El sapo enamorado. Pantomima.Texto de
Gregorio Martínez Sierra y María de la O Lejárraga. Música de Pablo Luna. B.
Lacosta. A. Martín. B. Ruiz. M. R. Mendiola. El corregidor y la molinera. Pantomima. Texto de Gregorio Martínez
Sierra y María de la O Lejárraga. Música de Manuel de Falla. E. Martín. B.
Ruiz. R. Merlo. M. González. A. (Garduña). Ensemble Drama! Directora de escena: Rita Cosentino. Director
musical: Nacho de Paz. Auditorio de la Universidad Carlos III de Madrid
(Leganés), 28 de octubre de 2016.
Un momento de "El sapo enamorado" en Cuenca, septiembre 2015 | (Foto: Fundación Guerrero) |
Confieso que, además de volver a ver y escuchar
este programa que tuve ocasión de conocer en su estreno, en septiembre de 2015,
en el auditorio de Cuenca durante las III Jornadas de Zarzuela allí celebradas,
me interesaba especialmente comprobar la reacción de unos niños del ciclo de
enseñanza secundaria ante unas obras de esta naturaleza, pues la representación
se incluye dentro del programa pedagógico del Teatro de la Zarzuela, en coporoducción también con la Fundación Jacinto e Inocencio Guerrero. ¿Cómo reaccionarían
estos muchachos a unas obras teatrales limitadas básicamente a la gestualidad y
con ausencia de texto? ¿Entenderían “de qué van” las historias que se cuentan?
¿Advertirían los detalles? ¿Hasta dónde les serían útiles las orientaciones y
consejos previos de sus profesores? Y la pregunta más importante: ¿Se
aburrirían?
No pretendo un estudio sicológico sobre el tema,
pero sí debo dejar constancia de mi impresión sobre esta actividad. Los niños
no se aburrieron. Bien es verdad que los he visto más integrados y
participativos en otras producciones didácticas de la Zarzuela (El paraíso de los niños, La cantada vida y
muerte del general Malbrú, por ejemplo) pero en esta ocasión la muchachada
atendió y estuvo atenta al espectáculo durante la hora y hora y media aproximadas
que dura cada una de las pantomimas, respectivamente. La conclusión más
inmediata es obvia: la receptividad de los niños es impresionante; están
abiertos a todo, les vale todo y seguro que sacan conclusiones de todo. Pero cuidado, el mérito es de ellos, de la
magia del teatro y, un poco menos, pero también de profesores y orientadores.
En fin, vayamos al comentario de las
representaciones. El sapo enamorado fue
presentado en un escenario vacío, aunque la narración estaba apoyada con
proyecciones de cine mudo que resultaron muy efectivas. Excelente idea la de
llevar los personajes de la escena a la pantalla que sorprende y reafirma la
intencionalidad narrativa. El protagonista fue Aaron Martín, representando al
Sapo, expresivo y convincente; junto a él, María González, en el papel de la
Bella, y Balbino Lacosta, que tradujo el prólogo (única parte que tiene un
texto explicativo, de difícil comprensión para los niños) con explícita
gestualidad.
El
corregidor y la molinera contiene más elementos de baile que la anterior
pantomima. No hace falta recordar que fue el germen del ballet El sombrero de tres picos. La historia
nos parece más sencilla de entender, en parte por la ayuda que supone la
caracterización y el estupendo vestuario de los personajes protagonistas. La
figura principal es la Molinera, interpretada por Estrella Martín, que hizo un
trabajo excelente y supo destacar los distintos registros de su personaje.
Aunque con menos relevancia, Baldo Ruiz, como el Molinero, contribuyó a
redondear la representación. Muy bien resuelto el personaje del antipático
Corregidor, a cargo de Ramón Merlo, muy expresivo, acentuando el carácter
ridículo del personaje.
La escena de El
sapo, completada con la proyección cinematográfica, resultó más estática
que la de El corregidor, donde primó
la viveza, la agilidad, el dinamismo, conseguidos con elementos muy simples
(media docena de paneles que, movidos por los propios intérpretes, cambiaban la
escena y daban movilidad a estos cambios. Creo que esta solución escenográfica
resultó atractiva y merece que sus responsables sean destacados: Juan Sanz,como escenógrafo y Gabriela
Salaverri, diseñadora del vestuario. Ellos y todos los intérpretes estuvieron a
las órdenes de Rita Cosentino que firmaba la dirección de escena. Un buen
trabajo.
La orquesta, ENsemble Drama!, a las órdenes de Nacho de Paz, director que
estrenó el programa en Cuenca, sonó muy bien, redonda, cálida y eficaz. Hubo
colores instrumentales y el conjunto siempre estuvo al servicio de la escena.
Al final, todos los intérpretes recibieron el
aplauso espontáneo de los jóvenes espectadores.
Vidal Hernando.
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