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sábado, 18 de febrero de 2017

Descubriendo nuestra música sinfónica.


José Luis Temes, director de orquesta

Obras de M. Rodrigo, J. Codina, J. Torres y E. Fernández Blanco. M. Espinós, piano. Orquesta Sinfónica de la RTVE. Director: José Luis Temes. Teatro Monumental, de Madrid, 16-2-2017.


Reconocer a José Luis Temes la condición de adalid de la música española no es una novedad, pero no está de más recordar su trabajo ingente en favor de nuestra música, de esa música tantas veces olvidadas que él ha programado en los teatros y ha grabado en una importante cantidad de discos.

El programa que se comenta es una muestra de ese interés del director madrileño: cuatro obras, prácticamente cuatro estrenos, de calidad musical indiscutible, tres de ellas firmadas por autores casi desconocidos y que no suben a los atriles con la frecuencia que deberían. Abrían la sesión las Rimas infantiles, de María Rodrigo (1888-1967), música delicada y directa inspirada en las canciones de nuestra infancia, pasadas por la paleta colorista de una compositora sabedora de las posibilidades de una orquesta sinfónica. Temes las expuso destacando contrastes y texturas, sin perder la ingenuidad y la sencillez del material original.

El Concierto para piano y orquesta de Jacinto Codina (¿17…?–1818), verdadero estreno en tiempos modernos, sorprendió al auditorio desde los primeros compases. Música de finales del XVIII con sonoridades del último Mozart o del primer Beethoven es una página magnífica que destaca por su transparencia y el equilibrio entre orquesta y solista. Fue protagonizado por la pianista alicantina Marta Espinós con limpieza extraordinaria, pulsación firme,  buen estilo y técnica, expuestos especialmente en la virtuosa cadencia del primer tiempo. Un concierto muy agradecido cuya partitura apareció en la Biblioteca Palatina de Parma y que ha sido preparado para su ejecución por el musicólogo asturiano Raúl Angulo.

La obra de nuestro tiempo (no olvidemos que José Luis Temes ha prestado y presta mucha atención a la música de hoy) fue un atractivo fresco sonoro titulado Tres pinturas velazqueñas, página de envergadura que traslada al mundo sonoro la impresión de tres obras maestras del pintor sevillano: La Venus del espejo, Cristo crucificado y El triunfo de Baco. El tríptico, de Jesús Torres (1965), mereció el Premio de composición de la AEOS (Asociación Española de Orquestas Sinfónicas); lo explicó Temes destacando la riqueza  tímbrica, el misticismo, la contemplación, la alegría, la tragedia, la danza … toda una serie de impresiones que genera esta oba, aplaudida por el público.


Cerraba el concierto una página desconocida de un autor poco popular: la Obertura dramática, de Evaristo Fernández Blanco (1902-1993). Escrita para una gran orquesta (hasta ocho trompas), con notable presencia de los metales y la percusión, y estrenada en 1983 por Odón Alonso, su título no refleja lo que la música describe: el horror, la desolación, la violencia de la guerra. Escrita en 1940 es una página grandiosa, más descriptiva de sensaciones que de situaciones “físicas”, poderosa en la sonoridad y que exige de la orquesta un trabajo casi agotador en algunos momentos (los violines al final de la pieza y el machacón ritmo de la caja que suena como el tableteo de una ametralladora). José Luis Temes mantuvo el pulso vibrante de este poema sinfónico en todo momento, atento a los detalles, a marcar entradas, a construir crescendos, a controlar dinámicas… El público se lo agradeció con una aplauso intenso.

En resumen una velada magnífica, demostrativa de que nuestro patrimonio musical sinfónico es importante y que no merece estar olvidado. Los responsables deben programar más obras de este tipo y la industria debe hacerlas circular con la tecnología de que se dispone (discos, web…). Cualquiera de las obras de este concierto merece ser escuchada más veces, no por patriotismo, sino por su calidad. Hay que agradecer a José  Luis Temes, una vez más, su interés por dar a conocer estos tesoros de nuestro patrimonio sonoro, el esfuerzo por prepararlos y la excelencia técnica para darles vida en el concierto.

Vidal Hernando.

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