Concierto en
Homenaje a
MIGUEL DE
CERVANTES
Teatro de la Zarzuela, de Madrid
1 de
diciembre de 2016.
Obras
de Viktor Ullmann, Jacques Ibert, Jules Massenet, Lorenzo Palomo, Maurice
Ravel, Ruperto Chapí, Jacinto Guerrero, y Amadeo Vives y José Guervós
Intérpretes:
Mariola
Cantarero, soprano. Cristina Faus, mezzosoprano. Alejandro del Cerro, tenor.
Joan
Martín-Royo, barítono.
Orquesta
de la Comunidad de Madrid. Director: Cristóbal Soler
|
Para conmemorar el 400 aniversario de la muerte de Cervantes, el
Teatro de la Zarzuela ha organizado un concierto extraordinario en el que se
interpretarán obras de temática cervantina a cargo de cuatro solistas vocales: la
soprano granadina Mariola Cantarero, la mezzo valenciana Cristina Faus, el
tenor santanderino Alejandro del Cerro y el barítono barcelonés Joan
Martin-Royo; serán acompañados por la Orquesta de la Comunidad de Madrid, bajo
la dirección de Cristóbal Soler.
Abre el programa la página
orquestal Don Quixote tanzt fandango (Don Quijote baila fandango) del compositor
polaco Viktor Ullmann (1898-1944). Originalmente escrita para piano, a
principios de 1944, estando su autor preso en el campo de concentración de
Terezín, fue orquestada, utilizando apuntes del propio Ulmann, por Berhard
Wulff, cincuenta años después de la muerte de Ullmann.
En 1933, el director de cine
Georg Wilhelm Pabst (1885-1967) realizó una película sobre el héroe cervantino.
Para realizar la música correspondiente el productor estableció contacto con
varios compositores: Darius Milhaud, Manuel de Falla, Marcel Delannoy,
Jacques Ibert y Maurice Ravel. Sólo los dos últimos aceptaron el encargo y
escribieron las canciones pedidas y fueron las de Ibert (1890-1962) las que se
utilizaron, al parecer porque Feodor Chaliapin, el gran bajo ruso, intérprete
de la película, no quiso cantar las de Ravel. Los títulos de estas Chansons de Don Quichote (Canciones de Don Quijote), con textos de
Alexander Arnoux, excepto el de la segunda,
escrito por Pierre de Ronsard, son: Canción del Duque, Canción de
despedida de Don Quijote, Canción de Dulcinea (podría calificarse como
serenata), y Canción de la muerte de Don Quijote. Las interpretará Joan
Martín-Royo.
El Don Quijote de Jules Massenet (1841-1912) es una ópera en cinco actos, escrita por Henri Cain
(1859–1937) y estrenada el 19 de febrero de 1910, en el Teatro del Casino de
Montecarlo, con Chaliapin como protagonista. Ni el libretista ni el compositor
supieron entender a los personajes de la novela cervantina y llevaron a su obra
la visión supuesta y equivocada que de España tenían los franceses. Por
ejemplo, Dulcinea es transformada de la idílica amada de Don Quijote en “moza
del partido”, en palabras de Víctor Espinós. De haberlo sabido el caballero manchego,
hubiera roto su lanza en las espaldas del libretista. Sin dudarlo. Dos arias de
esta ópera (“Lorsque le temps d’amour a fui” y “Alza! Alza! Ne pensons que’au
plaisir”) serán cantadas por Cristina Faus.
Encargada al compositor cordobés
Lorenzo Palomo ((1938) por el Ayuntamiento de Ciudad Real, como consecuencia de
los proyectos del IV Centenario del Quijote, Dulcinea es una cantata que se estrenó en la Deutsche Oper berlinesa, el 15 de mayo de
2006, en interpretación de por Ainhoa Arteta, soprano, como Dulcinea; Cheri
Katz, mezzosoprano, como Teresa; Burkhard Ulrich, tenor, como Sancho Panza y
Arutjun Kotchinian, bajo–barítono, como Don Quijote. Intervinieron también el
Coro y la Orquesta
de la Deustche Oper,
y dirigió Miguel Ángel Gómez–Martínez. De esta obra importante, se podrá escuchar
el fragmento “Bienvenido sea a mi reino”, en la voz de Mariola Cantarero.
Esteno de "Dulcinea" de Lorenzo Palomo. |
Cierra la primera Don Quichote à
Dulcinée, de Maurice Ravel (1875-1937), canciones escritas, como ya
hemos dicho con destino a la película de Pabst. Ravel, a pesar de encontrarse
ya enfermo, aceptó el encargo y escribió tres canciones que no fueron aceptada
por Chaliapin. Este detalle disgustó a al compositor porque, al parecer, nadie
le había dicho que la productora había encargado también la música a Jacques
Ibert. Las tres canciones, sobre poemas de Paul Morand, fueron orquestadas por
Garban y Rosenthal, amigos de Ravel, y se estrenaron en el Chatelet de París,
el 1 de diciembre de 1934, tenido como solista al barítono francés Martial
Singher. La primera, llamada romántica o novelesca, en tiempo “moderato”, recuerda un aire de guajira o de
petenera; la segunda, Épica, “molto
moderato”, se desarrolla a ritmo de zortzico, y la tercera, Báquica, “allegro”, parece la copla de una jota
aragonesa. Serán interpretadas por Joan Martín-Royo.
La segunda parte se abre con el scherzo sinfónico Combate de Don Quijote con las ovejas, primera de las dos obras de
Ruperto Chapí relacionada con el Quijote (la
segunda es la zarzuela La venta de Don
Quijote, con libreto de Carlos Fernández-Shaw, de 1902),
El scherzo, se escuchó por
primera vez en la temporada 1869-70, en el Circo de Price, en la
temporada 1869‑70, interpretado por una orquesta en la que Chapí, que contaba
entonces dieciocho años, era cornetín
El
huésped del Sevillano, zarzuela en dos actos,
escrita por Enrique Reoyo y Juan Ignacio Luca de
Tena, con música de Jacinto Guerrero, estrenado en el Teatro Apolo el 3 de
diciembre de 1926, incorpora en su trama argumental la figura de
Costancica, criada del Mesón del Sevillano (que estaba en la toledana Cuesta de
la Sangre) y que protagoniza la novela cervantina La ilustre fregona. El huésped del sevillano, es una de las obras
más populares de Guerrero. La mayoría de sus fragmentos son conocidos de todos
los aficionados y aún de aquellos que se acercan a la zarzuela más
esporádicamente. De ella se escucharán el Dúo de Raquel y Juan Luis (“Cuando el
grave sonar de la campana”), el celebérrimo “Canto a la espada”, y otro dúo de
los protagonistas (“Insolente, presumido”), los tres del acto primero. Serán interpretados por Mariola Cantarero y
Alejandro del Cerro.
En esta segunda
parte, dedicada íntegramente a la música
española, tendremos ocasión de escuchar un fragmento de una obra desconocida.
Se trata de La buena ventura, zarzuela
en un acto escrita por
Luis López Ballesteros y Carlos Fernández–Shaw,
con música de Amadeo Vives y José Guervós. Estrenada en Apolo madrileño el 30
de abril de 1901, desarrolla su acción en el siglo XVII, en Madrid y en Murcia
y se basa en La gitanilla cervantina.
El fragmento elegido es el dúo entre Preciosilla y Carducha (“No me asustan tus
palabras”), tenso diálogo en el que las dos mujeres muestran su interés por Don
Juan de Cárcamo. Lo cantarán Mariola Cantarero y Cristina Faus.
Para el año que viene, cuando pocos se acuerden de
Cervantes y de sus obras, nos gustaría poder escuchar un nuevo concierto
cervantino; ¡quien sabe!, quizá pudiera ser el germen de un recuerdo anual a la
figura del primer escritor en lengua castellana. J.P.M.
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