Buscar este blog

domingo, 19 de marzo de 2023

La plazuela de Teresa Berganza.



La madrileña calle de Jovellanos, que une las de Zorrilla y Los Madrazo, es una pequeña vía que tiene, para la historiade la cultura española, una enorme importancia.  La razón es, como muchos saben, que en ella se encuentra el Teatro de la Zarzuela, único en el mundo por muchas razones. Este coliseo, construido en 1856, tiene delante una especie de atrio, un retranqueo donde las gentes se reúnen antes de entrar al espectáculo. También lo hacen después, como es natural. En esos momentos, es posible escuchar opiniones y comentarios, con lo que ese espacio se convierte en una especie de mentidero, por utilizar una palabra con grandes connotaciones madrileñas.

 

Pues bien, desde el pasado día 16 de marzo, de este 2023, ese espacio tiene un nombre. Un nombre señero, un nombre magnífico, un nombre que impone respeto y cariño a partes iguale. Ese nombre es el de Plazuela de Teresa Berganza.  El Ayuntamiento de Madrid ha decidido rotular así este lugar y lo ha hecho, precisamente, el día en que Teresa hubiera cumplido un año más.

Ya tiene la Berganza en Madrid un Conservatorio Profesional que lleva su nombre, un colegio público en Boadilla del Mone y otras ciudades y pueblos tienen también calles que la recuerdan. Pero la Plazuela que da acceso al Teatro de la Zarzuela, se me antoja algo especial.

No es un gran espacio (Teresa se hubiera merecido sin duda alguna cualquier otro de mayor tamaño), ni un lugar ahíto de turistas contemplando grandes arquitecturas, ni siquiera muy transitado, salvo los días de función, pero quizá no había mejor sitio en Madrid para recordar a nuestra cantante con más significado, con más cariño, incluso con más emoción. A mi juicio, ni siquiera la calle de San Isidro, donde Teresa vino a nacer.

En la inauguración oficial intervinieron Daniel Bianco, Director del Teatro, gran valedor se sus méritos y siempre atento a cualquier iniciativa para promociona y poner en valor (como se dice ahora)  nuestro teatro lírico, que es uno de los más grandes patrimonios culturales de que disponemos. Hay que darle las gracias una vez más y dedicarle el aplauso. Intervino también un representante de Ayuntamiento que recordó a … ¡Lina Morgan! Si fue un error, quede disculpado; de otro modo …

Luego escuchamos a la mezzo Carol García, acompañada al piano acompañada por Ramón Grau en la “Canción de Paloma” de El barberillo de Lavapiés. Un brillante colofón para un acto emocionante. Enhorabuena y gracias a quienes lo han hecho posible. JPM.

No hay comentarios:

Publicar un comentario