Zarzuela en tres actos. Libreto
de Ventura de la Vega. Música
de Francisco Asenjo Barbieri. Estreno: 6 de octubre de 1851, en el Teatro del
Circo, de Madrid. Acción en Madrid, en el reinado de Felipe V.
Personajes e intérpretes del estreno.
La Duquesa de Medina,
enamorada de Félix (Adelaida Latorre, soprano).
El Marqués de Caravaca,
pretendiente de la Duquesa
de Medina (Francisco Salas, barítono). El Duque de Alburquerque, padre de la Duquesa (Francisco Calvet,
bajo o barítono). Don Félix, hidalgo enamorado de Leonor (José González,
tenor). Antonio, amigo de Félix (Vicente Caltañazor, tenor cómico).
Decorados: Luis Muriel.
Sinopsis. Acto I. Verbena de la noche de San Juan junto al
Manzanares. Leonor (Duquesa de Medina), disfrazada, es seguida por el Marqués
de Caravaca que sospecha que se trata de una dama de elevada categoría social. La Duquesa tiene una cita con
Félix, un joven hidalgo, al que hace creer que es la criada de una noble dama.
Asediada, alternativamente por Félix y el Marqués, Leonor consigue escapar a la
persecución de sus admiradores y retirarse a su palacio.
Acto II. Un salón del Palacio del Buen Retiro. Se comentan los
lances de la verbena y en especial la habilidad de una misteriosa dama para
escabullirse de sus enamorados. El Marqués conversa con la Duquesa para comprobar si
Leonor y la joven de la verbena son la misma persona. Aparecen Félix y Antonio
que han sido invitados a Palacio por el Marqués. Félix reconoce a la Duquesa, pero ésta finge
no conocerlo. La corte se retira y al quedar solos Félix y el Marqués, éste
descubre que Leonor se está haciendo pasar por camarera de la Reina y no se atreve a
descubrir su verdadera identidad. El Marqués consigue arrebatar a Félix una
carta de Leonor en la que declara su amor. Con la carta en su poder, el Marqués
intenta chantajear a la
Duquesa para obtener sus favores, pero no cuenta con la
habilidad de la dama que, haciéndole creer que cede a sus deseos, logra
quitarle la comprometedora misiva. En este momento vuelve Félix que, ante la
escena, se siente agraviado y descubre todos los manejos ante una asombrada
corte que no pierde detalle. El escándalo se resuelve de forma concluyente:
Félix está loco y es necesario su internamiento.
Acto III. Félix ha sido recluido en el manicomio. Leonor,
arrepentida, trata de liberar a su enamorado y cuando todo está preparado para
la fuga, aparece el Marqués. Félix introduce al noble junto a los locos que se
ríen de él, le desnudan y le mantean. Mientras tanto, una amiga de Leonor ha
conseguido del Rey autorización para el casamiento y llega con el documento en
el preciso instante en que los jóvenes se prestan a la huida.
Números musicales.
Acto I.
- Introducción y coro de vendedores y majos (“Los ricos buñuelos”).
- Escena y aria del Marqués de Caravaca (“Si te place de este bosque”).
- Romanza de Félix (“La vi por vez primera”).
- Dúo de la Duquesa y Félix (“Hay un palacio junto al prado”).
- Final I acto (“Pues quiere la fortuna”).
Acto II:
- Coro de caballeros y damas (“¡Vedle allí qué pensativo!”).
- Dúo de la carta. Dúo del Marqués y de la Duquesa (“Por temor de otra imprudencia”).
- Final del acto II (“¡Oh maldad!”).
Acto III.
- Intermedio y Preludio.
- Romanza de la Duquesa (“Un tiempo fue”).
- Aria del Marqués y Coro de locos (“¡Quien me socorre!”).
Comentario. El libreto es un plagio de la obra francesa La comtesse d'Egmont (1833), de Ancelot
y Decomberousse. La música es claramente italianizante, aunque no puede
olvidarse que hay mucho del Barbieri inconfundible que aparecerá en zarzuelas
posteriores. Además, el estreno había despertado mucha expectación. Entre otras
causas la obra tenía tres actos y eso era algo inusitado, incomprensible y
hasta algo inaudito.
Jugar con fuego marca el camino de la zarzuela como entre musical
autóctono y la zarzuela ofrece momentos tan atractivos como el coro de los
pregones con que comienza la obra o el coro de locos con que finaliza, en los
que predomina el carácter español. Más de estilo italiano son las romanza de
Félix en el primer acto ("La vi por vez primera"), la de Leonor en el
último (“Un tiempo fue que en dulce calma"), el dúo de Félix y Leonor (I
acto) y el extenso concertante del segundo acto, ejemplos magistrales del
trabajo de Barbieri.
Una anécdota: En la noche del
estreno, al empezar el concertante final del II acto, los cantantes y la
orquesta comenzaron con inseguridad y vacilación. Barbieri, que dirigía, no se
arredró ante la situación e interrumpió la ejecución ordenando, con energía,
que comenzaran de nuevo. Esta vez las cosas fueron por su cauce y el
concertante salió perfecto.
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