Calesera, Curro el de Lora, La zapaterita, Doña Mariquita de mi corazón, Aquella noche azul, Luna de miel en El Cairo, Me llaman la presumida y Maitechu mía. Carmen Mateo, soprano. Marcelo Solís, barítono. Atlantida Chamber Orchesta & Choir. Director: Manuel Tevar. Sala de Cámara del Auditorio Nacional de Música, Madrid, 5 de octubre de 2024.

Como adelanto al hecho de que en el año próximo se cumplirá el primer centenario de los estrenos de dos grandes zarzuelas del compositor granadino Francisco Alonso, hemos tenido ocasión de escuchar fragmentos muy representativos de La Calesera y Curro el de Lora, que ocuparon la primera parte este recital. La conocida “Romanza de Rafael” y otros números de la primera de las obras citadas, dio paso a sendos números de su gran zarzuela Curro el de Lora: ese Curro el de Lora que quiso convertir en ópera, ese Curro que consideraba su mejor trabajo y ese Curro que es un desconocido si hablamos de representaciones teatrales. Es cierto que hay una grabación, realizada en 2007, bajo la dirección de Juan de Udaeta, con la Orquesta y Coro de RTVE, además de un magnífico plantel de solistas, pero Curro el de Lora espera una recuperación escénica, porque es una gran página de nuestra literatura lírica que no merece estar fuera del repertorio.

La segunda parte nos ofreció números musicales de un Alonso más moderno, de otras producciones de su pluma más cercanas a lo que se ha llamado “modernidad” que se traduce en el empleo de formas americanas: el foxtrot, el swing … Hay que ver la habilidad del granadino para pasar de un chotis castizo a un pasodoble garboso, en la misma pieza. Sorprende la versatilidad de sus composiciones más ligeras, frente a la seriedad y la grandeza de un Curro.

El recital terminó con la impresionante y apasionada canción Maitechu mía, escrita en San Sebastián de un tirón, algunos quizá dirían hoy que “en directo”; página que ha sido cantada por las más grandes voces, y por conjuntos musicales que practican géneros diferente al lírico.

Fueron protagonistas la soprano alicantina Carmen Mateo, de voz no muy grande pero con técnica suficiente para el repertorio que abordaba. Marcelo Solís, fue el solista masculino. Su voz baritonal llenó la sala y cantó con soltura y acierto. Fueron acompañados por una pequeña orquesta de cámara, a las órdenes del director madrileño Manuel Tevar que, a nuestro juicio, ofreció un volumen a veces excesivo para la sala, corriendo el riesgo, en algún momento, de tapar a los cantantes.

El público aplaudió con entusiasmo, y participó en el pasacalle “Por la calle de Alcalá”; de Las Leandras que fue ofrecido como propina. José Prieto Marugán.

miércoles, 2 de octubre de 2024

Ópera. Marina.

 


Ópera en tres actos. Libreto de Francisco Camprodón y Miguel Ramos Carrión. Música de Emilio Arrieta. Estreno: 16 de marzo de 1871, en el Teatro Real, de Madrid. Acción en Lloret de Mar (Gerona), mediados del siglo XIX  

 Personajes e intérpretes del estreno.

Marina (Angiolina Ortolani). Jorge (Enrico Tamberlik). Roque (Gottardo Aldighieri), (Pacual (Luigi Gassier).

 Números musicales destacados. Acto I. Coro de pescadores (“Ya la estrella precursora”). Barcarola de Marina. Marina y coro (“Brilla el mar”). Aria de Marina (“¡Cómo crecen los latidos!”). Dúo de Marina y Pascual (“¡Niégame que es tu amante!”). Coro de pescadores (“Jorge dio fondo”). Aria de Jorge (“Costa la de Levante”). Cuarteto. Marina, Jorge, Roque y Pascual (“Seca tus lágrimas”). Acto II. Preludio y coro (“Ánimo todos”). Dúo de Marina y Roque (“Magnífico buque”) Final II, bailable y concertante (“¡Ve, ya la gente viene hacia acá!”). Acto III.  Preludio. Introducción, coro y brindis (“Hasta el borde las copas llenad”). Terceto y escena. Marina, Jorge y Roque (“Quedo, quedito…”). Tango de Roque y coro (“Dichoso aquel que tiene la casa a flote”). Dúo de Marina y Jorge (“Por Dios, tu pena cese”). Final III (“¡Ay, desgraciado!”).

Argumento. Acto I. Marina espera la llegada de Jorge del que está enamorada. Mientras este llega, el capitán Alberto viene a despedirse de Marina antes de volver a embarcar. A requerimiento de Marina, Alberto promete entregarla una carta que su padre dejó al morir. Pascual, tosco propietario del astillero, se declara a Marina, y esta intenta averiguar si Jorge la corresponde. Como ambos se han criado juntos y no tienen más familia, debe ser quien conceda a Pascual su mano, si este la pide. Así ocurre. Jorge, enamorado también en secreto de Marina, despechado acepta porque, dice, él va a casarse con otra mujer.  Roque, desengañado, se da cuenta de que Marina no es sincera y presiente que vendrán tiempos difíciles.

Acto II. En su astillero, Pascual anuncia su boda con Marina. Todos advierten la infelicidad de la mujer y durante el subsiguiente festejo Roque cuenta a Marina que Jorge no se va a casar. Esta situación pone en evidencia los sentimientos encontrados de los personajes: el entusiasmo de Pascual, el desamor de Jorge y Marina y la amarga ironía de Roque.

Acto III. En una taberna, Jorge y Roque beben con otros marineros hasta emborracharse. Así los encuentra Marina que habla con Jorge de la mujer que le ha defraudado. Ella piensa que se trata de otra e intenta averiguar de quién se trata, pero nada consigue. Pasqual encuentra a un marinero que trate la carta prometida por Alberto. Pascual hace salir a Marina y, movido por los celos, rompe su compromiso con la muchacha. A partir de ahora, Jorge y Marina pueden declararse su amor mutuo.

Comentario. Aunque la obra nació como zarzuela, es su versión como ópera la que suele ofrecerse normalmente. Su transformación fue aconsejado al autor por, entre otros, el cantante Enrico Tamberlik. Como Camprodón había fallecido, Arrieta encargó la revisión del texto a Ramos Carrión quien respetó bastante el trabajo de  su predecesor. Marina, como ópera, se estrenó en el Teatro Real (llamado entonces Gran Teatro Nacional de la Ópera),cpnt en un “beneficio” a Tamberlik, que cantó la parte de Jorge, con la Ortalina en el papel de Marina, el  barítono francés Gassier en el de Roque y Aldighieri en el de Pascual. La flamante ópera obtuvo un éxito clamoroso que constituyó el acontecimiento de la temporada, representándose seguidamente en todos los teatros líricos de Europa y América hispana y conservando hasta hoy todo el fulgor de una música espontánea, escrita con buen oficio y elegancia melódica. 

Sobre los cambios musicales escribe Peña y Goñi: "La obra tenía dos actos, se agregó uno más y Arrieta escribió, además de las escenas y recitados consiguientes, dos dúos, uno para tiple y bajo y otro para tenor y barítono que se intercalaron en el primer acto; preludio, coro de introducción, concertante y romanza de tiple y dúo de tiple y barítono para el acto segundo que resultó completamente nuevo y, por fin, un dúo para tiple y tenor y un rondó final con que terminó la ópera. El acto segundo de la zarzuela entró íntegro en el tercero de la refundición".

Esta obra, que muchos han calificado de “italiana”, con cierta intención despreciativa, ofrece numerosos momentos musicales de interés, desde el “Coro de pescadores” con que comienza. No vamos a citarlos todos, pero merece la pena escucharse con atención la Barcarola (“Brilla el mar engalanado”), la vibrante Romanza de la protagonista (“Pensar en él”), el Dúo de Pascual y Marina (“Niégame que es tu amante”), la impetuosa Salida de Jorge (“Costas las de Levante”), el Dúo que mantiene con Pascual (“Pascual, amigos míos”), o su encendido canto acompañado por los pescadores (“Al ver, en la inmensa llanura del mar”); todos ellos en el primer acto. En el segundo, el Coro de marineros (“Ánimo todo, fuera pereza”), y el concertante final. En el último acto, el vibrante Brindis (“Hasta el borde la copa llenemos”) que tantas veces hemos oído dentro y fuera de los escenarios teatrales; las seguidillas de Roque (“La luz abrasadora”) y el muy conocido “Tango” de este mismo personaje (“Dichoso aquél que tiene”).

La versión que ahora se ofrece es responsabilidad de Bárbara Lluch, directora de escena barcelonesa, que ve en los personajes de la obra “el miedo al rechazo, al abandono, la inseguridad, los celos, los complejos, la incertidumbre”, es decir las emociones que “complican nuestras relaciones amorosas continuamente y que tanto daño nos hacen”. José Prieto Marugán.

MARINA

Ópera en tres actos

10 funciones (9 al 20 de octubre de 2014)

Nueva producción del Teatro de la Zarzuela

 

Intérpretes:

Sabina Puértolas * / Marina Monzó ** (Marina., huérfana)

Graciela Moncloa *** (Teresa, amiga de Marina)

Ismael Jordi * / Celso Albero ** (Jorge, capitán)

Juan Jesús Rodríguez * / Pietro Spagnoli ** (Roque, contramaestre).

Rubén Amoretti * / Javier Castañeda ** (Pascual, dueño del astillero).

Ángel Rodríguez * / Rodrigo Álvarez ** (Alberto, capitán)

Juan Sousa *** (Un marinero) Capitán).

Una voz *** (Román Fernández-Cañadas)

 

Equipo artístico.

Dirección de escena: Bárbara Lluch.

Escenografía: Daniel Bianco.

Vestuario: Clara Peluffo Valentini.

Iluminación: Albert Faura.

Movimiento escénico: Mercé Grané

Diseño de Videoproyecciones: Pedro Chamizo.

 

Coro Titular del Teatro de la Zarzuela (Dtor. Antonio Fauró).

Rondalla Lírica de Madrid “Manuel Gil” (Dtor. Antonio Ortega).

Orquesta de la Comunidad de Madrid.

Dirección musical: José Miguel Pérez-Sierra.

 

*  - 9, 11, 13, 17 y 19 de octubre de 2024.

** - 10, 12, 16, 18 y 20 de octubre de 2024.

*** - Miembros del Coro Titular del Teatro de la zarzuela.

 

 

viernes, 27 de septiembre de 2024

Homenaje al Maestro Alonso.

El año de 1925 debió ser para el compositor granadino Francisco Alonso, un año algo extraño. En él alcanzó uno de los éxitos más importantes de su carrera con La Calesera y sufrió una decepción con una obra grandiosa salida de su pluma: Curro el de Lora.

Para celebrar el próximo centenario de ambas zarzuelas, Atlántida Chamber Orchesta ofrecerá el día 5 de octubre, a las 19 horas, en la Sala de Cámara del Auditorio Nacional, de Madrid, un concierto en cuya primera parte se podrá escuchar una selección de los mejores fragmentos de estas dos zarzuelas.

Curro el de Lora se estrenó en Apolo el 29 de octubre de 1925, teniendo como protagonistas a Selica Pérez Carpio, soprano, Eugenia Galindo, tiple cómica, y el barítono José Marín. Cuenta la historia de un bandolero que encuentra, por casualidad, a su antiguo amor. Parece que la relación no es recuperable. Curro es traicionado por uno de sus compinches y queda mal herido; Lola, su antiguo amor, al verle desamparado siente renacer sus antiguos sentimientos y terminará en sus brazos. La obra, muy notable, no alcanzó el éxito merecido. Quizá el público de Apolo no era el más adecuado para un trabajo como éste, un trabajo que el maestro Alonso siempre considero como el mejor entre los suyos y que llegó a pensar a convertirlo en ópera. Es una obra que debería ser ofrecida escénicamente por su espectacularidad.

La Calesera se estrenó en la Zarzuela el 12 de diciembre del propio 1925. Narra una historia de amor, ambientada en el Madrid romántico en la que intervienen una cómica y una marquesita  que aman a un liberal. En ella figura, además, el famoso bandolero Luis Candelas. La Calesera tuvo un éxito rotundo, tanto que el maestro Alonso, al terminad la función a las 2 de la madrugada, fue llevado en hombros desde el teatro hasta su casa, en la calle del Prado.

La segunda parte del concierto la forman páginas de otras importantes zarzuelas de Alonso: La zapaterita, La parranda, Doña Mariquita de mi corazón, Aquella noche azul, Luna de miel en El Cairo y Me llaman la presumida. Junto a ellos, la célebre canción Maitechu Mía.

Intervienen la soprano alicantina Carmen Mateo y el barítono malagueño Marcelo Solís. Dirigirá la Atlántida Chamber Orchestra su fundador y director, el pianista y compositor madrileño Manuel Tévar. José Prieto Marugán.

 


 

 

miércoles, 25 de septiembre de 2024

Domitila. Amores imposibles.

 


Domitila.
Ópera de cámara con texto y música de João Guilherme Ripper. Ana Quintans, soprano. Irene Martínez Navarro, clarinete. Esteban Jiménez, violonchelo. Borja Mariño, piano y dirección musical. Nicola Beller Carbone, dirección de escena. Carmen Castañón, escenografía. Pier Paolo Álvaro y Roger Portal, vestuario. Pedro Chamizo, Iluminación. Madrid, Fundación March, 24 de septiembre de 2024.

El compositor brasileño João Guilherme Ripper compuso su ópera Domitila, basándose en la correspondencia entre el emperador Pedro I de Brasil y la Marquesa de Santos. El estreno tuvo lugar en el año 2000, en Rio de Janeiro, y hemos tenido ocasión de conocerla en el auditorio de la Fundación Juan March, dentro del ciclo Teatro Musical de Cámara que, desde hace diez años, viene ofreciendo en colaboración con el Teatro de la Zarzuela.

Se trata de un monólogo construido a partir de textos seleccionados de las cartas cruzadas entre ambos personajes históricos, acompañado por un pequeño conjunto instrumental. La ópera es interesante, aunque sólo sea por lo infrecuente de su estructura: una única intérprete canta  dando vida a un hombre y a una mujer. Esto añade a su papel dificultades adicionales. Ana Quintans, soprano lisboeta, fue capaz de solventar todas las dificultades. Tiene una voz poderosa y de amplio registro tanto en el registro grave como en el agudo. En Domitila está prácticamente todo el tiempo en escena, lo que añade a su interpretación una especial dificultad. Fue acompañada por sólo tres instrumentos cuyos intérpretes intervienen también en el desarrollo escénico. Este cuarteto se desenvuelve en un espectáculo ideado por la soprano alemana Nicola Beller Carbone, que con este montaje da sus primeros pasos como directora de escena.

La función a la que asistimos fue una de las dedicadas a escolares de segunda enseñanza que ofrece la Fundación Juan March en este tipo de espectáculos. Nos interesan estas funciones para ver no sólo el espectáculo ofrecido, sino la reacción de un público que, en su inmensa mayoría, no asiste a funciones líricas, ni de ópera, ni de zarzuela. He de señalar el buen comportamiento de un teatro lleno de jóvenes, escuchando una música que no es la suya y que se mantuvo interesado y en silencio durante toda la representación. Supongo que antes de asistir hay un trabajo previo en sus centros escolares donde les “preparan”. La verdad es que este tipo de espectáculos me parecen muy interesantes, porque enfrentan a un público desconocedor con obras antiguas o modernas pero sin concesiones a quienes son “novatos” en esto de la afición lírica.

Después de la función hubo un pequeño coloquio con los jóvenes en el que escuchamos preguntas muy interesantes, probatorias de que la experiencia les llamó la atención.

José Prieto Marugán.