¡Buenos días, Don Hilarión! ¿Qué tal su fin de semana?
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Hil.
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Muy bien. Se lo podría cantar remedando aquello de El niño judío: De Cuenca vengo …
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Seb.
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¡No me diga que ha estado usted en Cuenca, en lo de la
zarzuela!
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Hil.
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Sí, señor. Con eso de que está a una horita, picó usted mi
curiosidad. Así que me dije, allá que voy. Eso sí, de incógnito, ya sabe
usted que no me gusta llamar la atención.
¡Oiga, qué barbaridad eso del AVE! ¡Eso es un medio de
transporte! ¡No se nota nada, ni ruido, ni traqueteo, ni carbonilla… y ¡qué
velocidad! Si cuando lo de la
Susana tengo a mano una cosa como ésta, ¡a buenas horas
alquilo yo aquel simón! Porque, mire usted, a trescientos kilómetros por
hora, podría haber pasado delante de las narices del impertinente ese, sin
que se diera ni cuenta.
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Seb.
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Ya, ya. Pero hábleme usted de lo que interesa, de la
zarzuela.
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Hil.
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De la zarzuela … Bien. Ahí va. Acomódese en el asiento y
apriétese los machos, porque la noticia es de las de padre y muy señor
mío. No lo va usted a creer, pero …
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Seb.
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¡Dígame ya lo que sea! ¡Me tiene usted en ascuas!
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Hil.
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Bien, bien. Usted sabe que en todas partes cuecen habas, y
que donde menos se espera salta la liebre…
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Seb.
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¡Déjese de refranes, Don Hilarión¡ ¡Hable usted de una
vez!
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Hil.
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Bueno, bueno; no se impaciente . Lo que ha ocurrido es que
¡Ha nacido la zarzuela moderna! ¡¡La zarzuela de nuestro tiempo!! ¡¡¡En Cuenca!!!
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Seb.
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¿Qué me dice?
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Hil.
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¡Lo que oye!. ¡Ha sido una cosa …. increíble!
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Seb.
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Pero, bueno ¿qué ha ocurrido? ¿cómo ha sido? ¡Déme usted
detalles!
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Hil.
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Verá. Después de todas las sesiones académicas, y de los
coloquios, densos aunque muy interesantes, la clausura, que todos esperábamos
como la cosa habitual y rutinaria del agradecimientos de los organizadores a
los asistentes y aplausos de los asistentes a los organizadores, no fue así.
Empezó de una manera rimbombante, engolada y pomposa, pero de pronto se
convirtió en una verdadera zarzuela cuya base era la biografía del maestro
Guerrero.
Aquello ha sido un espectáculo brillante, rápido,
ingenioso, dinámico, con carácter, con cinco personajes entregados, con
guiños teatrales sorprendentes, con momentos de gran comicidad.
¡Mire usted! ¡Hace años que no me reía tanto! Bueno, yo y
todos los que allí estábamos.
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Seb.
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La música de Guerrero, supongo.
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Hil.
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Sí, sí, claro. Tres números musicales magníficamente
cantados por una guapa soprano (hay que ver lo que ha mejorado la zarzuela en
esto de las sopranos) acompañada por un pianista no demasiado entusiasta.
Los “papeles hablados”, eran tres. Una “directora de
teatro”, egocéntrica y exigente, dura, muy crítica con el trabajo de sus
colaboradores y con cierta inquina hacia la cantante; un primer actor
intentando mostrar sus cualidades, como un divo, un ayudante de dirección
tímido y apocado, insulso…
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Seb.
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¿Y el texto? ¿Quién ha escrito esto que tanto le ha
entusiasmado?
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Hil.
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No lo sé. Lo pregunté y me contestaron que había sido cosa
de todos ellos, aunque de alguno más que de otro. Ya lo averiguaré. Ayer,
después de esta zarzuela había un vino y, claro, no era momento para
investigaciones ni musicologías.
Lo que sí me pareció es que estos muchachos, decidieron
tomar el toro por los cuernos, y cerrar las Jornadas de Zarzuela en Cuenca
con una demostración de lo que hoy puede hacerse para dar nueva vida al
género. Buscaron el camino directo y recordando al filósofo Descartes,
revelaron que el movimiento se demuestra andando. Y con su espectáculo
cerraron las Jornadas de la mejor manera. Detrás de las risas y las
carcajadas, que fueron muchas, me pareció ver un nuevo renacimiento de la
zarzuela, porque aquello ha sido una auténtica obra de género chico.
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Seb.
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Le veo muy entusiasmado, pero eso del movimiento andando
no lo dijo Descartes, sino un filósofo de la antigua Grecia; sospecho que los
únicos descartes que usted conoce, son los del mus.
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Hil.
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¡Bueno, ¿y que?! Al fin y al cabo, el mus es una
filosofía. ¿O no?
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Seb.
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Me da envidia. ¿Usted cree que este espectáculo podrá
verlo más gente?
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Hil.
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No lo sé. Yo se lo propuse a quien puede conseguirlo. Está
bien disfrutar del repertorio de siempre, de los clásicos del género;
bienvenidas, desde luego, las recuperaciones y los rescates … pero lo que
vimos allí es la esencia misma del género, de un modelo que nunca pasará de
moda mientras seamos capaces de reír.
Si don Jacinto hubiera escuchado ese relato de su vida,
hubiera bajado al ruedo sin dudarlo. ¡Él, capaz de ponerse delante de
cualquier morlaco que la vida le plantara enfrente y darle media docena de
capotazos!
A mí me pareció un modelo de entretenimiento. Es un camino
nuevo; sería una pena no transitarlo.
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Seb.
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Bueno, y del resto de sesiones de las jornadas, ¿qué me
dice?.
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Hil.
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Pues, mire usted, mejor de lo que esperaba. Se han dicho y
oído cosas muy interesantes, se han
puesto problemas sobre la mesa, manifestado distintos puntos de vista
sobre la zarzuela; se ha podido comprobar cómo la pervivencia del género es
un problema de todos y, lo que es más importante: se han sugerido soluciones
que, si se trabaja sobre ellas con seriedad, pueden materializarse. No se
pretenden utopías y esto es muy importante.
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Seb.
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¿Y de dinero? ¿Se ha hablado de dinero?
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Hil.
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La verdad es que no mucho. Claro que se ha denunciado, y
lamentado, la disminución y desaparición de ayudas, la subida del IVA, la
reducción del taquillaje, … Pero, vamos… no se ha llorado demasiado.
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Seb.
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No me extraña. Como no hay un duro, ese es un tema de
conversación … corto.
Y dígame, ¿habrá mas jornadas en el futuro? ¿O será como
aquello de debut, homenaje y despedida… en la misma función?
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Hil.
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Pues, verá usted. Parece que los organizadores tienen
intención de continuar, pero claro, dependerá de sus posibilidades. O sea,
que el tiempo lo dirá…
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Seb.
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Si lo dice el tiempo … Pero como lo digan los hombres del
tiempo… Eso es otro cantar.
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Hil.
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Tiene razón, Don Sebastián, tiene muchísima razón. Entre
los políticos y los hombres del tiempo no sabe uno si sacar el sombrero o el
paraguas.
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Seb.
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Lo que está claro es que hay que cubrirse la cabeza,
porque, con la que está cayendo …
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Un blog para los amantes y amigos de la Zarzuela
Anécdotas, curiosidades, comentarios, efemérides, libros, discos... y algunas consideraciones sobre otras músicas.
jueves, 10 de octubre de 2013
CUENCA: RENACE LA ZARZUELA
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