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lunes, 24 de marzo de 2014

UNA VIDA DE ZARZUELA: MAESTRO GUERRERO.


Un momento de la representación


Espectáculo cómico-biográfico-musical, de Pedro Martínez, con dirección musical de Elías Romero. Intérpretes:  L. Toré. C. Maqueda. S. Salamanca. P. Martínez. E. Romero. Teatro Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa. Madrid, 19-3-2014.
  
(En cartel hasta el 4 de mayo de 2014).
 





Los espectáculos zarzueleros se ofrecen en formato escénico, en recitales acompañados casi siempre por un piano, o en eso planteamiento mediopensionista que llamamos “zarzuela semiescenificada” o “versión de concierto”. Las biografías de los músicos, cuando las hay, se quedan en forma de libro. Por eso poner sobre las tablas la vida de un compositor es una novedad, que merece la pena conocer.

Eso es Jacinto Guerrero. Vida de zarzuela,  una aproximación a la vida del popular autor toledano, ilustrada con algunos números musicales, mostrada durante el ensayo de unos actores que están montando, precisamente, la biografía sonora del personaje. En algún comentario la hemos visto denominada “comedia música”, incluso “género chico”; nosotros, buscando el enlace con la tradición zarzuelera la hemos llamado “espectáculo cómico-biográfico-musical”, con permiso del autor. Y es las tres cosas.

Es espectáculo brillante, rápido, ingenioso, dinámico, simpático y, sobre todo, rítmico. Tiene momentos reflexivos, descriptivos, evocadores, pero, sobre todo, es gracioso. El público ríe durante una buena parte de los 75 minutos de su duración.  Es biográfico, porque transmite informaciones y datos de la vida del personaje protagonista, y es musical porque ofrece ocho temas del autor toledano, unos conocidos y otros inéditos para la mayoría de los espectadores: Doña Mariquita, ”Duerme, duerme corderito” (La alsaciana), “Hay que ver” (La montería), “Un novio me ha salido” (El tejar de Cantarranas),  “No hay por qué gemir (fox)” (Los gavilanes), “Esta mañana mu tempranico” (La rosa del azafrán),  “Cuando el grave sonar de la campana” (El huésped del Sevillano) y “Adiós, Sebastián” (Tiene razón don Sebastián).

Todo lo que llevamos escrito no es más que el “esqueleto” del espectáculo, pero, ¿y la “carne”?, es decir la interpretación. Pues de primera. Lorena Toré, que dio vida a “la directora”, es el alma del espectáculo; a pesar de aparecer como egocéntrica, exigente, muy dura y crítica con el trabajo de sus colaboradores y con evidente ojeriza hacia la soprano. Camilo Maqueda (que alternará con Álvaro Puertas) es “el actor”, siempre dispuesto a demostrar sus habilidades, sus cualidades interpretativas y su versatilidad, aunque constantemente arrinconado por la “directora”. La “soprano” fue Sagrario Salamanca (alternará con Alicia Montesquiu), de voz cálida, capaz de sortear los exigentes agudos que Guerrero colocaba en muchas de sus partituras, y de modelar cálidamente el sonido en las romanza de La alsaciana  y El huésped del Sevillano . Un “maestro” (Elías Romero), es, en realidad, un pianista que cumple eficazmente con su papel, aunque en algún momento también muestra su incomodidad con las exigencias de la “dirección”. Y un “ayudante” de la directora (Pedro Martínez), tímido, apocado e insulso, incapaz de revelarse contra la tiranía de su “jefa”, pero eficaz y diligente en su trabajo.

El excelente trabajo interpretativo de estos cinco personajes, la gracia del texto, la agudeza de los chistes, los problemas “existenciales” y “metafísicos” de la “directora” arrancan al público aplausos y carcajadas. ¿Se puede pedir más?

El espectáculo ha sido producido por la Fundación Jacinto e Inocencio Guerrero, que de esta forma no sólo apoya el género zarzuelero, sino que busca renovar la manera de presentarlo. Nuestra enhorabuena.

Vidal Hernando,




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