Zarzuela en
tres actos y en verso. Texto de Francisco Camprodón. Música de Emilio Arrieta.
Estreno: 19 de febrero de 1853, en el Teatro del Circo, de Madrid. Acción en Madrid, Palacio del Buen Retiro,
año de 1664, reinado de Felipe IV.
El dominó azul será ofrecida,
en versión semiescenificada,
en el Teatro de la Zarzuela,
los
días 7, 14 y 20 de junio.
Personajes e intérpretes principales del estreno.
Marquesa de
San Marín, coqueta dama de la reina, atraída por Germán (Luisa Santamaría,
soprano). Leonor de Haro, camarera de la reina, enamorada de Herman (Ángela
Moreno, mezzosoprano).
Felipe IV, rey
de España (Francisco Calvet, bajo). Herman, paje del rey, enamorado de Leonor
(José González, tenor). Marqués de San Marín, montero mayor (Francisco Salas, barítono).
Vizconde del Jalón, noble cortesano (Vicente Caltañazor, tenor cómico).,
Principales números musicales.
Acto I.
- Introducción y coro (“Comprenda de esta llama”).
- Escena, Marquesa, Leonor, Herman, Marqués y coro (“Enhorabuena”).
- Dúo de la Marquesa y Herman (“De un tierno amante”).
- Romanza de Leonor (“Es sombra de mi sueño”).
- Dúo de Leonor y Herman (“Cuando un galán se enamora”).
- Final I acto. Terceto de Herman, el Rey, el Marqués y coro (“A caza voy”).
- Introducción y coro (“Cuánta algazara”).
- Cuarteto. Marquesa, Herman, Rey, Marqués (“Hechicera mascarita”).
- Romanza de Herman (“Cuando tus ojos lánguidos”).
- Fin Acto II. Concertante. Marquesa, Leonor, Herman, Rey (“De Dios, sin duda”).
Acto III.
- Introducción. Aria del Marqués y Coro de la murmuración (“La corte murmura”).
- Dúo de la Marquesa y Leonor (“Va a marchitaros vuestra belleza”).
- Terceto. Leonor, El Rey, Marqués (“Se ceba la malicia”).
- Coro de cortesanos (“Nos mandan en la cámara”).
- Final. Marqués, Marquesa y Coro (“¡Qué buen marido!”).
Argumento. Acto I. Sala
de palacio. Un grupo de caballeros trata de averiguar el traje que llevarán las
damas en el baile de disfraces. Herman y Leonor se miran amorosamente, y la
coqueta Marquesa de San Marín no oculta su interés por Herman.
Todos se
retiran para saludar al Rey y quedan solos la Marquesa y el Vizconde del Jalón
que pide a la dama su intercesión para que el monarca perdone al Marqués de
Heliche, hermano de Leonor. La Marquesa medita si debe hacerlo, cuando aparece
Herman, inquieto por las atenciones que el Rey presta a Leonor. La Marquesa
decide vengarse del joven al comprobar que no tiene el menor interés por ella.
Vuelve el Vizconde y descubre que Leonor irá a la fiesta con un dominó azul.
Leonor, sola,
lamenta los celos de Herman pero en un diálogo con él, ambos terminan
reconciliados. Al retirarse estos, ocupan la escena el Rey y el Marqués. El
monarca pide consejo sobre cómo calmar los celos de la reina y así poder estar
más libre para sus conquistas. El Marqués comenta su táctica: ha regalado a su
esposa un alfiler y un bello pañuelo de mano. Pero como la reina no quiere
regalos, el Rey ha pensado fingir que irá de caza a El Pardo y volverá, de
incógnito, al baile. Cuando el Marqués se retira, el Rey se encuentra con
Herman, que descubre el disfraz de Leonor, y al enterarse de la marcha del
monarca, piensa que sus celos son infundados.
Acto II. Sala de
palacio aneja al salón de baile. La Marquesa se encuentra con Leonor, a la que
comenta que su hermano está en Madrid. Leonor sale para verle y la Marquesa
también se marcha. Entra el Rey, disfrazado de cazador, en busca de la dama del
dominó, cuya identidad desconoce el Marqués que le acompaña. Ambos entran en el
salón.
Al poco
vuelve, vestida con un dominó azul, la Marquesa. Herman la confunde con su
amada y la requiebra pero ella se muestra arisca y despreciativa con él.
Regresa el Rey y coquetea con la Marquesa que se deja conquistar. Cuando ambos
se marchan hacia el jardín, Herman intenta seguirles, pero el Marqués se
interpone y descubre que quien acompaña a la del dominó en el Rey.
Herman queda
desconsolado por la traición de su amada. El Rey regresa contando que la dama
se ha escapado, pero conserva una prenda de ella, y sale de nuevo en su busca,
Vuelve Leonor y se sorprende ante el enfado de Herman. Vuelve también la
Marquesa, con su inicial disfraz de hechicera, y Leonor se confía con ella. Herman
reprocha a su dama su infidelidad, cuando vuelve a aparecer el Rey que se
extraña del cambio de actitud de la dama del dominó, que se siente ultrajada
por el comportamiento del monarca. La Marquesa disfruta con su venganza y
Leonor cae desmayada.
Acto III. Antecámara
del Rey. Un grupo de caballeros intenta averiguar quienes fueron los
protagonistas de la aventura de ayer y logran descubrir que la del dominó era
Leonor, la cual aparece con idea de
pedir justicia al Rey. La Marquesa le sale al encuentro intentando convencerla
de que se lo tome a broma, pero Leonor, que se siente difamada, insiste en ver
al monarca.
Entran el Rey
y el Marqués. Leonor pide justicia y el Monarca dice que guarda una prenda de
la tapada, pero le da la oportunidad de que se explique. Solos los dos, Leonor
confiesa su visita nocturna a su hermano, con lo que demuestra que ella no fue
la dama que acompañó al monarca. E Rey convoca a la corte para deshacer las
murmuraciones y restituir el honor de la mujer.
Delante de
todos, el Rey, sin descubrirse, cuenta la pasada aventura de un noble y una
dama entre los que nada sucedió. El hombre se quedó con un pañuelo de la mujer,
el cual ha entregado al monarca, quien, haciendo que pase de mano en mano,
exige que su dueña lo reconozca, para probar la inocencia de Leonor. Nadie
admite la propiedad de la prenda, ni siquiera la Marquesa, que no quiere
descubrirse. De pronto, entra el Marqués, ignorante de lo que ocurre; al ver el
pañuelo que regaló a su esposa, cree que todos están admirándolo y presume de
lo que le costó. La culpabilidad de la Marquesa queda demostrada y tendrá que
renunciar a su cargo de camarera de la reina. Para cerrar el episodio, el Rey
concede a Herman la mano de Leonor y perdona a su hermano; el Marqués sigue sin
enterarse del desliz de su esposa y los cortesanos tienen otro objeto más para
sus murmuraciones.
Comentario. Basada en Le domino nor, ópera de Eugéne Scribe
(1791-1861), con música de Daniel Auber (1782-1871), es la primera zarzuela
escrita por Arrieta. La idea de transformarla en zarzuela fue del cantante
Francisco Salas, empresario entonces del Teatro del Circo, que puso en contacto
a libretista y compositor. Parece que Camprodón no confiaba en las capacidades
de Arrieta, y sirviéndose de una flauta iba comentando al compositor lo que
quería para cada número o situación. Arrieta, callado y prudente, compuso el
dúo de sopranos del tercer acto y, cuando Camprodón lo conoció, se dio cuenta
de su error y no volvió a importunar al músico.
Esta obra, un
enredo palaciego provocado por el desdén y los celos, fue muy aplaudida y
permaneció en cartel durante mucho tiempo, y fue muy elogiada por la prensa. En
el estreno se repitieron doce de los quince números de que consta la zarzuela y
se aplaudieron especialmente: el Dúo de la Marquesa y Herman (“De un tierno
amante”), la Romanza de Leonor (“Es sombra de mi sueño”) y el Dúo de Leonor y
Herman (“Cuando un galán se enamora”), del primer acto. En el segundo, el
Cuarteto (“Hechicera mascarita”) y la Romanza de Herman (“Cuando tus ojos
lánguidos”). Y en el tercero, el Dúo de la Marquesa y Leonor (“Va a marchitaros
vuestra belleza”), y El terceto entre Leonor, El Rey, Marqués (“Se ceba la
malicia”).
La prenda que
da lugar a la confusión, es decir, el dominó, es una túnica larga, con capucha,
ideal para ocultarse y pasar desapercibido.desconocida y está huérfana de
representaciones escénicas y de grabaciones discográficas.
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