Revista madrileña
cómico-lírica-fantástico-callejera en un acto, escrita por Felipe Pérez
González, con música de Federico Chueca y Joaquín Valverde Durán. Se estrenó el
2 de julio de 1886, en el Teatro Felipe,
de Madrid,
En esta obra no puede hablarse
propiamente de argumento, pues su desarrollo lo componen cinco cuadros independientes,
protagonizados por calles y plazas que esperan el nacimiento de una Gran Vía; la
criada Menegilda y los barrios periféricos, que se quejan de su mala situación;
la Puerta del Sol, lamentándose de su destino, y el Elíseo, un baile de moda
reflejo del ambiente de la época. En todos ellos está presente la crítica a las
actuaciones municipales.
Sobre el papel, La Gran
Vía no debería ser la obra famosa internacionalmente que
es. Veamos por qué. El tema y la intencionalidad están circunscritos a Madrid; el
libretista no goza de excesiva consideración literaria; Chueca no domina la
técnica de la composición y Valverde es un instrumentador de ideas ajenas. Sin
embargo La Gran Vía, es un producto cuya calidad ha trascendido
nuestras fronteras. Y ello se debe, fundamentalmente a dos razones: La primera
es que nuestros problemas particulares son demasiado comunes a otras gentes. La
segunda, musical estrictamente, es que cuando existe una inspiración rica y vibrante
el resultado sonoro trasciende los límites académicos.
La Gan Vía tuvo un éxito inesperado para todos. Su duración estaba calculada
para poco más de una hora, pero se extendió hasta cuatro, porque todos los
números – la “Polca de las calles”, el “Vals del Caballero de Gracia”, el “Tango
de la Menegilda”, la “Jota de los ratas”,. la “Mazurca de los marineritos” y el
“Chotis del Elíseo”–
se
repitieron dos y tres veces.
La Gran Vía estuvo dos años consecutivos en cartel alternándose entre los teatros
Felipe, Apolo y de nuevo Felipe.
El proyecto urbanístico municipal de La
Gran Vía buscaba abrir una avenida que descongestionara el centro de Madrid, eliminara
encrucijadas y comunicara la zonas Este-Oeste, de modo similar a como se había hecho
en París durante el Segundo Imperio. La primera idea fue redactada por el
arquitecto Carlos Velasco en 1862; en 1898, José López Salaberry y Francisco
Octavio Palacio, basándose en el trabajo de Velasco diseñaron el que sería el
proyecto definitivo y que se aprobó en
1901. El trabajo suponía el derribo de 319 casas, la reforma de 35 calles y la
desaparición de otras 15. Pero las obras
no comenzaron hasta 1910, es decir casi 25 años después del estreno de La Gran
Vía teatral.
La Gran Vía, tiene su presencia en el
callejero de Urera (Sevilla), entre la Ronda de las Zarzuelas y la calle de
Katiuska. Sin embargo, la Gran Vía, calle madrileña, no tiene relación con La Gran Vía zarzuela.
Solicitamos su colaboración, para
corregirnos si hemos cometido errores y aumentar el número de estas calles
zarzueleras si hemos omitido alguna.
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